Filipinas es miembro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que integra a diez países que cuentan con un notable crecimiento y desarrollo económicos y una población de más de 600 millones de habitantes. Además, esta asociación puso en marcha el año pasado la Comunidad Económica de la ASEAN (AEC) para crear un mercado regional único.
La última edición de la Tribuna España-Filipinas, celebrada en Davao del 25 al 27 de noviembre, organizada por Casa Asia, la Fundación Santiago y el Consejo de Negocios Filipino-Español, buscó nuevas formas de colaboración económica para lograr un mayor desarrollo conjunto, y, en particular, se identificaron el desarrollo de infraestructuras y de fuentes de energía renovables como dos de los sectores en los que ambos países podrían beneficiarse.
Justamente, Ramon María Moreno, director general de Casa Asia, destaca en el reportaje de ABC que algunas de la oportunidades que brinda el mercado filipino son en el sector de las infraestructuras, el de la energía y el de productos agrícolas. Moreno recuerda que “a Filipinas nunca se le ha visto como una gran oportunidad. El foco estaba en países vecinos, pero ahora se están empezando a ver todas las posibilidades que ofrece. Evidentemente, la distancia no ayudaba mucho, aunque los lazos históricos y culturales que mantenemos facilitan la posible penetración española”.
Moreno también ha destacado el crecimiento de la inversión filipina en España, cuyo movimiento más importante ha sido el desembarco del grupo Emperador. En cuanto a las dificultades de entrada de las empresas españolas en esta economía asiática, Moreno ha asegurado que el nuevo gobierno filipino ya está dando “gran importancia al comercio bilateral e intentando reducir la carga burocrática, aún bastante intensa, para atraer capital”. En la misma línea, recomienda un cambio de mentalidad de la empresa española para entender las características culturales del país e ir de la mano de un socio local.
Narciso Casado, director de Relaciones Internacionales de CEOE, ha destacado que los países de la zona Asean “ofrecen entre sí diferentes ventajas competitivas. Filipinas las presenta en los servicios profesionales, la externalización de servicios o los servicios financieros. También ofrece buenas condiciones en determinados sectores industriales, donde ya existe un tejido de proveedores locales y una capacidad logística desarrollada”.
Casado reconoce que “todavía existen algunas trabas al comercio”, como las relacionadas con la tramitación aduanera o la aprobación de documentos oficiales, pero que “sus barreras no superan ni en número ni en importancia a las existentes en otros países de su entorno”.