08/03/2022 | Actualidad

Con motivo del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), Casa Asia publica una serie de ocho entrevistas a mujeres de las diásporas asiáticas, cuyas voces contribuyen a visibilizar la diversidad desde la perspectiva de género.

Ya están disponibles las primera entrevistas, y a lo largo del mes de marzo completaremos este especial del Día Internacional de la Mujer con el resto de entrevistas.

Paloma Chen

China

Narges Bazarjani

Irán

Yoko Hasei

Japón

Manu Kaur

India

Nilofar Bayat

Afganistán

Macrina Alcedo

Filipinas

Sanja Rahim

Bangladesh

Kiran Khan

Pakistán

Paloma Chen

Paloma Chen es una periodista y escritora valenciana de familia china. Estudia el Máster de Construcción y Representación de Identidades Culturales en la Universitat de Barcelona y trabaja en un trabajo de fin de Máster (TFM) sobre la escritora taiwanesa Sanmao. Su trabajo final de grado de Periodismo fue la investigación periodística “Crecer en ‘un chino'” sobre la diáspora china en España, publicada en diario El Salto. Acaba de publicar el poemario “Invocación a las mayorías silenciosas” (Letraversal, 2022), una obra sobre la identidad híbrida.

Síguela en: https://palomachen.es / Twitter: @chen_paloma / Instagram: @chenpaloma

Créditos de las dos fotos: Dani Blanco/ARGIA y Abdiel Segarra/SOS Racismo Madrid

¿Que te inspiran estas palabras de Amanda Gorman? Poetry is a weapon. It is an instrument of social change…and poetry is one of the most political arts out there because it demands that you rupture and destabilize the language in which you’re working with. Inherently, you are pushing against the status quo. And so for me, it’s always existed in that tradition of truth-telling.Explícanos tu relación con la poesía y con el periodismo.

Me recuerda a unas palabras del poeta peruano afincado en Madrid Gio Collazos: “La poesía es lo más anticapitalista que existe. Escribirla es ser todo lo libre que este sistema nos pueda permitir. La poesía no son flores ni mariposas, es el detenerse a pensar en el otro/otra/otre reconociendo desde donde escribimos”.

Para mí, la poesía es un lenguaje que intenta expresar lo inexpresable. En mi poemario “Invocación a las mayorías silenciosas”, he intentado poetizar una sensación tan asfixiante y al mismo tiempo estimulante como es la búsqueda de la identidad cuando se está en un in-between, un tercer espacio. Algunos de mis poemas tienen una finalidad reivindicativa, y otros no. Incluso los que se pueden percibir como que tienen finalidad reivindicativa quizá no los escribí explícitamente pensando en eso, pero nuestras vidas, mi vida, está atravesada por el racismo, el machismo y otras cuestiones sociales. Me es natural escribir sobre ello porque son cuestiones que me importan y en las que estoy involucrada. Por lo tanto, la poesía puede ser política en fondo y en mensaje, por un lado. Es el caso de algunos de los poemas que se relacionan con las experiencias de ser una mujer china en España. Pero, como reflexiona Gorman, la poesía tiene una lectura política también en forma, y por tanto es una de las artes más rompedoras, una que trata de cambiar el status quo desde la misma herramienta básica que usamos diariamente: el lenguaje, el idioma.

En otro contexto bastante diferente, el de la escritura periodística, es un ámbito que también me interesa porque trata de llegar a todos los públicos. Muchísimas personas se informan a través de periódicos, televisiones, radios y redes sociales, por lo que el periodismo y la divulgación siempre me interesaron para llegar y conectar con públicos amplios. Siempre vi que claramente faltaban en los medios de comunicación no solo ciertas temáticas sino, sobre todo, perspectivas, puntos de vista, marcos de referencia. Echo mucho en falta, como decía Collazos, que reconozcamos desde qué posición escribimos y hablamos.

Hoy, ¿cuáles son los principales retos para las mujeres y para la sociedad? ¿Cómo lo podemos afrontar?

Me parece vital preguntarse por el sujeto del feminismo. ¿Qué es “mujer”? ¿Por quién o quiénes está luchando el feminismo? ¿Quién o quiénes luchamos por el feminismo? Con el avance del movimiento feminista hegemónico, y su asentamiento en las instituciones, estamos siendo testigos también de su lado más violento, que es la intolerancia de toda disensión. Las discusiones acerca de lo trans y lo queer, la falta de un debate serio sobre el punitivismo de las instituciones feministas, o de temas como la prostitución o la pornografía y, sobre todo, la ignorancia de la agenda de las mujeres migrantes y racializadas, cuyas prioridades y urgencias pueden no coinciden con las de las mujeres blancas, son algunos de los asuntos que más me preocupan y que tenemos que afrontar las mujeres unidas y en solidaridad. Respecto a la sociedad en su conjunto, aprender también a ser estratégicas y qué responsabilidad tenemos y por tanto qué podemos hacer frente a los movimientos reaccionarios, conservadores y de la ultraderecha, que quiere para hombres y mujeres una vuelta rígida de los roles tradicionales de género. Todo eso en un contexto interseccional: hablando desde la perspectiva de una mujer racializada, sin duda el movimiento feminista, para su éxito, tendrá que aliarse con el movimiento antirracista y adoptar una postura de mayor diversidad sexual y perspectiva de clase.

¿Qué esperas para el futuro? ¿Qué cambios esperas en la sociedad en la cual vivimos?

Es fácil dejarse llevar por el desasosiego en el actual contexto mundial: el neoliberalismo global, la precariedad económica, la crisis climática, el extractivismo empresarial de los recursos del Sur Global (básicamente un neocolonialismo), la pésima gestión por parte de los países europeos de los movimientos migratorios, la radicalización de movimientos que tienen el odio por bandera, el contexto bélico (que no ha sido iniciado, ni mucho menos, por Rusia con su invasión a Ucrania, perspectiva que me parece absolutamente eurocéntrica, pues muchas guerras actuales tienen mucho más tiempo). No obstante, no me dejo llevar tan fácilmente por ese sentimiento precisamente porque trabajo día a día con personas, la mayoría mujeres, de hecho, cuya sabiduría, luz y trabajo me hace creer cada día en que no es demasiado tarde. Hablo de las compañeras de la Transnational Migrant Platform-Europe, en la que colaboro, y a las que admiro muchísimo, y que trabajan por las personas migrantes y refugiadas en Europa. Hablo del movimiento Regularización Ya, de la Red de Diáspora China, de Liwai y de incontables ejemplos más que son mis referentes o, como ponía en los agradecimientos de mi poemario: “A todas las escritoras, poetas, activistas y artistas que me han salvado la vida”. Porque, además, teniendo el privilegio de trabajar y pasar mucho tiempo en el mundo del arte y la cultura, me levanto maravillada cada día de, por un lado, la belleza que el arte es capaz de crear, y, por otra, la capacidad de influir nuevos pensamientos e ideas que tiene. Necesitamos renovación, sanación, alimento, inspiración, pensar y repensar la filosofía de Judith Butler sobre la precariedad y vulnerabilidad de nuestros cuerpos y la injusta jerarquía instalada por las normas sociales entre las vidas consideradas vidas, y que son protegidas y lloradas, y las que no se consideran vidas.

Narjes Bazarjani

Narges es una arquitecta iraní, nacida en Teherán, en 1978. Ejerció su profesión de arquitecta y urbanista en su país, al tiempo que desarrolló una carrera pictórica con exposiciones en Teherán y más tarde en Oslo y España. Desde 2012 vive en Madrid. En 2015, comenzó su tesis doctoral en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, que presentará el próximo viernes 11 de marzo. Actualmente, trabaja como arquitecta e interiorista autónoma, al mismo tiempo que desarrolla su carrera artística, exponiendo en diversas ocasiones en Lugo, Valencia y Madrid. 

El itinerario desde Teherán a Madrid le enfrentó con nuevas realidades, que le han dado una mirada distante y distinta hacia sus orígenes. Una visión que intenta desarrollar tanto en sus trabajos de investigación como en su obra pictórica. Sus cuadros van en paralelo con los textos publicados en distintas revistas científicas. Su campo de interés como investigadora consiste en estudiar el límite entre el cuerpo humano y el espacio urbano. Los resultados de estas investigaciones gestan en ella la necesidad de expresarse artísticamente. Sus cuadros así lo reflejan. Cuerpos borrosos que cohabitan en el espacio urbano, intentando superar los limites y las mordazas, las calles que se hacen cicatrices en la carne, espejos que retuercen nuestra visión del mundo. Pudiera ser que su pintura sea un intento de liberar el cuerpo femenino respecto a la ciudad cuadriculadora en la que habita.

Síguela en: www.nargesbazarjani.com / Instagram: @narfam

¿Cuáles han sido las principales dificultades y retos de tu experiencia migratoria? ¿Como los has superado?

Después de salir de mi país, me encontré en un nuevo contexto. Para empezar mi nombre en la boca de otro fue irreconocible.  La emigración es una experiencia única que nos enfrenta con nuestra identidad. Para empezar nadie te reconoce en lo que tú te identificas. Este reconocimiento, o no-reconocimiento, puede ser en cosas tangibles de la vida cotidiana como el no reconocimiento de tu carnet de conducir, o en cosas más metafóricas como reconocer tus valores y tu moralidad. Todavía me encuentro con gente que no puede ocultar su sorpresa al verme comer jamón o vino. Es cierto que todos vemos el mundo a través de nuestros prejuicios. Pero para una persona que emigra, es vital entender y aceptar los prejuicios de otros para poder superarlos. La estrategia que yo he tomado para poder superar los obstáculos (que no es ni la única ni la mejor) fue sentirme, conscientemente, emigrante en vez de refugiada. Un refugiado huye de donde viene, pero un emigrante elige a dónde quiere ir. Aunque mi caso fue el primero, decidí vivir la vida del segundo. Me sumergí en mi nueva realidad.

¿Nos puedes explicar la relación entre el cuerpo femenino y el espacio urbano? De Teherán a Madrid, ¿cómo lo refleja la sociedad? 

En el mundo líquido en el que vivimos, las fronteras físicas son cada vez más incapaces de controlar el espacio, y por ello vemos que, en distintas situaciones, estas fronteras se han trasladado al propio cuerpo. Es el caso de la mujer en la sociedad patriarcal. Como los métodos antiguos que consistían en reducir a la mujer al espacio privado ya no son aplicables, dichos límites se trasladan al propio cuerpo femenino para construir una imagen homogeneizada de la mujer. A través de esta homogeneización se intenta evitar la formación de seres libres y originales, es decir, anómalos, capaces de cambiar la línea impuesta por el poder patriarcal. En los países como Irán, con un gobierno islamista, el poder teocrático intenta monopolizar la imagen femenina para conceptualizar y visualizar su ideología. Esta imagen homogeneizada e ideologizada es rechazada por gran parte de la población, que no se identifica con ella, y quiere exponer su heterogeneidad. Consecuentemente las ciudades iraníes, y específicamente la ciudad de Teherán, son escenarios de conflicto entre valores femeninos de la mujer terrenal y valores masculinos del hombre de Dios.

Aquí, en Occidente, los limites impuestos al cuerpo femenino están, sobre todo, reflejados en la publicidad; los mensajes publicitarios quieren encuadrar nuestra imagen mental de la mujer, nos presentan mujeres débiles, objetivizadas y cosificadas, u hombres incapaces de lavar su propia ropa y limpiar la cocina, etc.

¿Cuál es tu esperanza para el futuro?

Yo tengo fe en el poder de los valores femeninos.

Al pronunciar la palabra “femenina” no me refiero a las mujeres. Como dicen Deleuze y Guattari en el libro A Thousand Plateaus: Capitalism and Schizophrenia, desterritorializar al poder mayoritario, es un proceso continuo de devenir-minoritario, de devenir-mujer. Ser femenino es independiente de ser mujer, al igual que ser minoría es independiente del número. Yo creo que, si hubiera un cambio positivo en el futuro, sería la sustitución de los valores masculinos por valores considerados femeninos, y también la de los valores de la mayoría empoderada por los valores de las minorías, en el sentido deleuziano.

Yoko Hasei

Yoko Hasei ha nacido en Gunma, Japón. Es una chef japonesa establecida en Madrid, una de las pocas mujeres que trabajan en el mundo de la desconocida cocina kaiseki, singular expresión culinaria ancestral japonesa nacida en el siglo XVI, y cuya formación profesional es tradicionalmente reservada a los hombres. 

Desde muy joven Yoko soñaba con viajar alrededor del mundo y en convertirse en figurinista para cine y teatro. Se marchó a París para estudiar en Esmod, una de las escuelas de moda más antiguas del mundo, lo que la llevó a trabajar en el atelier del gran diseñador Christian Lacroix, pero regresó a Japón por la enfermedad de su padre para ocuparse de los negocios familiares. Pronto se aficionó por la gastronomía y realizó estudios de cocina kaiseki. Una vez en España, trabajó en dirección de hostelería en restaurantes. También se formó como sumiller especializada en sake y montó en Madrid una coctelería donde desarrolló propuestas centradas en el sushi. Posteriormente, gestionó la sala del restaurante ‘Terraza Cibeles’, en el edificio del Ayuntamiento de Madrid, y trabajó en el club de mujeres ‘Alma Sensai’. Dirigió la cocina y la sala del Restaurante Izariya y, ahora, presenta su cocina Kaiseki de cuidada estética y belleza en un entorno sorprendente y muy exclusivo en el Club Gastronómico LeclAb. La Chef Yoko Hasei participóen la última edición del congreso internacional de gastronomía Madrid Fusión con la ponencia `El renacer de la cocina Kaiseki´.

La cocina Kaiseki es originaria de Japón del S. XVI y unida a la ceremonia del té. Una cocina donde el número 5, que significa la perfección en el budismo japonés, es una forma de vida, un pensamiento y estructura mental definido por los cinco sabores: dulce, salado, ácido, agrio y picante, los cinco colores: el blanco (del arroz), negro, rojo, verde y amarillo, y las cinco preparaciones: crudo, cocido, plancha, frito y al vapor. El agua es imprescindible en toda la elaboración de la cocina kaiseki. La vajilla también es clave en la cocina Kaiseki, tanto que en algunos restaurantes japoneses cambia el precio del menú en función de la vajilla utilizada.

Síguela en Facebook: @yokohaseichef

Explícanos tu proyecto culinario. ¿Qué significa ser mujer en el sector de la gastronomía? ¿Cuáles han sido los retos, y como has superado las dificultades?

En la actualidad estoy preparando un nuevo proyecto centrado en la cocina Kaiseki tradicional para darla a conocer en España, y principalmente en Madrid. La cocina kaiseki es una cocina antigua que busca la combinación perfecta de los sabores que la compone, complementándola en el diseño de sus platos y en los colores de sus alimentos.

Si destacar en cualquier profesión a una mujer es difícil, posiblemente en el mundo de la gastronomía lo es mucho más, ya que siempre han sido grandes cocineros que han dominado este sector aunque siempre detrás de ellos ha habido una gran cocinera, madre, abuela etc…

Los retos han sido desde el primer día innumerables desde que llegué a España. Empezando por el idioma y continuando por hacerme conocer dentro del mundo de la restauración en Madrid y consiguiendo, cuando tuve la oportunidad, mostrar mi cocina a mis clientes, la cocina Kaiseki. La vida de los cocineros es un reto diario a todas las situaciones con las que nos enfrentamos y, en el caso de una mujer, estas se multiplican y nunca llegas a sentir que las has superado definitivamente.

¿Qué similitudes hay entre la cocina en España y en Japón? ¿Como la gastronomía crea puentes entre pueblos del mundo?

La gastronomía española y la japonesa se basan las dos en un elemento común, que es simplemente en el tratamiento de los productos de la forma lo más natural posible. Y así destacan los sabores con toda su naturalidad sin envolverlos en guisos, salsas, y condimentos que distorsionan los sabores puros.

La comunicación y el cruce de culturas han aportado mucho históricamente en las cocinas del mundo, influyendo tanto en los productos originales como en la forma de guisarlos para conseguir nuevos platos, texturas y sabores que complementen la gastronomía de las distintas culturas.

¿Cuál es tu sueño para el futuro? ¿Puedes darnos algún consejo?

Mi sueño es tener mi propio restaurante donde desarrollar todos mis conocimientos sobre la cocina Kaiseki tradicional tan desconocida actualmente en España.

Mi mensaje para todas sería que luchen por sus sueños y sobre todo que no se rindan y aunque las dificultades sean múltiples, que no pierdan nunca la esperanza de hacer realidad lo que más desean.

Manu Kaur

Noveprit (Manu Kaur) ha nacido en Calella, Barcelona, aunque su familia es originaria del Punjab, India. Sus padres emigraron a España en los años 90.  Acaba de publicar su primer libro – sin editorial – “Los Mundos de Kaur”, un testimonio intergeneracional sobre la experiencia migratoria de dos mujeres, madre e hija.

Manu Kaur es graduada en Turismo, y licenciada como Guía Oficial de Turismo en Catalunya, ejerciendo como guía de turismo actualmente. Paralelamente, estudió mediación civil, mercantil, y familiar, y mediación intercultural. También trabaja en proyectos interculturales y de integración.

Síguela en: Instagram: @losmundosdekaur @kaurtour. Web: www.kaurtour.com

Háblanos de tu libro, “Los mundos de Kaur”. ¿Cuál fue el impulso, la idea inicial? 

Es un libro sin editorial que narra la historia de dos mujeres: una mujer nacida en la India, y, fruto de un matrimonio concertado, de una adolescente nacida en Catalunya. Este proyecto no solo es importante para mí pero tambien lo es para muchas personas. Es un libro sobre los choques culturales que viven estas mujeres, entre varios mundos, sobre la vida de una mujer en la India, en su tierra, y aquí, de una historia que también he vivido muy de cerca. Quería compartir esta historia, y la mejor manera de hacerlo era a través de un libro. 

¿Cuáles son los retos en la sociedad para los jóvenes de familias indias nacidos en España? 

La sociedad esta creada por personas que tienen un vínculo a un mismo origen, y comparten las mismas costumbres, culturas, y tradiciones. Una persona joven como yo, no vive la presión de un matrimonio concertado, pero vive un choque cultural constante, por ejemplo, en el contraste de lo que pueden hacer las amigas y que ella no puede hacer, como pueden ser la manera de vestir, salir de fiesta, tener pareja. Todo se rige por “lo que dirán”, por ser hija de una familia india. 

¿Cuál es tu sueño para el futuro? y, para acabar, ¿qué consejo darías a otras mujeres? 

Uno de mis sueños era escribir este libro y ya lo he realizado. Profesionalmente, me gustaría montar mi propia empresa turística especializada en clientela proveniente de la India, para diferenciarme del resto.

El consejo que daría a otras mujeres es que no dejen de hacer lo que quieren y de perseguir sus sueños por lo que pensaran los demás, por la opinión de la sociedad que nos rodea. Perder tu propia felicidad para quedar bien con otras personas que quizás ni estarán a tu lado en los momentos importantes de tu vida no vale la pena y sería un gran error.

Nilofar Bayat

Nilofar Bayat es abogada, deportista paralímpica y defensora de los derechos de las mujeres afganas. Llegó a España como refugiada en agosto del 2021, pocos días después de la toma de Kabul por los talibanes.  Es capitana de la selección nacional afgana de baloncesto en silla de ruedas y trabajó como abogada en el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) durante 11 años. Ahora es jugadora del Bidaideak Bilbao BSR. Tambien ha creado una asociación de mujeres afganas. Este año, ha sido nombrada en la lista de las 100 mujeres más inspiradoras en el 2021. 

Síguela en: Instagram @bayat_nil

¿Cúal fue el mayor desafío a tu llegada a España como refugiada?

Cuando llegué a España desde Afganistán, mi mayor desafío fue el de la lengua con el castellano. No podía comunicarme y tampoco podía compartir mis emociones o sentimientos de manera adecuada.

También el proceso de acogida de refugiados sigue siendo muy complicado. Al tener documentos afganos, resulta muy difícil o imposible encontrar un trabajo: con estos documentos, no puedo trabajar aquí, y solo tengo la ayuda del gobierno para 18 meses.

¿Cuál es la situación de las mujeres ahora en Afganistán y cómo las podemos ayudar?

Las mujeres se encuentran en una situación terrible. Los talibanes arrestan a las mujeres activistas o que se manifiestan en contra. No pueden trabajar, ni estudiar en la universidad o en la escuela. Con el régimen talibán, las mujeres no son ni un género secundario, no existen. Los talibanes las tratan como si no existieran. Para salir de casa, una mujer tiene que estar acompañada por su padre, por su hermano o por su marido. No pueden viajar. No pueden hablar. No pueden reclamar sus derechos.

¿Qué podemos hacer? Podemos ser su voz. Debemos hablar de ellas, no podemos dejar que el mundo las olvide. Sobre todo, ruego que no se olvide una guerra porque ha surgido otra guerra. Las guerras son las mismas en todos los sitios. Solo tienen otros formatos, otras caras, pero una guerra sigue siendo una guerra en cualquier sitio.

¿Qué mensaje quieres compartir con otras mujeres refugiadas?

La vida no es nada fácil pero no todas las historias acaban mal, no todas las historias acaban de manera triste. Sí, estar forzada a dejar todo atrás para ir a otro lugar del mundo y empezar todo de cero es muy difícil pero lo más importante es, cada día, poder vivir un día más. Hay que ser fuerte, hay que trabajar duro y hay que ser positiva. Si existimos, si vivimos, cambiaremos el mundo, y, para empezar, hay que intentar cambiar nuestro propio mundo para que sea un lugar de paz para todas.

Macrina Alcedo

Macrina Alcedo Reconsal es pionera y miembro muy activa de la comunidad filipina en Barcelona. Lo que más la preocupa es el bienestar de la gente y ayuda en todo lo que puede mientras su salud se lo permita y desea que la siguiente generación también esté dispuesta a ayudar a los demás sin condiciones. 

Tiene 75 años, es jubilada, nativa de Cabaroan, Vigan (Llocos Sur, Filipinas) y nacionalizada española. Antes de llegar a España, ejerció como maestra en Filipinas durante 10 años. Salió del país en 1978 para dar un mejor futuro a sus hijos cuando se murió su primer marido. Ahora tiene 5 nietos y se considera feliz, pero recuerda que la trayectoria migratoria es un camino muy dificil, ya que debido a la dificultad con el idioma, no podía formarse y tuvo que trabajar como empleada del hogar.

Llegó a Barcelona sin conocer nada de la ciudad, de la cultura, ni de sus derechos, lo que animó a las personas llegadas de Filipinas a reagruparse. Macrina fue muy activa en el mundo asociativo, presidenta del SMPB, voluntaria de Centro Filipino- Eskuwelang Pinoy, miembro de Consejo Coordinadora de Independencia Filipina, coordinadora de Plataforma Fiipina, fundadora/presidenta de Asociacion Filipina Catalan (AFICAT), asesora de AFICA, miembro de la Federación Filipina–KALIPI, y después presidenta electa, y ahora, jubilada, sigue como consejera (activa) de KALIPI.

Recibió varios premios: en 2003, el premio Jose Rizal de Centro Filipino y Ayuntamiento de Barcelona; en el 2018, el “Empowered Women Award” de KALAYAAN Barcelona; en el 2019, Global Pinoy Idol y en el 2020, la Medalla de Honor 2020, otorgada por el Ayuntamiento de Barcelona.

¿Cuáles son los retos para las mujeres filipinas cuando llegan a España y cómo ha cambiado la situación? ¿Qué se ha logrado? 

Una mujer filipina tiene muchas virtudes: es valiente y capaz de afrontar los desafíos de la vida. En el país de origen, y es una tradición que poco a poco ha desaparecido, la mujer filipina tiene el papel de ama de casa, administradora, cuidar a los hijos, etc. Pero llega un momento en el que ser mujer no es solamente estar en casa, quiere avanzar y desarrollar su identidad, así que empieza a estudiar, busca trabajo y combina una vida profesional con el papel de ama de casa.  

Además, una mujer que migra encuentra muchas dificultades para adaptarse. Primero, el idioma. Las personas filipinas hablan el inglés, tagalog, o dialectos regionales. Asi, es difícil para una filipina encontrar trabajo fuera del ámbito del servicio doméstico. En los años 70, no existían las escuelas o centros donde una persona migrada podía aprender gratuitamente el idioma local. Segundo, la documentación. Regularizar la situación administrativa y legal es primordial para poder acceder a un trabajolas ayudas o los beneficios de la administración, etc. como cualquier otro trabajador en la sociedad en la que vive. Tercero, la añoranza de la familia, de los hijos, y del país de origen. No cabe duda, todas las mujeres filipinas echan muchísimo de menos a sus costumbres y como Filipinas se encuentra muy lejos de España, no es fácil regresar cuando uno lo necesita. 

Para superar estas dificultades, es importante relacionarse, buscar compatriotas para ayudarse en los momentos difíciles, reagruparse, encontrar personas que puedan informar sobre las ayudas o los beneficios se puede recibir de las administraciones gubernamentales o también no gubernamentales.

El asociacionismo en la comunidad filipina surgió en los años 80, inicialmente impulsado por las primeras mujeres que venían de diferentes regiones de Filipinas. Han trabajado y han luchado mucho junto con otras personas de otras culturas para conseguir derechos y ayudas particularmente a las trabajadoras del sector del servicio doméstico. Todo lo que se consiguió se consiguió con mucha paciencia y sacrificio. Ahora ya se ven los resultados de esta lucha: existen ayudas para facilitar la llegada en el país de acogida, la mujer filipina ya puede trabajar en otros sectores que no sean el del servicio doméstico, puede reagrupar a su familia, también puede formarse gratuitamente a través de servicios del Ayuntamiento o de la Generalitat de Catalunya. Si quiere puede emprender y empezar un negocio que le interese. Puede recibir todo tipo de apoyos si lo necesita. 

¿Cómo se puede ayudar a las mujeres que emprenden un proyecto migratorio? ¿Que les dirías?

En primer lugar, tienen que tener en cuenta la clase de proyecto que planean y que saben manejar (los productos, presupuestos, los sitios o lugares para emprender, los apoyos, etc.) La formación y estar informada son muy importantes para poder lanzarse en un proyecto de emprendimiento. ¡Para llegar a la prosperidad también son importantes la simpatía y la alegría! 

¿Qué consejo quieres compartir

Creo que el papel de la mujer tiene que ir más allá que el de ama de casa, a las órdenes de los hombres, pero se tienen que realizar ellas mismas. Tienen que hacer lo que les interesa, hacer lo que les gusta. La vida es corta, hay que aprovechar todas las oportunidades que pasan por delante. Ahora estamos en una nueva era donde las mujeres y los hombres deben tratarse en igualdad. Y a las jóvenes, les digo que son el futuro de la sociedad donde vivimos. Formarse, aprender muchos idiomas, viajar para conocer el mundo y otras culturas es muy importanteson afortunadas. Pero también es importante ayudar a los necesitados, solidarizar con los demás, y quitar el odio y el rencor con los mas débiles, así me gustaría que mis nietos lo hicieran para un mundo mejor y en paz.

Sanja Rahim

Sanja Rahim es graduada en Ciencias Políticas y Gestión Pública y tiene un posgrado en Migraciones Contemporáneas con especialidad en derechos y cohesión social. En los últimos años ha trabajado en el ámbito de las migraciones, concretamente en la acogida a personas en situación irregular a la ciudad de Barcelona. También se ha dedicado a la reflexión y la docencia.

En las próximas semanas se trasladará a Senegal para completar la fotografía de los recorridos migratorios. Le gustaría poder entender las causas que mueven a las personas a irse de su hogar, y como podemos plantear respuestas locales y globales.

Síguela en Twitter: @sanjarahim

¿Cuáles son los retos para las mujeres bengalís al llegar a España, y cómo se pueden superar? 

Por un lado, creo que la comunidad bengalí no es muy conocida, por lo que se desconocen las dinámicas comunitarias. En este sentido, las mujeres bengalíes recién llegadas ejercen de apoyo a la familia y a su proceso migratorio. Con el paso del tiempo, se autoempoderan para tener su propio proyecto personal. Que existan herramientas por parte de las instituciones locales y públicas para acompañar en la autoidentificación de su propio bagaje personal y competencias des del momento de la llegada puede ser una manera de integrarlas. Crear programas con itinerarios en la lengua materna y al mismo tiempo en las lenguas de acogida.

¿Qué dificultades has tenido que superar en tu trayectoria personal y profesional y cómo las has superado?

En mi caso el reto ha sido poderme sentir identificada como cualquier otro joven que haya nacido en Barcelona. Los rasgos físicos y mi identidad múltiple en alguna ocasión dan pie a preguntar y plantear estereotipos y prejuicios sin ser conocedores reales. Esto se traslada en los ámbitos tanto profesional como personal. Supero este reto haciendo activismo, intentando ser altavoz y explicar la realidad ya sea por redes sociales o en los espacios donde participo y también sensibilizando a mi entorno sobre la interseccionalidad y los ejes de opresión.

¿Qué esperas de la sociedad para el futuro? 

Estamos en un momento de cambio. Quizás no todos los jóvenes nos identificamos con las políticas que se plantean, no nos sentimos aún parte de esta sociedad por el mero hecho de ser racializado. Pero hace falta alzar la voz para visibilizar esta realidad, quizás a nosotros nos toca gritarla para que haya un cambio real.

También es necesario hacer de nuestras herramientas, las de todas. Por ejemplo, ¿Por qué no ofertar el bengalí en los colegios como extraescolar? ¿Por qué no abrir miras y cambiar el francés por un idioma mayoritario en la ciudad? ¿El coreano, el chino…? Todo aporta y suma.

Kiran Khan

Kiran Khan es mediadora intercultural y periodista. Ha llegado con sus dos hijos a Barcelona desde Pakistán hace 11 años tras un proceso de reagrupación familiar. Ahora tiene nacionalidad española. Antes de venir a España se formó y ejerció como profesora de primaria y periodista de prensa escrita. 

Síguela en: Youtube, Instagram y Facebook

¿Cuáles fueron tus principales retos en el ámbito profesional? 

Los mayores desafíos a los cuales me enfrenté fueron, primero, el idioma. Cuando llegué a España, no sabía hablar el castellano. No podía comunicarme, ni realizar cualquier actividad que requiriese comunicarse, ni para estudiar, ni para trabajar. Para superarlo, seguí las clases de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI).

Cuando ya logré superar este obstáculo, empecé mi largo trayecto de Formaciones Profesionales en varios sectores como: Turismo, Atención al Público, Mediación Comunitaria, entre otras. También empecé un proceso de homologación de mis diplomas obtenidos en Pakistán. Estudié una doble carrera, la de enseñanza y la de periodismo. También hice un master en “Teacher Education” de la Universidad de Islamabad.

Posteriormente, colaboré con varias fundaciones y entidades dedicadas a la atención a las personas migradas (Fundación Surt, Migra Studium…), en proyectos del Ayuntamiento de Barcelona (Proyecto XEIX, Barcelona Activa…), y también trabajé como voluntaria enseñando el inglés y el urdu a las mujeres, niñas y niños paquistaníes en escuelas públicas y centros cívicos.

Paralelamente, retomé mi pasión por el periodismo, trabajando para canales paquistanís como Bol News y un periódico que se publica desde Inglaterra, el Daily Ausaf. También he creado mi propio canal Youtube “Kiran Khan Official” con entrevistas y reportajes. Llevo un poco más de siete años de experiencia y me interesaría ahora colaborar con medios internacionales.

También he tenido que luchar mucho, soy separada con dos hijos y todos mis esfuerzos se centran en un mismo objetivo, el de mantener económicamente tanto a mí como a mis dos hijos, y todo esto, lo hago sola, sin la ayuda de nadie.

¿Cuál son las dificultades de las mujeres pakistaníes cuando llegan a España y cómo las pueden superar? 

Las mujeres pakistaníes en España se enfrentan a muchas dificultades, por ejemplo, las diferencias culturales. Es un reto muy importante para mujeres como yo, pero, poco a poco, intentamos cambiar y nos adaptamos.

El idioma también es una mayor dificultad, al tener que aprender una lengua completamente distinta a nuestra lengua de origen, todo resulta más difícil.

Para las mujeres pakistaníes, y para las niñas, el tema de la educación también es un reto. Hay familias que no dejan a las jóvenes estudiar y “alimentar su mente”. Las familias que lo permiten son una minoría, pues las que tienen esa oportunidad tienen que intentar aprovechar este derecho para transmitir la voz de las que no la han tenido.  También podríamos organizar sesiones de información con las familias para explicar la importancia de estudiar y las opciones de estudio. Las mujeres pakistaníes tienen mucho potencial y talento. Las que consiguen salir de la opresión luchando por sus derechos y superando las numerosas dificultades, pueden llegar a ayudar a las que todavía están en este proceso, convirtiéndose así en un puente entre las dos culturas, occidentales  y orientales, superando, por lo tanto, todos los limites impuestos y mejorando la sociedad.

¿Cuál es tu esperanza para el futuro? ¿Puedes compartir algún consejo basado en tu experiencia?

Mi único deseo en el cual tengo mucha esperanza es que todo mi sufrimiento y mis esfuerzos no sean en vano. Quiero que den fruto motivando así a la población y a lo que es lo mas importante para mí, mi única familia, mis dos hijos. Quiero que ellos también sienten la responsabilidad de mejorar su entorno y lo hagan aún mejor que su madre.

Mi consejo para otras mujeres sería que, dadas todas las circunstancias y limitaciones que una persona padezca, siempre se tiene que trabajar en uno mismo para intentar mejorar cada día y liberar el potencial que todas las mujeres de todo el mundo llevamos dentro y así poder mejorar nuestro futuro.

Compartir