La líder de la oposición birmana y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, fue trasladada esta mañana a la prisión de Insein, en Rangún, donde será juzgada en relación con la supuesta visita de un estadounidense a su casa, donde vive bajo arresto domiciliario. Analistas políticos creen que el juicio podría ser un movimiento de la Junta Militar que gobierna Birmania para retrasar la puesta en libertad de Suu Kyi, que este mes cumple seis años continuados de arresto domiciliario, el máximo permitido por la ley birmana
La líder de la oposición birmana y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, fue trasladada esta mañana a la prisión de Insein, en Rangún, donde será juzgada en relación con la supuesta visita de un estadounidense a su casa, donde vive bajo arresto domiciliario. Analistas políticos creen que el juicio podría ser un movimiento de la Junta Militar que gobierna Birmania para retrasar la puesta en libertad de Suu Kyi, que este mes cumple seis años continuados de arresto domiciliario, el máximo permitido por la ley birmana.
La premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, lleva décadas luchando por llevar la democracia a Birmania. Nacida en Rangún, el 19 de junio de 1945, es hija de Aung San, héroe nacional que firmó en 1947 el tratado de independencia con el Gobierno británico antes de ser asesinado. Tras diplomarse en Oxford, trabajar en la Secretaría de las Naciones Unidas y ser profesora en la India, Suu Kyi regresó a Birmania en 1988 y participó en el “segundo combate en pro de la independencia nacional”. Poco después de su vuelta, fue sometida a arresto domiciliario en Rangún y asumió la dirección de la Liga Nacional para la Democracia, que ganó las elecciones en 1990 por mayoría aplastante, aunque el resultado electoral nunca fue reconocido por los militares.
Recibió sucesivamente el Premio Thorolf Rafto de defensa de los derechos humanos y el Premio Sájarov de libertad de pensamiento. Reconocida como prisionera de conciencia por Amnistía Internacional, su propósito de que el drama birmano no cayera en el olvido fue recompensado el 14 de octubre de 1991 con el Premio Nobel de la Paz gracias al cual dio a conocer su combate al mundo entero rechazando el exilio que se le proponía a cambio de su silencio. En 2008, Aung San Suu Kyi recibió también el Premio Internacional de Catalunya.
Sin embargo, la Nobel de la Paz, de 63 años, ha pasado 11 de los últimos 18 años bajo detención de algún tipo por orden del régimen militar birmano. El último caso, hoy mismo cuando ha sido detenida y trasladada a la cárcel de máxima seguridad de Insein junto a las dos mujeres que cuidan de ella por, supuestamente, haber recibido la visita no-autorizada de un estadounidense identificado por la prensa como John Willian Yeattaw. Aparentemente, Yealttaw entró en la casa de Suu Kyi el domingo anterior sin ser advertido por los vigilantes apostados en su hogar durante las 24 horas del día. Suu Kyi hace frente a una pena de cárcel por permitir su visita, aunque analistas políticos creen que el juicio podría ser un movimiento de la Junta Militar que gobierna Birmania para retrasar la puesta en libertad de Suu Kyi, que este mes cumple seis años continuados de arresto domiciliario, el máximo permitido por la ley birmana.
Por todos estos motivos, “Birmania por la Paz” y todas las Campañas Internacionales de Birmana hacen un llamamiento para intensificar los esfuerzos diplomaticos y garantizar la seguridad y la liberación de Aung San Suu Kyi. Piden que las Naciones Unidas y el ASEAN envíen enviados urgentes a Birmania para pedir la inmediata liberación de la Nobel de la Paz, así como el Gobierno Español, los gobiernos autonomicos y el Congreso, los Parlamentos autonomicos, la Unión Europea y los Estados Unidos y, así, utilizar toda su influencia politica y diplomatica para enviar enviados al país birmano.