Corea del Sur fue uno de los primeros países de la OCDE en superar los efectos de la crisis económica global. Volvió a la senda del crecimiento positivo en 2009 gracias a las políticas públicas aplicadas por el Gobierno para estimular la economía y apoyar al sector productivo del país. Para 2010 las perspectivas económicas, aunque invitan a la prudencia, son optimistas
La crisis financiera global que explotó en EEUU en septiembre de 2008 golpeó duramente a la economía surcoreana, muy dependiente de su sector exterior. En el cuarto trimestre la economía cayó bruscamente un 5,1 %. EN 2008, Corea del Sur solo creció un exiguo 2,2 % frente al 5,1 % en 2007. Sufrió su primer déficit comercial de 13.200 millones $, el primero desde 1997, si bien mantuvo el superávit con EEUU, la UE y China. Las reservas de divisas decrecieron desde 264.200 millones $ en marzo a 200.000 millones a finales de año. El país, tras 11 años de crecimiento positivo, estuvo lindando una recesión económica. El FMI predijo una contracción de hasta el 4% en 2009 y Goldman Sachs, más optimista, un -3 %. La OCDE aun anunciaba en junio que la economía surcoreana se contraería un 2,2 % a finales de año. Pero, esta vez, tampoco acertaron.
Corea del Sur fue uno de los primeros países de la OCDE en superar los efectos de la crisis económica global. Volvió a la senda del crecimiento positivo en 2009 gracias a las políticas públicas aplicadas por el Gobierno para estimular la economía y apoyar al sector productivo del país. Estas políticas fueron acompañadas por una trepidante política exterior, con una diplomacia con un gran componente comercial y energético, dirigida a apoyar a las empresas exportadoras para lograr mantener e incluso ganar posiciones en los mercados exteriores. Para 2010 las perspectivas económicas, aunque invitan a la prudencia, son optimistas: el Banco Central de Corea pronosticó un crecimiento del 4,6 %, la OCDE un 4,4 % y el FM un 4,5 %, menor que los de China e India pero muy superior a los de EEUU, la UE y Japón.
1. La economía surcoreana en 2009
La economía empezó el año renqueante para ir evolucionando gradual pero firmemente hacia la recuperación. La reestructuración realizada por las instituciones financieras y los conglomerados empresariales durante la anterior crisis financiera asiática de 1997, aportaba unos fundamentos más sólidos para afrontar con decisión la nueva crisis. Esta vez, el Gobierno también reaccionó rápidamente con una agresiva política fiscal inyectando 55.000 millones $ en la economía hasta finales de 2009, incluyendo unas fuertes reducciones fiscales y bajando la tasa de interés desde el 5,25 % hasta el 2 % en febrero, todo ello para poder favorecer la reacción del sector privado. El Gobierno incluso aprobó el 24 de marzo un presupuesto extraordinario de 20.700 millones $. Contaba con un sector público más saneado, una buena bolsa de reservas de divisas a mano y un suficiente margen para endeudarse.
Las diversas medidas de estímulo económico ayudaron a salir de la recesión pero no volver de forma inmediata a los porcentajes positivos de antes de la crisis. El consumo privado se quedó en un 0,4 % y las inversiones en general se contrajeron un 9,8 %. La tasa de desempleo era, en noviembre, el 3,3 %, una de las más bajas de la OCDE, pero muy concentrada en los jóvenes recientemente graduados que en plena crisis no pudieron entrar al mercado laboral.
a) El buen comportamiento del sector exportador, motor de la economía, constituyó el factor clave. Cayó bruscamente en los primeros meses pero se recuperó gradualmente a lo largo de 2009. En el período enero-noviembre, las exportaciones bajaron un 13,8 % alcanzando los 363.800 millones $ (422.000 millones en 2008), mientras las importaciones cayeron un 25,8 % hasta 322.800 millones (435.200 millones en 2008). El comercio exterior del país representa el 2,6 % del comercio exterior mundial. La balanza comercial tuvo un superávit de 41.000 millones $ en 2009. Pero esta cifra record, que superaba los 39.000 millones alcanzados en 1998, se debió a que las exportaciones bajaron mucho menos que las importaciones.
Los productos surcoreanos, con una alta calidad a unos precios competitivos, se abrieron paso en plena crisis global entre los consumidores del mundo. Las ventas de semiconductores, teléfonos móviles, automóviles, buques y pantallas planas incrementaron con cifras record sus porcentajes en los mercados mundiales, principalmente China. A titulo de ejemplo, Samsung Electronics y Hynix Semiconductor acumularon el 61 % de la demanda mundial.
Las fuertes caídas de las ventas a EEUU (18,9 %), la UE (21,6 %) y Japón (23,7 %) se compensaron con un comercio exterior más sostenido con China y otros países de Asia-Pacífico. Actualmente, la economía surcoreana es cada vez más interdependiente con Asia. Se mantiene el superávit comercial con China, EEUU, la UE e India así como el tradicional déficit, aunque menor, con Japón y los países suministradores de energía de Oriente Medio. En 2009, Corea del Sur subió al 9º lugar en el ranking mundial de los países exportadores, desde el 12º lugar que ocupaba en 2008. Solo tiene por delante a China, Alemania, EEUU, Japón, Francia, Holanda, Italia y Bélgica.
b) El dinamismo exportador fue favorecido por la robusta demanda china y asiática pero también por un won bajo respecto al dólar y un yen muy alto. El won que cotizó a 1.259,5 por dólar al finalizar 2008 bajó hasta llegar, el 2 de marzo a 1.570,4 won por dólar, el valor más bajo desde 1998, aunque luego fue subiendo hasta los 1.164,5 el 30 de diciembre de 2009. Continuó la tendencia a principios de año cotizándose a 1.136,4 , el 6 de enero de 2010. La apreciación es provocada en parte por la compra de won por parte de los inversores extranjeros que apuestan por la divisa surcoreana en los mercados finanacieros.
c) Otro signo positivo fue el incremento de las reservas de divisas. Cuando quebró Lehman Brothers en septiembre de 2008 aquellas se cifraban en 239.600 millones $ que cayeron hasta los 200.000 millones $ en diciembre de 2008. Pero volvieron a subir a partir de marzo de 2009: 231.700 millones $ en junio, 254.200 millones $ en septiembre hasta llegar a los 270.000 millones $ en diciembre de 2009. Corea del Sur es el 6º país tenedor de reservas de divisas del mundo, tras China, Japón, Rusia, Taiwán e India. El déficit fiscal representa el 5 % del PIB, un nivel razonable si se compara con el de otros países de la OCDE, como Japón y EEUU.
d) A pesar de la crisis global, las inversiones extranjeras en Corea del Sur se mantuvieron respecto al año anterior. Se logró atraer 11.480 millones $ en 2009, solo un 1,9 % inferior a los 11.700 millones $ en 2008. Otro indicador positivo teniendo en cuenta que según la UNCTAD el volumen global de las inversiones extranjeras en el mundo bajó un 29,4 %. Y para la OCDE la caída de las IED en los países de la OCDE y otras grandes economías como India y Brasil fue superior. En India y Brasil cayeron un 22 % y 44 % respectivamente. El presidente Lee Myungbak se esforzó para convencer a los inversores extranjeros sobre la rápida recuperación económica surcoreana y de su sector exportador.
e) Corea del Sur lanzó un claro mensaje sobre su firme voluntad de abrirse al exterior al firmar en 2009 varios acuerdos comerciales o FTA con la ASEAN, India y la UE, amen del ya firmado con EEUU dos años antes. También constituyó un factor atrayente un won bajo que permitía reducir los costos para invertir en el país. Por otro lado, las inversiones surcoreanas al exterior podrían superar los 10.000 millones $ en 2009, sobre todo las dirigidas a la UE que sumaban hasta noviembre los 6.500 millones $.
f) Cabe recordar que la renta per cápita que en 2007 había superado por primera vez los 20.000 $ bajó a17.000 $ a mitad de 2009 debido a la contracción de la economía y la depreciación del won frente al dólar. Sin embargo, se espera que se vuelva a superar los 20.000 $ a principios de 2010. A finales de año, la economía había cambiado de signo y el won se revaluaba respecto al dólar. Corea del Sur alcanzó en 2009 un crecimiento positivo de un 0,2 %.
2. Una diplomacia económica y energética
Un factor determinante que favoreció la recuperación económica fue la trepidante política exterior de Corea del Sur. El Gobierno desarrolla una intensa diplomacia que, además de los objetivos políticos, tiene un fuerte componente ‘comercial y energético’ como instrumento estratégico para apoyar el crecimiento económico el país, muy dependiente de sus exportaciones manufactureras y de las importaciones energéticas. Sus prioridades geográficas son claras. En 2008, Lee Myungbak impulsó la ‘Four Power Diplomacy’ con EEUU, Japón, China y Rusia. Pero, en 2009, se volcó en la ‘New Asia Initiative’ para favorecer una mayor influencia política y económica en Asia, el actual motor de la economía mundial. Esta región ya representa para Corea del Sur el 48% de su comercio exterior, el 53% de sus inversiones extranjeras y el 47% de su Ayuda Oficial al desarrollo (AOD). El Presidente Lee Myung-bak, con una gran experiencia empresarial adquirida cuando presidía una filial de Hyundai, protagoniza, asistiendo a cumbres y foros internacionales, una activa diplomacia global, principalmente económica, dirigida a mantener y ganar nuevos mercados.
a) Una de las vías utilizadas consiste en la firma de una red de acuerdos de libre comercio (FTA) con varios países y áreas económicas para favorecer el comercio exterior, eliminando o reduciendo aranceles y otras barreras. Corea del Sur tiene en vigor FTA con Chile (2004), Singapur y EFTA (2006) ASEAN (2007 y 2009) e India (2009). Tiene pendiente desde 2007 la ratificación de un importante acuerdo con EEUU (el KORUS FTA) y otro recién rubricado con la UE en octubre de 2009 (el Korea-EU FTA). Se están negociando otros FTA con Australia, Nueva Zelanda, Canadá, México, Perú y el Consejo de Cooperación del Golfo. Y no se descarta que China, Japón y Corea del Sur acuerden crear a largo plazo una Comunidad de Asia Oriental, una gran área económica abierta a otros países de Asia-Pacifico. China es, tras la UE, Japón y EEUU, el primer socio comercial de Corea del Sur y el destino del 25 % de sus exportaciones. Corea del Sur firmó el 7 de agosto de 2009 un importante acuerdo comercial con India (el Korea-India CEPA) ya ratificado. También se impulsaron las relaciones comerciales con África y América Latina.
b) El 15 de octubre se rubricó un ambicioso acuerdo de libre comercio entre Corea del Sur y la UE ( KOREA-EU FTA). Es el primer FTA de la UE con un país asiático y será firmado durante la presidencia española de la UE. Se espera que una vez ratificado por las partes pueda entrar en vigor antes de finalizar 2010. Incluso antes que el KORUS FTA.
El KOREA-EU FTA constituye ‘una gran oportunidad’ de gran calado político y económico para impulsar y desarrollar las relaciones bilaterales. EL FTA elimina o reduce los aranceles en el 99,4 % de los productos comunitarios exportados a Corea del Sur y en el 95,8% de los surcoreanos exportados a la UE. Significa un gran salto cualitativo respecto al primer Acuerdo marco de Comercio y Cooperación entre la UE y Corea del Sur, firmado en 1996 y entrado en vigor en 2001. La UE es, tras China (168.300 millones $), el segundo socio comercial de Corea del Sur. El comercio bilateral alcanzó en 2008, los 98.400 millones de $. El tercer socio comercial de Corea del Sur es Japón (89.200 millones de $) y el cuarto es EEUU con 84.700 millones de $. Corea del Sur es el octavo socio comercial de la UE. La UE fue el primer inversor extranjero con 44.820 millones $ en 2008, por delante de EEUU y Japón.
Su entrada en vigor será muy ventajosa para ambas partes. Corea del Sur se posicionará mejor en el mercado europeo y a la vez favorecerá su deseo de convertir Corea del Sur en un atractivo ‘hub’ económico y financiero en Asia oriental y poder competir con Shanghai, Hong-Kong y Singapur. El FTA constituye la llave que permitirá a las empresas de la UE entrar en un mercado tan protegido como el surcoreano y ayudará a corregir su deficitaria balanza comercial. Corea del Sur espera incrementar sus ventas de automóviles, buques, electrónica, audiovisual, textil, química, etc. Y la UE espera incrementar sus exportaciones en sectores como cosmética, maquinaria, farmacéutico, automóviles, vino, etc. También mejorar el acceso al sector servicios, como las finanzas, legal y consultoría, logística, etc.
c) Corea del Sur debe importar el 97% de sus recursos energéticos. Es el quinto importador y el séptimo consumidor de petróleo mundial. Sus inversiones exteriores en el sector energético tienen un alto valor estratégico pero deben competir no sin dificultades con otros países con igual apetito como China y Japón. En abril de 2009, la empresa estatal Korea Nacional Oil Corp. (KNOC) estaba invirtiendo en 46 diferentes proyectos en 17 países. KNOC opera en países como Kazakhstan, Uzbekistán, Azerbaijan, Irak, Yemen, Indonesia, Vietnam y Rusia.
Lee Myung-bak es sabedor que el comercio exterior es el motor económico del país y las empresas son los principales actores internacionales, claves en un mundo globalizado. Desarrolla una intensa agenda internacional realizando constantes visitas oficiales por todos los continentes para apoyar las estrategias de expansión internacional de las empresas surcoreanas. Cabe destacar un ejemplo revelador. El pasado 25 de diciembre viajó a los Emiratos Árabes Unidos (UAE) para reunirse en Abu Dhabi con el presidente Sheik Califa bin Zayed Al Nahyan para apoyar una propuesta presentada por un consorcio de empresas surcoreanas que optaban a un contrato para el diseño, la construcción y el mantenimiento durante 60 años de cuatro reactores nucleares a unos 330 Km. al oeste de Abu Dhavi. También pretendían aquel contrato Francia, EEUU y Japón. Los UAE decidieron dos días después otorgar el contrato por un valor de 40.000 millones $ a un consorcio liderado por Korea Electric Power Corporation (KEPCO). Se trata de un enorme éxito diplomático para un país que entró en la energía nuclear en los años setenta. Corea del Sur ha adquirido una gran experiencia adquirida con la gestión de sus 20 reactores nucleares que operan en su territorio. Es el 6º país del mundo en cuanto a sus capacidades para generar energía nuclear. El fabuloso contrato con los UAE confirma sus aspiraciones para convertirse también en un competitivo exportador de tecnología nuclear parafines pacíficos. KEPCO también estaba negociando desde 2008 con Turquía para optar a la construcción de 4 plantas nucleares en su costa del Mar Negro.
3. Perspectivas para 2010
En 2010, el FMI pronosticó para Corea del Sur un crecimiento económico del 4,5 % y la OCDE el 4,4 %. Para lograr estas previsiones el Gobierno deberá acertar en el desarrollo de las políticas monetarias y económicas adecuadas para asegurar la recuperación y volver a los niveles de inversión y del comercio exterior existentes antes de explotar la crisis global en 2008. Se mantendrán durante la primera mitad de 2010 las medidas de estimulo fiscal con un tipo de interés, que puede subir, para fomentar también el consumo y la inversión del sector privado. El país disfruta de un buen colchón de divisas extranjeras y el déficit público se mantiene a un nivel aceptable. Las empresas confían en que la recuperación sea sostenible y apuestan por la inversión. Los indicadores muestran que la producción, el consumo privado, las inversiones y las exportaciones siguen recuperándose. Pero persisten algunos factores volátiles a tener en cuenta como la apreciación del won, los precios del petróleo y los tipos de interés.
Predomina la prudencia con los ojos puestos en las economías de EEUU, la UE y Japón. Porque los riesgos no han desaparecido y persisten aún varios interrogantes sobre la evolución de la economía mundial. La reciente crisis financiera de Dubai fue un claro aviso. EEUU seguirá siendo reo de un doble déficit, fiscal y comercial. También la UE carga con la pesada losa de tener que afrontar, con un incremento del déficit fiscal, la reconversión de sus sistemas financieros y productivos. En Japón, más acuciado por su fuerte déficit fiscal y la constante amenaza de la deflación, no puede crecer mucho. Además, los preocupantes niveles de desempleo, sobre todo en EEUU y algunos países de la UE, no favorecen una rápida recuperación del consumo privado. Las previsiones más optimistas surgen en Asia donde el margen de crecimiento de sus economías es grande. Sin embargo, incluso en China, las políticas fiscales expansivas tienen sus límites.
a) El Gobierno confía en que el comercio exterior recupere los niveles existentes antes de la crisis global y ha previsto que las exportaciones crezcan un 12,9 % tras la caída del 13,9 % en 2009. Los ‘chaebol’ también confían que, con una economía mundial en vías de recuperación, podrán mantener la tendencia exportadora positiva iniciada en 2009. Samsung Electronics and Hynix Semiconductors los 1º y 2º fabricantes mundiales de memory chipmakers esperan aumentar sus ventas. En cambio, los constructores de buques como Hyundai, Samsung y Daewoo son pesimistas por la brutal caída de nuevos pedidos en 2009, a lo que hay que sumar la fuerte competencia de los constructores chinos. Pero como regla general, predomina un optimismo prudente. Además el fabuloso contrato conseguido por KEPCO en los Emiratos Árabes Unidos ha demostrado sus grandes capacidades para competir en nuevos sectores. Pero Corea del Sur aún vive pendiente de lo que pasa en EEUU.
b) Sin embargo, los exportadores no podrán contar con la ayuda de un won tan bajo como el que tenía en la primera mitad de 2009. El LG Economic Researh Institute prevé que en 2010 la cotización puede estabilizarse en torno al los 1.100 won por dólar. El Korea Development Institute (KDI) predice que será en torno a los 1.054 won, coincidiendo con JP Morgan que pronostica que la apreciación llegará hasta los 1.050 won por dólar a finales de 2010. Pero un won más alto reduce la factura energética, otra cuestión que preocupa al Gobierno si se confirma una subida del petróleo en 2010, actualmente a 80 $ el barril.Sin embargo, la cotización del won depende del comportamiento de las otras divisas. El dólar podría seguir debilitado por el astronómico déficit estadounidense. También el won podría apreciarse respecto al yen japonés, pasando la cotización desde los 1.300 won por 1000 yen en 2009 a los 1.100 won por 100 yen en 2010. También se espera una apreciación del yuan chino respecto al dólar estadounidense en la primera mitad de 2010, aunque hay que ser prudente sobre las intenciones chinas. Si se aprecia será una buena noticia para los exportadores surcoreanos porque un yuan fuerte incrementa la capacidad de compra de los chinos y reduce la competitividad de los exportadores chinos en los mercados mundiales.
c) El Gobierno esta impulsando nuevos objetivos y prioridades económicos. La Asamblea Nacional aprobó el 5 de enero un marco legal para fomentar ‘el crecimiento verde’. Se pretende financiar unas políticas públicas vitales para asegurar un crecimiento económico sostenible e incluso crear empleo por medio del desarrollo de los sectores, las industrias, las infraestructuras y las tecnologías relacionadas con las energías limpias y renovables. Quiere sumarse a los países de la OCDE como Suiza, Suecia, Dinamarca, Alemania, Francia que ya están potenciando una industria verde. Corea del Sur es el 9º país emisor de CO2, tras China, EEUU, Rusia, India, Japón, Alemania, Canadá y Gran Bretaña. Por lo tanto, debe controlar las emisiones de C02, reducir el uso del carbón, mejorar las infraestructuras, concienciar a la población para utilizar energías limpias y renovables que permitan combatir las causas y los efectos del Cambio Climático. Lee Myung-bak asumió un papel activo en la Cumbre de Copenhague para poder alcanzar acuerdos internacionales al respecto. Incluso anunció su voluntad de reducir hasta el 30 % sus emisiones de CO2 de aquí al 2020. Tiene como vecino a China, el primer país emisor de gases que periódicamente llegan hasta Corea del Sur. La incursión de las grandes empresas coreanas en un sector estratégico tiene como punto de mira el interés de exportar los productos y las tecnologías verdes a China y otros países asiáticos.
d) Finalmente, es importante resaltar que Corea del Sur es miembro de pleno derecho y organizará y presidirá la cumbre del G20 que se celebrará en Seúl el próximo mes de noviembre. Es la primera reunión del G20 en un país asiático. Es un reconocimiento al peso político y económico de Corea del sur en el mundo.
Jaume Giné Daví, profesor asociado de la Facultad de Derecho de ESADE. Investigador asociado al IGADI