07/03/2024 | Actualidad

Con motivo del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), Casa Asia publica una serie de ocho entrevistas a mujeres de las diásporas asiáticas en España, cuyas trayectorias personales y profesionales son valientes, inspiradoras y transformadoras. 

Ya están disponibles las primera entrevistas, y a lo largo del mes de marzo completaremos este especial del Día Internacional de la Mujer con el resto de entrevistas.

Saba Mohamed Bibi

Pakistán - Santa Coloma de Gramenet

Xiao Xirou

China - Madrid

Shreyashee Nag

India - Barcelona y Madrid

Karima Shujazada

Afganistán - Barcelona

Kayoko Nakata

Japón - Barcelona

Jelyn Dimaculangan / Pinay sa Barcelona

Filipinas - Vilanova del Vallès, Barcelona

Duangruethai Reokarn (Ann)

Tailandia - Sant Quirze del Vallès

Haesung Yoon

Corea - Valencia

Saba Mohamed Bibi

Saba es una joven investigadora en nutrición y salud que trabaja para visibilizar y apoderar a las mujeres pakistaníes y convertirlas en embajadoras de hábitos alimentarios saludables. Con 26 años Saba ha pasado la mitad de su vida en Pakistán y la otra mitad en España. Llegó a los 13 años, era su primera vez en Europa, y se encuentra ahora en la recta final de su doctorado en Alimentación y Salud por la Universidad de Barcelona. Saba también ha sido dinamizadora del programa AFEX de Casa Asia durante tres años.

Llegar a los 13 años sin saber una palabra de catalán o de castellano y estar ya a punto de terminar el doctorado sin duda es una historia inspiradora para otras personas jóvenes que se han encontrado en la misma situación. ¿Nos puedes explicar los retos a los que te has enfrentado y como has superado las barreras?

Llegué con 13 años, por el programa de reagrupación familiar, con mis hermanos, mi padre ya llevaba mucho tiempo aquí. Fue muy complejo al principio, dejé a mis amigas y familiares atrás, no conocía el idioma, ni el sistema educativo, era mi primera vez en Europa. Venimos de la zona rural y en mi pueblo, no había colegio, teníamos que ir al pueblo de al lado para estudiar. Pero poco a poco, empecé a adaptarme gracias a la ayuda de mi padre que hablaba castellano, y también de las profesoras y profesores del colegio. Cuando todavía estaba en Pakistán, mi padre me trajo un libro en catalán, “Els llibres de la Nur” y me dijo que era importante que fuera aprendiendo esta lengua. Al llegar aquí, empecé a leer los libros de la biblioteca, y, aunque no los entendía, iba apuntando las palabras para aprender el vocabulario. Poco a poco me fui adaptando hasta llegar al bachillerato, una etapa muy compleja. Por primera vez, me encontré con situaciones de discriminación en la clase cuando a los y a las alumnas migradas nos orientaban en los ciclos superiores. Yo quería estudiar en la universidad, estaba determinada, fue muy difícil, sobre todo el segundo año, pero lo acabé. También fue difícil porque no sabía quién consultar para asesoramiento, en mi familia nadie había estudiado aquí y no podían ayudarme. Al acabar la selectividad en septiembre, entré en la universidad, en la carrera de nutrición.

¿Y cómo has llegado a lanzarte en la investigación en los temas de nutrición y salud?

Cuando empecé a estudiar, vi que, tanto en mi familia como entre los familiares de mis amigas de origen pakistaní, había mucha prevalencia de diabetes y enfermedades cardiovasculares. El primer año de universidad mi padre tuvo un ataque cardiovascular, se recuperó y ahora está bien. Era algo muy común, y en edades jóvenes. Estas enfermedades están directamente relacionadas con el estilo de vida, por eso decidí iniciar una línea de investigación sobre este tema. En mis prácticas hospitalarias también me di cuenta de que el profesional sanitario no tenía el conocimiento y las herramientas para poder ayudar a las personas de origen pakistaní. Como yo podía hablar urdu, castellano, catalán, inglés, y panjabi y conocía ambas culturas, podía generar puentes interculturales con la comunidad a través de la investigación. Así empecé a estudiar, seguí con el máster, y a los 23 años, empecé el doctorado en la Universidad de Barcelona. Nos dimos cuenta de que las mujeres pakistaníes eran uno de los colectivos más invisibles, con más prevalencia de estas enfermedades y más dificultades para acceder al mundo laboral. Decidí visibilizar a las mujeres a través de la investigación, empoderarlas y convertirlas en embajadoras de hábitos alimentarios saludables, entonces aquí empecé la tesis que hemos implementado.

Has trabajado la alimentación en dos líneas: la salud y la creación de vínculos sociales. ¿Es la comida la herramienta ideal para esto?

Hay varias razones, primero, estas enfermedades están muy relacionadas con el estilo de vida: alimentación, ejercicio físico, horas de sueño, estrés… Segundo, las mujeres pakistaníes llevan el tema de la alimentación en casa y son expertas en eso, si influimos sobre sus hábitos, el impacto será más grande a nivel familiar. Además en este primer proyecto no quería abarcar temas muy complejos, sino encontrar un terreno en el que todas se sintieran a gusto.

¿Cuál fue la participación de las mujeres pakistaníes en el proyecto?

Es un proyecto de la tesis. Han participado unas 140 mujeres, de las que 70 formaban parte de mi grupo de intervención, en Santa Coloma. Han participado en una formación de 10 sesiones, diseñadas teniendo en cuenta aspectos culturales y lingüísticos, con sesiones en urdu y panjabi y material traducido también al catalán.  Se dividieron en subgrupos de unas 15 personas y dependiendo de dónde vivían buscamos un espacio de encuentro para realizar la sesión, sea una biblioteca, una entidad, un colegio cerca. Esto sirvió para que conocieran los espacios del barrio. Después de las sesiones, se evaluaron los cambios en la alimentación, y vimos mucha mejora. Hemos publicado datos y 3 artículos científicos. También hemos visto que las mujeres se han convertido en embajadoras de hábitos alimenticios saludables. Los ayuntamientos han empezado a interesarse en el proyecto y surgieron más colaboraciones.

El nivel de participación de las mujeres ha sido muy alto porque se les implicó en un proyecto que respondía realmente a sus necesidades e intereses. ¿Cuáles fueron los factores de éxito del proyecto?

En el 2018-2019 fue cuando empecé a ver que se publicaban algunas noticias en “El Crític” y otros medios, diciendo que las mujeres pakistaníes eran muy invisibles, pero yo me preguntaba, ¿qué se estaba haciendo para visibilizarlas? ¿hay algún proyecto? Al contactar con las entidades muchas me decían no participaban en los cursos, pero quizás ellas no recibían la información o no entendían bien de que trataba el curso, o este curso específico no les interesaba. Muchas mujeres no saben escribir. Para diseñar este tipo de estrategia, es vital que las propias mujeres participen en todas las etapas. Creo que en parte el éxito de mi proyecto se debe a que haya sido cocreado con las mujeres, yo no he impuesto lo que yo pensaba, sino que nos hemos sentado con ellas, hemos hecho casi seis grupos de intervención tanto antes como después del proyecto y hemos preguntado qué era lo que querían aprender, dónde querían empezar.

¿Cuáles son tus planes de futuro?

Cuando empecé, no había ningún proyecto de este tipo y muchas personas decían que era muy complejo, que no había evidencias y preguntaban cómo podría justificarlo, y una de mis directoras del grado me dijo que si no había evidencia, la íbamos a crear nosotras. Y es ella con quien empecé el proyecto y ahora que estoy finalizando la tesis, seguimos trabajando juntas. Pensé que alguien debía dar el primer paso ante tanta necesidad porque, por un lado, las enfermedades están aumentando, la población pakistaní está creciendo, ahora ya es quinta población extranjera en Cataluña, y tampoco existen programas adaptados de promoción de hábitos saludables pero son necesarios. Cuando yo empecé mi doctorado había muchas barreras como por ejemplo la falta de un equipo de investigación sobre este tema lo que podría ser una barrera a la hora de buscar financiación para la tesis. Pero encontré financiación. Estaba tan apasionada por este proyecto que no me importaban las barreras. Las superé todas.

Al año de empezar la tesis, presenté mi proyecto en una iniciativa del Colegio de Dietistas Nutricionistas y ganó el premio de la mejor tesis del año llevado a cabo por una dietista nutricionista y conseguí una beca para poder hacer algunas publicaciones. También empezamos proyectos en el mismo hospital en el que hice mis prácticas, Germans Trias i Pujol. En estos proyectos colaboraron las mujeres que habían participado en el proyecto de mi tesis. Las mujeres ahora trabajan y colaboran en los CAPs y en algunos ambulatorios.  Y me acompañaron a un centro de investigación que se llama Fundación Alicia, en el que se tomó la iniciativa de diseñar material cultural y lingüísticamente adaptado a la población pakistaní, colaboraron para crear material educativo adaptado, nunca se había visto antes. Hemos publicado mucho material, tanto para los profesionales sanitarios como para las personas que se dedican a la investigación, y una guía de alimentación saludable en catalán y urdu, que está disponible, y se puede descargar. Ahora se está replicando el proyecto a otras comunidades.  Han surgido muchos proyectos financiados en parte por los ayuntamientos y entidades de salud pero suelen ser proyectos cortos, y no es suficiente para realmente cambiar las cosas a largo plazo.  Me ha costado mucho esfuerzo convencer, al principio no sabía cómo reaccionarían las mujeres, fui a muchos seminarios con ellas, fui a las mezquitas, a las entidades donde están aprendiendo idiomas, a los sitios donde ellas suelen reunirse, o a hablar con las mujeres que tienen impacto en la comunidad y poco a poco empecé a recibir mucho apoyo de las mujeres y de los hombres, y se unieron muchas al proyecto. Nos dimos cuenta de que era el sistema él que ponía límites a la participación laboral o académica de las mujeres.

 ¿Quieres dedicar un mensaje a las mujeres jóvenes?

El mensaje que quiero darles sobre todo a las jóvenes y niñas recién llegadas de Pakistán es que debido a las barreras idiomáticas una puede llegar a sentir que no hay salida a una situación o que no tendremos oportunidades: es normal sentirse así, pero hay que seguir formándose, y estudiando.  Es importante seguir adelante porque si trabajamos a algún sitio llegaremos. Quizá yo no habría imaginado llegar a hacer una tesis doctoral, pero tenía asumido que tenía que hacer una carrera, un máster y estudiar. Yo también he tenido momentos duros en los que quería dejarlo todo pero hay que seguir, siempre.  Y luego a la gente de mi edad quiero decirles que nuestros padres fueron los primeros en emigrar y que somos la primera generación que ha conseguido entrar en sitios oficiales y de poder, y que debemos tener en cuenta a estas personas que sacrificaron tanto por nosotras y que les incluyamos en nuestras propuestas y proyectos. Eso es lo que quiero transmitir.

Y para acabar, nos gustaría saber cuál es tu plato favorito…

Mi comida favorita de Pakistán es Daal Chawal (arroz con lentejas). Para convertirlo en un plato saludable es importante que la mitad sea de verdura. Comparto la receta publicada con la Fundación Alicia.

Entrevista realizada por Gaëlle Patin Laloy y Noelia García Sánzhez, Programa Interculturalidad de Casa Asia, el 29/02/2023. 


OTROS ENLACES QUE SABA COMPARTE:

Guia d’alimentació cardiosaludable per a la població pakistanesa

Artículos publicados por Saba Mohamed Bibi

Video realizado por la Fundació Tot Raval “Cuina la teva salut”

Xiao Xirou

Xirou Xiao es una joven artista nacida en China que reside en Madrid desde 2013. Doctoranda en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, trabaja como artista, educadora e investigadora. También es performer, productora y mediadora artística e intercultural. Es creadora y directora de Cangrejo Pro, co-fundadora de Liwai Acción Intercultural; miembro coordinadora de la Red de Diáspora China en España y del colectivo Mesa redonda de jóvenes artistas de origen chino. Colabora en acciones artísticas, culturales y educativas con las instituciones culturales en España.

Xirou: Acabo de llegar de una reunión con otras artistas de la diáspora poque estamos preparando otra performance para una exposición con el Museo de Antropología y entonces…

Casa Asia: … entonces estas bien

Xirou: Si, con la cabeza refrescada, creativa

Casa Asia: ¿Nos puedes explicar un poco tu historia y como has llegado a España?

Xirou: Estudié bellas artes en China, y en el último año de la carrera, hice la creación de mi TFG, una video performance que realicé en España, mientras aprovechaba mi estancia en Burgos para estudiar castellano. Ahora llevo 11 años viviendo en España y antes del verano podré presentar mi tesis doctoral, sobre mi proyecto de creación de un grupo de performance “Cangrejo pro” con jóvenes mujeres chinas en Madrid. Llegué a Burgos porque la academia de lenguas dónde estudiaba en China tenía un convenio con una academia allí.

Casa Asia: Tu camino te ha llevado de las artes plásticas al teatro, y de China a España, y del arte a la educación, ¿puedes explicar cómo?

Xirou: Estudié artes plásticas, pintura, acuarela, de pequeña aprendí también la caligrafía con un amigo de mi abuelo y cuando era pequeña, también bailaba. Hacía chachachá, samba, rumba, quizás por esto acabé estudiando la lengua española. Me gustaba mucho la música y el arte de México. Estaba atraída por el arte de Latin America y de España. Luego hice un máster en bellas artes relacionado con la educación artística y empecé a investigar sobre el Arte Acción con la comunidad china. Llevo 10 años trabajando el tema de Arte Acción y performance con la comunidad china en Madrid. El doctorado me permite profundizar el tema, y crear un nuevo proyecto, Cangrejo Pro.

Casa Asia: ¿Como se ha transformado tu relación con el arte hasta utilizarlo como herramienta para la educación?

Xirou: ¿Cuándo estaba estudiando bellas artes en China, pintaba bien y disfrutaba del proceso, pero en el segundo año de carrera empecé a preguntarme para qué servía el arte. Y busqué respuestas a la pregunta ¿Para qué sirve el arte? La educación es una respuesta. Empecé a estudiar educación artística en la Complutense, con 4 enfoques muy interesantes: la salud, la educación artística y la educación no formal, los museos y el ámbito social. Así descubrí las posibilidades de transformación con la comunidad.

Casa Asia: Todos los aspectos de tu vida están relacionados con el arte y la educación…

Xirou: así es, se llama a/r/tógrafa (artista+educadora+investigadora)

Casa Asia: Como art-ivista…

Xirou: No me refería a este concepto porque no me posiciono como activista social o política, aunque por supuesto todo lo que hago tiene resonancia con ello.

Casa Asia: Trabajas mucho el concepto de la diáspora, es un concepto que abarca un gran abanico de perfiles, identidades, experiencias y trayectorias, ¿cómo defines la diáspora?
Xirou: Descubrí el concepto solo en el 2018 cuando participé en 我们, 我们. Wǒmen, wǒmen. I Encuentro de la Diáspora China en España. En esta primera actividad de encuentro justo nos hicimos la pregunta ¿qué significa la “diáspora” para nosotras? Es una palabra muy inclusiva y neutra. Inmigrantes, migrantes, emigrantes…todas estas palabras implican un desplazamiento, una dirección, pero “diáspora” para mi es un recipiente amplio y quien se identifica con la diáspora china, puede identificarse si quiere y si en algún momento, ya no quiere identificarse como tal entonces puede hacerlo, cada uno se puede identificar como quiere. Y depende del contexto en el que se utiliza, yo no le diría a mi madre en China que soy “diáspora china. Soy consciente de que las identidades sociales y políticas son nómadas, son cambiantes, pero tengo autonomía para decidir un posicionamiento que puede cambiar.
Casa Asia:  ¿y lo decides tu o, a veces, la sociedad?

Xirou:  intento hacerlo yo, pero por ejemplo, antes de venir a España no tenía que pensar si era “china”. Pero la mirada de los demás es como un espejo de cómo me ven los demás, es como ponerme una etiqueta, y que no soy dueña de mi identidad, pero no me definen las etiquetas que me ponen. Si quiero decir que soy una mujer china joven lo digo, y con mis amigas quizás no hace falta, pero puede que lo hagamos igualmente, hay etiquetas, pero soy yo quien intento tener la autonomía para ser identificada, con quien y cuándo. Yo defino quien soy al mundo. Es la capacidad de poder fluir. Pero fluir no es una liberación total, es un posicionamiento concreto y específico.

Casa Asia: Ahora hay en España muchas y muchos artistas jóvenes chinodescendientes, cineastas, escritoras, actrices, bailarinas, poetas. Son quienes transforman no solo las diásporas, sino toda la sociedad. Y es una oportunidad para todos. Hubo varias iniciativas de creación de redes, de colectivos…

Xirou: En el 2018 el grupo motor de las artistas de la diáspora aún estaba iniciándose y no nos identificábamos como un colectivo, no teníamos una identidad colectiva, no como por dar por sentado una identidad colectiva sino el hecho de crear una nueva identidad colectiva. Cuando nos dimos cuenta de esta situación, quisimos conocernos más. Pero la diáspora china es muy heterogénea y es un proceso complejo abarcar todas las diversidades dentro de la diáspora, no solo en los perfiles (adoptada, crecida en España, nacida, estudiante, migrada, clase social, identificación sexual etc), no es fácil y cuando se habla de la identidad personal y de la identidad colectiva, se debe tratar con mucha sensibilidad. Precisamente uno de los objetivos de mi investigación es cómo se pueden crear lazos para abrazar la heterogeneidad de la diáspora, desde dentro para que cada uno se sienta identificado y tenga un vínculo con esta nueva colectividad. De allí surgió mi tesis que se llamaba “Una nueva colectividad” o una subcomunidad.

Casa Asia: ¿subcomunidad dentro de la sociedad española y dentro de la propia diáspora?

Xirou: “subcomunidad” es un concepto, al que he dado una nueva definición y una categoría para poder definir lo que estamos creando, pero no hay significativos de inferioridad, es un grupo dentro de la comunidad con sus particularidades, es como un concepto matemático.

Casa Asia: Entonces la comunidad existe si existen esas subcomunidades, porque si las quitas todas ya no queda nada del concepto de comunidad.

Xirou: En el 2018 no existían tan fuertemente estos vínculos, y ahora empezamos a crear lazos a nivel estatal. Tenemos compañeras en Barcelona, Valencia, Salamanca, Sevilla, Galicia…

Casa Asia: ¿Puedes hablar un poco de los apoyos que has conseguido para tus proyectos? ¿Cuál es la relación con las instituciones públicas y privadas?

Xirou: es una pregunta muy compleja, pero me encanta. Además, es uno de los puntos de mi tesis doctoral. Para mí también es un tema muy importante, porque hasta este momento todos los proyectos personales y colectivos se han hecho con las colaboraciones institucionales. En general, cuando hacemos un proyecto invita una institución, que tiene interés en trabajar con nosotras porque quieren trabajar con la comunidad china y no tienen acceso. A veces quieren trabajar conmigo porque soy artista, mujer… y es interesante para su público. El tema con las instituciones es que cuando sentimos que lo que hacemos tiene mucho valor, no se trata solo de recibir el apoyo institucional, pero también por parte nuestra de apoyar a las instituciones para sus objetivos. Es una relación de colaboración bilateral. La institución ofrece recursos económicos y visibilidad, pero nosotras ofrecemos contenidos y creatividad. Son colaboraciones institucionales con dinámicas de poder equitativas.

Casa Asia: Es muy interesante, como si se replantearan las relaciones artistas-instituciones.

Xirou: estas ideas vienen de un proceso personal y profesional constante de reflexión. De leer, de ver, sentir, de cómo reflexionar en base a mis propias experiencias. He podido llegar a este posicionamiento y a este discurso a través de un largo camino. Por ejemplo, Sara Ahmed hablaba de cómo no dar por sentado el discurso, si yo siento algo que me chirria puedo observar y preguntarme ¿por qué debo aceptar ese discurso? ¿Por qué no estoy de acuerdo? Y desde ahí, hackear mi lenguaje. Entiendo que en el mundo cultural y el arte hay mucha precariedad, y en cierto modo yo ya tengo un privilegio para poder compartir contigo ahora una entrevista y otra gente no. Reconozco mi privilegio, y de ahí necesito pensar qué digo yo también desde el colectivo (no como la portavoz, sino comprender y transmitir más necesidades de más gente).

La mayoría de las invitaciones que recibimos provienen de las instituciones públicas. Pero por ejemplo en Madrid cuando se impulsaron políticas de participación ciudadana, fue como el inicio de una ola. De ahí es de donde justamente yo he podido surfear esa ola, para poder llegar a donde estoy ahora mismo.

Casa Asia: ¿Sobre tu proyecto actual quieres comentar algo?
Xirou: Mi proyecto ahora es una exposición colectiva con la diáspora china en España con el Ministerio de Cultura de España y el Museo Nacional de Antropología. Luego en Cangrejo Pro, la compañía sigue recibiendo invitaciones, en este caso para realizar acciones, por ejemplo en breve iniciamos el proyecto con el Centro Dramático Nacional, que conecta el teatro y el barrio, somos una de las cuatro compañías invitadas.  y a nivel personal, terminar la tesis, presentarla cuanto antes. También sigo con el proyecto 天马行空 Tiān Mǎ Xíng Kōng con familias chinas y el Museo Reina Sofía. >y Pero Y mi sueño para el futuro es que tengamos nuestro centro cultural propio.

Casa Asia: ¿y qué mensaje quieres transmitir a otras mujeres jóvenes?

Xirou: Quiero compartir unas frases: Confiar en vosotras mismas y en vuestro poder como mujer y como persona, mimaros, amaros, quereros a vosotras mismas. Tenemos mucho valor y podemos para estar juntas y, simplemente ser en este mundo.

Casa Asia: Y para acabar, nos gustaría saber cuál es tu plato favorito…

Xirou:  Mi plato favorito es… las patatas saleadas de mi abuela.

Otros enlaces que Xirou comparte:

Instagram: @xirouxiao @cangrejopro @liwaiai

Entrevista realizada por Gaëlle Patin Laloy, responsable del Programa Interculturalidad de Casa Asia, el 01/03/2023. Contacto: [email protected]

Shreyashee Nag ha nacido en Calcuta (India) y vive ahora entre Barcelona y Madrid.  Es ingeniera, con un MBA y una larga carrera en el sector “Oil and Gas”. Además, es bailarina profesional con estudios superiores de danza clásica de la India, kathak y ahora, maestra de danza kathak y coreógrafa. Ha creado una escuela de danza en BarcelonaNupura. Su trayectoria conecta el mundo corporativo y el cultural. Es ganadora de Premio Critica de Catalunya 2023 (categoría mejor bailarina) para la obra Above dirigida por Gaston Core. 

Casa Asia: Has nacido en Calcuta, pero has crecido en África, ¿cómo has llegado ser coreógrafa y bailarina de kathak en España?  

Shreya: Cuando formas parte de la diáspora, creas un vínculo fuerte con tu país de origen. Siendo bengalíes, mientras vivíamos en África, mis padres se aseguraron de que estudiara danza, canto, y música clásica de la India y los fines de semana mientras otros niños iban a las fiestas de cumpleaños yo tenía que ir al templo hindú a aprender sanscrito. A los 16 años cuando volví a la India, acabé el bachillerato e hice la carrera de química, luego fui a Estados Unidos a estudiar y vine a España con un intercambio universitario. Paralelamente estudiaba danza.  Trabajé en Madrid en el mundo corporativo en una empresa internacional de ingeniería y un día pensé que tenía que retomar mi carrera de danza porque estuve bailando desde los 4 años. En ese momento, ya tenía un hijo, era mujer-madre y mujer-trabajadora en una multinacional pero algo me picaba, pensaba, ¿qué pasa con mi carrera artística? No podía quedarse en un armario. Y un día en el que estaba estresada con todo, decidí lanzar este proyecto.  Curiosamente lo que hice al día siguiente fue mandar un correo a Casa Asia, que encontré en internet y poco a poco, no sé cómo, la vida me guió y llegué a tener contacto con un gran equipo en Barcelona. 

Casa Asia: ¿Has empezado con un espectáculo y has acabado creando una escuela de danza? 

Shreya: Si, empezamos a hablar y a trabajar. montamos la primera producción de “Sóc Txitrangada” que tuvo un éxito increíble. Luego, gracias al interés que había en Barcelona, pudimos tirar adelante y abrir un centro cultural. Recibimos apoyos del ayuntamiento de Barcelona, de la embajada india en Madrid… Acabe dejando mi trabajo en el mundo corporativo para poder dedicarme el 100% a la danza, formé mi propia compañía, y así, mi carrera hizo un giro de 180 grados, fue todo muy positivo.  

Casa Asia: ¡Fue un cambio radical! 

Shreya: A veces la gente tiene miedo de lanzarse en un camino relacionado con la cultura. Pero la verdad es que el miedo es lo peor en la vida. 

Casa Asia: ¿entonces tú no has tenido miedo?  

Shreya: Sería mentira decir que no tengo miedo, pero el miedo es necesario porque te mantiene en alerta, pero tiene que ser lo justo para que para que, aunque tengas miedo y estés en alerta, puedas continuar adelante con tus proyectos. 

Casa Asia: Entonces es tu experiencia en la diáspora que te ha llevado a estudiar danza y música de la India paralelamente a tus estudios, en Barcelona ¿pasa lo mismo? 

Shreya: Este es el mensaje que llevo diciéndole a la diáspora, a la gran comunidad que tenemos en Barcelona, que la identidad cultural es vital. La comunidad es muy heterogénea y hay muchos jóvenes que son españoles o catalanes, y es muy importante que se tenga en cuenta el legado cultural para tener raíces no solo en España, pero también en la India. Mi mensaje a la comunidad india es que no tengan miedo en empujar a sus hijos hacía la danza y la cultura india para que tengan un vínculo con el país de origen de sus familias. Porque la música y danza clásica de la India no es solo danzar, bailar y cantar, sino que es todo un estudio de la historia de la india, mitología, sociología, antropología… Aunque supone muchos esfuerzos, el estudio de la danza y la música forma parte de una formación integral y completa de vida.  

Casa Asia: Abrir una escuela de danza no se trata solo de arte, también tiene que ser un negocio.   

Shreya: Es la única manera de hacerlo. Para mí, cultura y mundo corporativo no son conceptos separados, las personas que trabajan en el sector cultural, las artistas, tienen que comer, no siempre se tiene que depender de una subvención. Hay que buscar la autosuficiencia. Una bailarina tiene sus gastos igual que un ingeniero. Una escuela de danza es una empresa. El sector cultural es parte del mundo corporativo. En Nupura, tenemos administrativos y 8 profesores y todos ellos cobran su trabajo, como tiene que ser. Un artista no tiene que sobrevivir, pero vivir. Es importante cambiar el chip, pensar que la cultura no genera dinero es una grandísima equivocación. 

Casa Asia: Cuando has abierto el centro en Barcelona, tenías pocas estudiantes de las diásporas, ¿ha cambiado la situación? 

Shreya: Ha cambiado muchísimo y de forma muy positiva. En 2013-2014, en Sant Gervasi, otro barrio, abrió en Barcelona a la gente no le gusta mucho moverse de su barrio.  Yo soy de Calcuta y para mi San Gervasi y el Raval están al lado. La diáspora india y asiática está en el Raval y la escuela les parecía lejos. Si tienen comercios, era complicado llevar a los niños a bailar en otro barrio. En el 2020, abrimos un centro en Paral·lel, también donde están todos los teatros… es un sitio muy estratégico y es cuando hizo un boom. De repente tuvimos muchas peticiones de inscripciones y muchos se quedaron sin plaza. Siempre hemos tenido grandes apoyos, Casa Asia, el ayuntamiento… y hemos tenido colaboraciones muy bonitas como con la Sala Hiroshima… Y estoy super orgullosa porque no solo tenemos un gran número bailarines de la India y de Cataluña, pero también de Sri Lanka, Bangladesh, Filipinas, Pakistán… 

Casa Asia: ¿Nupura tiene otros proyectos que no sean de danza? 

Shreya: Si, pensamos en proyectos en los que no se tiene por qué bailar para las personas que no quieren: cantar, poesía…hemos montado recitales de poesía con diáspora pakistaní e India y fue muy bonito. G: ¿Qué haces en Madrid? 

Casa Asia: ¿Que haces en Madrid? 

Shreya:  Ahora estoy viviendo entre Barcelona y Madrid, y se ha duplicado o triplicado mi trabajo.  Estoy trabajando con todas mis fuerzas tanto para los proyectos en Barcelona como en Madrid, y también estamos hablando con diversas instituciones para montar un centro en Madrid, con un formato más institucional.   

Casa Asia: ¿Para promover las relaciones entre la India y España? ¿Qué papel está jugando la diáspora en las relaciones entre ambos países? 

Shreya: En los años 90, la gente que salía de la India se veían como «traidores”, pero también se admiraban por el hecho de trabajar en el exterior. Esto ha cambiado muchísimo con el gobierno actual, nuestro primer ministro ha cambiado esta mentalidad completamente y ha nombrado a toda la diáspora india como el actor principal para el intercambio entre dos países. Es la diáspora india que difunde una imagen positiva de la India en España.  Es una gran responsabilidad para la comunidad, somos embajadores de nuestro país en el extranjero. Participe en el evento que organiza el gobierno cada 2 años en el que invita a unas 40 personas de alrededor del mundo para explicar lo que estamos haciendo, antes no se hacía. Yo representaba el sector cultural pero también había del sector corporativo, consultores, etc. Lo importante es el objetivo, saber cómo podemos trabajar con instituciones locales en España, esa preocupación antes no existía. Se ha fortalecido el sentimiento de pertenencia a una identidad compartida de la diáspora india.  

Casa Asia: A lo largo de tus experiencias, ¿has sufrido o como mujer o como mujer india algún tipo de discriminación?  

Shreya: En el mundo corporativo, aquí en España,  en el sector del petróleo y el aceite, como una  mujer india de 24 años, recién graduada, trabajando en un mundo de hombres con muchísima experiencia, no sentí ningún tipo de discriminación, al contrario, beneficié de la imagen positiva que tiene la India en tecnología y software.  En el mundo cultural siempre me abrieron puertas, pero también es verdad que venía con proyectos interesantes, siempre poniendo al colectivo y no a mi en primer plano. Pero no debemos ignorar que hay gente que sí que ha vivido esa discriminación,  

Casa Asia: ¿Puedes hablarnos de tus proyectos futuros? 

Shreya: Tengo demasiados proyectos futuros, estamos con conciertos, intentando ampliar el centro, intentando vincularlo con otros sectores de la India, como el cine. Querremos llegar a ser referentes para representar a la India en España y en Europa.  

Casa Asia: Si quisieras darles un mensaje a otras mujeres jóvenes, ¿cual sería? 

Shreya: Yo no me atrevería darles un mensaje a las mujeres porque las mujeres tenemos un universo tan amplio y complicado que cada mensaje puede valer para una pero no para otra. Pero con mi experiencia. no tenemos que ser una “superwomen” ni nada por el estilo, parece que siempre estamos luchando para entrar dentro de la definición de mujer, madre, super buena madre, super buena mujer, super buena trabajadora, y super buena todo. Y para mí la nueva mujer de hoy en día es una mujer que pasa de todo esto, y prioriza su felicidad por encima de todo. 

Casa Asia: ¿Quieres compartir tu plato preferido? 

Shreya: Soy una gran fan de la comida española, me encanta la paella, al lado del mar en Barcelona no hay nada que pueda compararse o un arroz negro, uno de mis favoritos. De la india, mi comida favorita es un plato de lentejas dhal, arroz y chapati. Es lo que quiero comer cuando el mundo se acabe.  

Casa Asia: ¿Una película? 

Shreya: Sin duda, Almodóvar. 

Entrevista realizada por Gaëlle Patin Laloy, responsable del Programa Interculturalidad de Casa Asia, y Noelia García Sánchez el 29/02/2024.

Enlaces:

Página web de Nupura

Instagram: @shreyasheenagdancecompany

Karima Shujazada

Karima Shujazada, nacida en Bamiyan, Afganistán, es periodista y activista para los derechos de la mujer y de las niñas y niños. Refugiada desde hace un año y medio en España, está estudiando en la Universidad Autónoma de Barcelona el Máster de Relaciones Internacionales, Seguridad y Desarrollo y es voluntaria en la ONG Afghan Women on the Run. 

Casa Asia: Has llegado a España unos 10 meses después de la llegada de los talibanes al poder. ¿Cómo fue la salida de Afganistán y el viaje hasta aquí?  

Karima: Cuando el 15 de agosto de 2021 los talibanes tomaron el poder en el país todo cambió. Como trabajaba como periodista y activista, no podía seguir viviendo ahí, mi hermana tampoco y decidimos que debíamos irnos. Era muy difícil porque no podíamos ya ni trabajar ni estudiar ni hacer nada. Nuestra suerte fue conocer a algunas mujeres de Afghan Women on the Run, que nos ayudaron. Salí el 10 de diciembre de 2021, para ir a Irán y después a Pakistán dónde he podido conseguir un visado para España. 

Casa Asia: ¿Hablabas el idioma cuando viniste? 

Karima: No, solo «gracias” y “por favor”, pero, ¡escuchaba las canciones de Gipsy Kings! No sabía nada de la lengua española, ni que en España había diferentes lenguas y me pareció interesante.  

Casa Asia: ¿Pero en Afganistán también se hablan varias lenguas, no? 

Karima:  Sí, hay muchas lenguas distintas, pero, antes, todo el mundo hablaba en persa y un poco en pashtun, pero ahora con los talibanes solo se habla en pashtun.  

Casa Asia: ¿Tienes noticias de tu familia o amistades que se hayan quedado ahí? ¿Cómo evoluciona la situación? 

Karima:  Sí, las noticias siguen muy malas, las mujeres no pueden hacer nada, no pueden viajar de una provincia a otra, no pueden ir a la peluquería, no pueden ir al parque, no pueden hacer nada. Desde hace tres años en agosto, en mi país, las mujeres no tienen ningún derecho, no pueden elegir ni su propia ropa, ese es un derecho básico, pero en Afganistán no se puede, el color de la ropa que llevas es algo que no puedes elegir.  Si yo quisiera ponerme un vestido rojo no podría, un pañuelo rojo tampoco, todo debe ser en negro. Son normas impuestas por los talibanes. En casa hay chicas que graban videos y los suben en instagram, pero fuera de casa, deben llevar el burka.  

Casa Asia: ¿Y los hombres, que piensan? 

Karima: Depende de la familia, los hombres tampoco quieren a los talibanes. También hay normas de los talibanes para ellos. Si se cortan el pelo o la barba, pueden ser arrestados. También, si alguien tiene un tatuaje, eso está muy mal visto en Afganistán, hombres o mujeres, los tienen que esconder como puedan. 

Casa Asia: ¿Cual es el acceso a la educación para las niñas? 

Karima: Las niñas pueden estudiar hasta los 10 años y los chicos hasta cuando quieran.  

Casa Asia: ¿Entonces que futuro tienen las niñas?  

Karima: Si…¿Cómo podemos seguir viviendo? ¿Cómo podemos vivir las mujeres, sin médicas, por ejemplo? Los talibanes piensan que con que las mujeres puedan leer ya es más que suficiente y que no necesitan más. En Afganistán, el único futuro para una mujer es casarse. Conozco a muchas chicas más jóvenes que yo, que como no puede estudiar, se casan, sobre los 17-20 años.  Como no pueden viajar tampoco, se casan para poder viajar con sus maridos. 

Casa Asia: ¿Qué crees que se puede hacer para cambiar la situación en Afganistán?  

Karima: Los talibanes no cambiarán nunca, hace unos veinte años, vinieron a mi país y ya decían que las mujeres no tenían que entrar en la universidad, ahora han vuelto y siguen pensando lo mismo. Pensar que podemos cambiar la situación desde dentro es muy complejo porque depende de la política. Quizás otros países como por ejemplo los Estados Unidos podrían tener el poder de cambiar la situación. Antes, los talibanes eran un grupo pequeño, ahora tienen un país a su disposición, con armas, y con todos sus recursos. La situación es realmente compleja. A mí me cuesta creer que no se ha podido hacer nada cuando llegaron los talibanes para impedirlo.  La política es muy compleja y cuando una guerra empieza en un país, hay otro que se beneficia. Por eso, creo, decidieron no parar la guerra. Mi país lleva muchos años en guerra y esta guerra aún continúa. Lo mismo ha pasado con Ucrania, cuando empezó hace 2 años, todo el mundo pensaba que iba a durar unos pocos días, pero ya son dos años, lo mismo pasa en Palestina. Hay muchos países que pueden estar interesados en que Afganistán siga en guerra.  

Casa Asia: Entonces, de allí has llegado a España. ¿Cómo ha sido toda la adaptación? Imagino que ha sido muy difícil, pero también una oportunidad. 

Karima: Si, ha sido una gran oportunidad, pero empezar de cero en un país lejano con una cultura muy diferente, sin saber el idioma, sin tener a nadie que conozcas, es algo muy difícil.  Cuando llegué quería hacer muchas cosas, pero no conocía a nadie.  Primero viví en Berga, estaba un poco alejado de Barcelona y durante 3 o 4 meses lo pasé muy mal, aceptar dejar a mi familia fue muy difícil. Siempre había vivido con una familia muy grande, tengo 4 hermanos y 2 hermanas, y mis 4 hermanos tienen sus hijos, tengo 7 sobrinos en total y estuve viviendo con ellos, tenía mi vida con una familia muy grande. En un año cambió todo, y me encontré sola.  Pero después de 10 meses llegaron mi madre, mi hermano y mi cuñada y pensé “ahora no estoy sola”, pensé en que tenía mucha suerte y mi estado de ánimo mejoró.  Ahora estoy intentando seguir viviendo de forma positiva y hacer las cosas que quiero, ir a la universidad, adaptarme… pero es difícil. 

Casa Asia: ¿Tienes hermanos o hermanas que se han quedado en Afganistán? 

Karima: Tengo dos hermanos que se han quedado con sus familias en mi país, pero ellos tampoco pueden vivir en nuestra casa, han tenido que cambiar.  

Casa Asia: Afghan Women on the Run es la organización que te ayudó y con la que colaboras. ¿Qué hacen?  

Karima: Afghan Women on the Run es una plataforma en redes sociales llevado por un pequeño equipo de mujeres en Cataluña y en Madrid, sin oficina ni espacio físico, que ayuda a las mujeres afganas. Son pocas mujeres, pero trabajan muy bien, creo que en dos o tres años han ayudado a más de 700 personas.  

Casa Asia: ¿Qué haces tú en la organización? 

Karima: Principalmente ayudo a las personas que no saben hablar ni inglés ni castellano.  

Casa Asia: ¿La organización tiene otros apoyos? 

Karima: No hay ninguna organización que las ayude. Por ejemplo, hay familias que tienen el visado para España, pero no pueden pagar el vuelo y Afghan Women on the Run moviliza sus redes sociales para buscar financiación para cubrir los vuelos de esta familia.  

Casa Asia: Entonces son personas que ayudan de forma individual, pero ¿has podido entrar en el programa de ayuda para personas refugiadas? 

Karima: Si, pero la ayuda es para 18 meses, y a mi hace un tiempo que ya se me acabó, ahora recibo otra ayuda para personas refugiadas, hasta que tenga un trabajo.  

Casa Asia: ¿Qué planes tienes después del Máster? 

Karima: Ahora estoy estudiando, y también estoy buscando trabajo, pero mi nivel de lengua aun no es muy alto, necesito aprender más para poder trabajar. También estoy buscando un intensivo de castellano para mejorar mi nivel. En el futuro, quiero trabajar para los derechos humanos y los derechos de las mujeres. El máster que he empezado es perfecto para poder trabajar en algo que me permitirá cambiar las injusticias en el mundo. Particularmente en Afganistán, pero también en todo el mundo hay mucho por hacer para mejorar la situación, por eso quiero trabajar en el ámbito de los derechos humanos, de las mujeres y de los niños y niñas.  

Casa Asia:  ¿Y como es tu experiencia en la universidad?  

Karima: Pués poco a poco, para mí lo más complicado es la lengua. Cuando podré hablar mejor podré entender mejor lo que explican. Me siento bastante sola y no puedo participar mucho en la clase por mi nivel de idioma.  

Casa Asia: ¿Has hecho amigos? 

Karima: Sí, he hecho amigos en clase.  En Barcelona, la gente es muy amable y es fácil conectar con la gente, hay mucha diversidad de comunidades y por eso es más fácil. Pienso que la gente es abierta y no tiene prejuicios.  

Casa Asia: ¿Sientes que en algún momento has sufrido racismo o discriminación? 

Karima: No, yo no lo he sufrido.  

Casa Asia: ¿Para acabar, quieres dedicar unas palabras a las mujeres jóvenes o a las mujeres jóvenes refugiadas? 

Karima: No quiero decir algo demasiado positivo, porque cuando te encuentras en una situación dificil, y alguien te dice que debes de ser positivo, te enfadas. Si la situación es mala, está bien aceptarlo. Esto lo digo desde mi experiencia por haber estado en una situación terrible y por haberlo vivido. En todo el mundo las mujeres tenemos problemas, por una diferencia física mínima en nuestros cuerpos.  Entonces todas las mujeres nos tenemos que apoyar ante las injusticias, sin pensar de dónde somos, o del país de origen. Somos hermanas. 

Casa Asia: Y la pregunta final, ¿puedes compartes algo que te gusta mucho? Música, película, plato?  

Karima: La música que yo escucho es muy diferente a la que mucha gente escucha, me gustan mucho los Gypsy Kings, aunque mis amigos siempre me dicen que no es para gente joven. No conozco a muchas películas españolas, pero me gusta la Casa de Papel, Berlín, incluso en mi país también las veía.  Mi plato favorito en España es la tortilla de patata, pero también me gusta ir a un restaurante de mi país que hay en Barcelona… 

Entrevista realizada por Gaëlle Patin Laloy, responsable del Programa Interculturalidad de Casa Asia, y Noelia García Sánchez el 29/02/2024.

Enlace que Karima comparte:

afghanwomenontherun.com 

Afghan Women On The Run (@afghanwomenontherun)

Kayoko Nakata

Foto: © Lucas Vallecillos

Kayoko es una bailaora japonesa afincada en Barcelona. Su carrera gira entorno a la reivindicación de la igualdad y la universalidad del arte, como su último espectáculo de danza «Tohogu», que mezcla flamenco y música local de Tohoku, donde nació. Recientemente presentó este espectáculo en Cádiz y Granada, en Andalucía, la cuna del flamenco, donde tuvo una gran acogida entre las personas aficionadas. Actualmente trabaja para presentar en Barcelona y Madrid este espectáculo.

Casa Asia: ¿Puedes contarnos tu primer encuentro con el flamenco y como se convirtió en pasión?

Kayoko: Aún recuerdo el impacto que sentí cuando vi por primera vez en la televisión bailar flamenco en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 en la casa de mis padres. Entoces despertó mi interés por estudiarlo y busqué una escuela de flamenco en mi ciudad, pero no la encontré.  Tres años después, decidí irme a España, y viajé a Madrid. Fue mi primer viaje al extranjero y sola. Pero no había nada que temer, sólo me dejé llevar por mi pasión por el flamenco para venirme a España a formarme. En aquel momento, no tenía ninguna experiencia ni con la danza, ni con el flamenco.

Casa Asia: ¿Y al final te has quedado hasta ahora? 

Kayoko: Después de iniciarme con el flamenco en Madrid, realicé numerosos viajes entre España y Japón; cada vez que reunía el dinero suficiente venía a pasar tres meses a Madrid para seguir con mi formación en flamenco.

Al final me di cuenta de que para aprender el flamenco, un arte tradicional de una cultura completamente diferente a la mía, era necesario establecerme en España, para poder profundizar más en el arte flamenco y su idiosincrasia. Así que, apliqué para el programa de becas Gubernamentales de la Agencia Japonesa de Asuntos Culturales, y me la concedieron; dándome la oportunidad de aprender el flamenco durante 2 años en Sevilla.

Mi primera temporada en Sevilla fue muy emocionante. En Andalucía, el flamenco es una forma de vivir y me sentía muy feliz de poder aprender el flamenco en la tierra donde se desarrolló; me sentía como en el paraíso.

Después de ese periodo de formación, volví a Japón y me gané la vida enseñando flamenco.

Pero seguía teniendo muchas ganas de intentar vivir del flamenco en España, así que seguía yendo y viniendo entre España y Japón.

Mientras tanto, por fin, conocí a mi marido catalán y ahora vivo en Barcelona.

Casa Asia: ¿Cómo ha sido tu aventura de flamenco en España? ¿Cómo has conseguido entrar en el mundo profesional?

Kayoko: Para mí, vivir del flamenco en España fue una aventura. No había caminos trazados, ni referentes, ni público preparado. Tuve que abrirme camino demostrando mi profesionalidad, e ir rompiendo estereotipos.

Además, me casé con un fotoperiodista español que no tenía nada que ver con el flamenco, así que no tenía familia ni conocidos con conexiones flamencas.

Pero me presenté al Concurso de Baile Nacional por Alegrías de Cádiz y gané el segundo premio, lo que fue un antes y un después, me impulsó y me ayudó en mi proyecto de vivir en España.

Casa Asia: ¿Con que dificultades te has encontrado? ¿Qué acogida has tenido en España y en Japón?

Kayoko: Después de España, Japón es el país con más tablaos, artistas y aficionados al flamenco del mundo. El ambiente era maravilloso, de respeto y de admiración hacía los artistas españoles que venían a Japón para actuar, a impartir clases o a compartir escenario con nosotras.

Sin embargo, cuando empecé a vivir en España, no entendía el idioma, no sabía cómo buscar trabajo, y además era muy discreta porque los japoneses consideran la modestia una virtud y también tenemos un gran respeto por el flamenco, debido a que es una cultura tradicional de otro país.

Y sobre todo, no tenía amigos, lo que era absolutamente necesario para hacer flamenco. Los primeros años que viví en Barcelona fueron muy solitarios.

Casa Asia: ¿Y al final has encontrado trabajo como bailaora?

Kayoko: Si, me ofrecieron trabajo en un destacado tablao español pero fue muy difícil al principio.

Lo primero que hizo el director fue llamarme a su despacho para informarme de que «los turistas que vienen del extranjero quieren ver a artistas españoles. Por eso, hemos tardado tanto en decidirnos para contratarte. Pero en tu caso, el público estará contento porque tienes una gran trayectoria».

Sin embargo, según lo que me explicó el director del tablao, alguna vez, un guía expresó su disgusto al aprender que yo era la bailaora principal de uno de los espectáculos. 

Por primera vez me di cuenta de que había situaciones y casos en los que la gente no me aceptaba por mi aspecto.

Pero dijeran lo que dijeran, disfruté del momento y estoy muy agradecida al director de aquel tablao por abrirme las puertas de su negocio a sabiendas que sería controvertido. Incluso me renovó el contrato, pasando a larga duración, y sentí que, con mucho esfuerzo, podía superar todas las barreras.

 Casa Asia: Dices que los amigos son muy importantes en el mundo del flamenco. ¿Hay alguna persona o circunstancia que te ayudó especialmente?

Kayoko: Sí, me puse en contacto con un bailaor de flamenco para pedirle que bailara conmigo. Me trató con humildad y simpatía, y al final me invitó a trabajar con él. Puedo decir que me salvó de la soledad e incluso me trajo alegría en mi vida.

Casa Asia: Tienes proyectos con músicos españoles y japoneses, ¿puedes explicar tus proyectos?

Kayoko: He participado en un incalculable número de espectáculos destacando a los espectáculos con Rafael Amargo, Peret….

Y desde hace unos años empecé a buscar una expresión que me llevara de vuelta a mis orígenes, y recordé los emocionantes juegos de la infancia, las fiestas tradicionales y la música de mi tierra natal.

El año pasado estrené mi espectáculo denominado «TOHOGU-Mi amada tierra», que se presentó en Sevilla, Cádiz y Granada, donde tuvo una gran acogida. Fue una experiencia maravillosa y gratificante para mí ver como triunfaba un espectáculo en Andalucía donde estaban muy presentes mis orígenes. Bailar flamenco con la música tradicional japonesa de Tsugaru shamisen (guitarra japonesa) y shakuhachi (flauta japonesa) no me resultó extraño y me dio la oportunidad no solo de vivir como bailaora de flamenco, sino también de expresarme desde lo más profundo de mi ser.

Casa Asia: ¿Cuál es tu sueño de futuro?

Kayoko: Estrenar «TOHOGU-Mi amada tierra» en Madrid y en Barcelona, donde vivo, y en el futuro, en Nueva York, la capital mundial del arte y el espectáculo, para llevar amor y energía a mucha gente. Ese es mi sueño.

Casa Asia: ¿Qué mensaje quieres transmitir a otras mujeres?

Kayoko: Desde mi posición, como mujer japonesa que vive en España del flamenco como artista, y que además, es madre, esposa, hija y empresaria, invito a todas las mujeres del mundo a luchar por sus sueños, y a reivindicar la igualdad de género y la no discriminación en todos los ámbitos de la vida.

Casa Asia: Si quisieras recomendar un plato, una canción o una película, ¿cuáles serían?

Kayoko: Mi plato preferido es el arroz que hace mi marido. De música, recomendaría escuchar al cantaor catalán «Salao» y de película, no hay que perderse «Perfect days» una película de un cineasta alemán, ambientada en Japón que muestra escenas de la vida cotidiana que reivindican el amor, la salud y la libertad.

Entrevista realizada por Gaëlle Patin Laloy, responsable del Programa Interculturalidad de Casa Asia, el 18/03/2024.

Enlaces:

Página web: www.kayokonakata.com

Instagram: www.instagram.com/kayoko_nakata/

X: www.twitter.com/kayokonakata

Jelyn Dimaculangan / Pinay sa Barcelona

Jelyn, influencer, 35 años, ahora también conocida como “Pinay sa Barcelona”. Pinay significa Filipina. Nació en Rosario, Batangas, Filipinas. Madre de dos hijas, casada con un chef catalán dueño de una charcutería y repostería. Llegó a España en 2012, y empezó trabajando en una tienda de ropa de lujo para apoyar a su extensa familiaen Filipinas mientras también ayudaba en la empresa de su marido. Ama socializar y siente una gran pasión por aprender la lengua, cultura, tradición española, además de seguir explorando con muchas ganas la gastronomía española. Desgraciadamente, perdió su trabajo por problemas financieros de la compañía. Se puso a estudiar marketing y emprendedoría, utilizó lo que aprendió para ayudar a la empresa de su marido a llegar a más clientes a través de videos y redes sociales con estrategias de marketing. En octubre de 2023, empezó su blog en Facebook y Tiktok para la comunidad filipina, compartiendo sus experiencias como filipina en España, sobre su vida, y la gastronomía, cultura y tradiciones españolas.

“En un mundo donde el lujo es normalmente un distante sueño para muchos en Filipinas, las aspiraciones pueden ser limitadas, mi viaje en España ha sido un testamento de mi resistencia. Soy apasionada de no solo compartir conocimiento sino el espíritu de la valentía. Redefinamos lo que es el éxito más allá de las normas convencionales, animemos a cada filipino en el extranjero a aprovechar sus talentos, soñar a lo grande y cultivar una mentalidad fuerte e independiente. Juntos, podemos elevar nuestra comunidad y mostrar lo diversos, habilidosos y ambiciosos individuos que somos en realidad.”

Casa Asia: ¿Puedes contarnos un poco tu historia, tu familia en Filipinas, tus estudios y tu llegada a España?

 Jelyn: Nací y crecí en Batangas, Filipinas, en una familia pobre. En Filipinas, estudié Relaciones Internacionales y un Grado en Magisterio para ser profesora, pero no pude terminarlo por problemas financieros porque la educación en Filipinas es muy cara y tuve que trabajar de camarera para apoyar a mi familia y mi educación. Soy la segunda hermana de una familia muy grande, tengo 7 hermanos y hermanas. Es algo normal tener familias muy grandes en Filipinas, aunque hoy en día cada vez son más pequeñas. Desde niña siempre he estado trabajando mucho, en primaria ya solía vender caramelos, pero mi madre siempre ha pensado que la educación era muy importante, así que aunque no teníamos dinero, ella se esforzó mucho por nosotros, para que tuviéramos una buena educación y así pudimos ir a escuelas buenas. Pero como yo tuve que aportar dinero para la educación de mis hermanas, no pude terminar mis estudios. Ellas sí que han podido estudiar enfermería, etc. En mi último trabajo en Filipinas conocí a mi marido. Él era chef ejecutivo en un restaurante español en Filipinas, nos conocimos, empezamos a salir y me trajo a España después del fallecimiento de su padre. Al tener una empresa familiar aquí, relacionada con la alimentación, así es como terminé viviendo en Cataluña.

Casa Asia: ¿Y al llegar a Cataluña, has podido encontrar trabajo?

Jelyn: Después de empezar a vivir aquí, como siempre he estado tan acostumbrada a trabajar tanto, encontré un trabajo muy rápidamente, aunque no sabía hablar castellano o catalán. Fui a la Roca Village y con un español muy básico, empecé a trabajar, aunque el inglés sí que lo dominaba. Paralelamente ayudaba a la empresa de la familia de mi marido, donde trabajan mi cuñada y mi suegra. Pero creo que es mejor separar la vida familiar de la profesional, aunque les sirvió de apoyo. También empecé a estudiar catalán de forma gratuita con el programa de aprendizaje de la Generalitat, así emprendí mucho y además hice amistades. Lo hice durante 6 meses porque tenía poco tiempo debido al trabajo. Después conseguí sacarme el carné de conducir y así pude ser un poco independiente. He estado trabajando 8 años pero por la pandemia del COVID y otros temas, la empresa cerró y perdí mi trabajo. Así empecé a formarme en mi tiempo libre con programas gratuitos del gobierno como emprendedora y en marketing digital. Descubrí que me gustaba el marketing.

Casa Asia: Ahora tienes más de 40.000 seguidores en TikTok, ¿cómo has empezado a crear tu blog y a lanzarte en redes sociales?

Jelyn: Con estos conocimientos empecé a ayudar a mi marido con su trabajo ya que querían expandir su negocio, conseguir nuevos clientes, así empecé a hacer vídeos cortos para ellos sobre cómo hacen sus productos… Y vi muchos cambios en sus redes sociales así que pensé que era bastante buena en este trabajo, por eso me animé crear mi propio blog, mi propio canal a través de redes sociales. Empecé a finales de octubre pasado y he llegado a 47.000 seguidores en TikTok. Hasta la Embajada de Filipinas me ha felicitado por mi trabajo.

Casa Asia: ¿Qué tipo de contenidos publicas? 

Jelyn: Mi comunidad, mis seguidores, son todos filipinos porque en mis videos hablo en mi lengua materna y les enseño sobre la cultura, las tradiciones y sobre la comida aquí, creo que es por eso que he conseguido tantos seguidores. Hablo un poco de mi vida, pero también comparto contenido de interés sobre la historia, cultura y creo que eso les gusta. Tengo videos sobre la historia del fuet o de cómo se hace el jamón. Es fácil para mi hacer videos sobre comida por la empresa de mi marido. Puedo enseñarles a través de mis videos todo el proceso de elaboración y además les hablo de la historia de la comida. Mi último vídeo es sobre Carnestoltes o Carnaval, como no lo conocen mucho, yo les hablo de ello.

Casa Asia: ¿También cuelgas vídeos sobre tu vida diaria y tu familia?  

Jelyn:  Así es, y también hago vídeos de viajes.

Casa Asia: ¿Te esperabas a tener tanto éxito? 

Jelyn:  Me sorprendí mucho y sigo sin creerme la cantidad de gente está realmente interesada en ver mis videos, en aprender sobre la cultura. Creo que es por el pasado colonial con España, durante más de 300 años, al final creo que hay curiosidad por la cultura y la historia. ¡Interesa mucho el tema de la siesta!

Casa Asia: ¿También te siguen en la diáspora filipina en España?

Jelyn: Sí, muchos seguidores filipinos viven en España. Creo que les interesa saber cómo aprendí la lengua aquí, a veces, me dicen en los comentarios “yo soy de Vigo, yo de Tarragona o Valencia…”.

Casa Asia: ¿Crees que también has inspirado a jóvenes mujeres filipinas que acaban de llegar?

Jelyn: Creo que estoy inspirando a gente, especialmente aquellos que quieren venir a España o quienes ya están aquí. Una vez me encontré a una mujer filipina en Barcelona que me reconoció y me dijo que había estado viviendo aquí durante 7 años y que mis videos le habían animado a estudiar el catalán. Ahora veo que estoy inspirando a gente a aprender el idioma, a salir del ciclo de migración filipina buscando trabajos domésticos. Tenemos muchas habilidades y somos muy talentosos, muy amables y que podemos aprender rápidamente, hay que cambiar esa manera de pensar, creer en nosotros mismos, tener más confianza. Muchos de nosotros no tenemos esa confianza en nuestras capacidades, no debemos conformarnos con trabajos domésticos al migrar. Hay que buscar otras cosas.

Casa Asia: No debe de ser fácil buscar trabajo sin saber la lengua.

Jelyn: No, no es nada fácil. En mi primer año viviendo aquí, estaba triste y pensaba que tenía que volver a Filipinas. Quería comunicarme con otras personas, expresar mis sentimientos, pero el idioma era un impedimento para poder hacerlo. Si socializas más, aprenderás más rápido, así que si quieres mejorar tu nivel de idioma no lo dudes y ve a por todas.

Casa Asia: ¿Sabes si te siguen más mujeres? Hay más mujeres filipinas en Catalunya que hombres, han sido muy valientes.

 Jelyn: La propia plataforma de TikTok hace análisis de la cuenta. Creo que hay un 65% de mujeres y un 35% de hombres que siguen mi cuenta. Y si, las mujeres filipinas son valientes.

Casa Asia: ¿Cómo es vivir en un pueblo?

Jelyn: Creo que si hubiera vivido en la ciudad me hubiera costado más aprender el idioma, porque hay muchos más filipinos y sé que tendría muchos más amigos filipinos. Pero como vivo en un pueblo pequeño no hay filipinos, creo que somos dos o tres en total. Esta situación me ha dado más oportunidades de aprender, y de aprender mucho más rápido. Y un pueblo pequeño, la gente también te da la bienvenida de una manera más cálida que, en comparación, con la ciudad.

Casa Asia: Tener niños pequeños también es una buena manera para socializar. ¿Has hecho amistades a través de la escuela?

Jelyn: Sí, además soy miembro de la AMPA. Desde que perdí mi trabajo sentí que tenía mucho tiempo libre y quería formar parte de muchas cosas porque quería aprender muchas cosas y estaba acostumbrada a trabajar muy duramente. Conociendo a otras madres también se abren muchas puertas.  Como perdí mi trabajo tenía tiempo para conocer a la gente en la escuela.  Cuando perdí el trabajo tuve ansiedad y depresión durante 2 meses o 3, porque no sabía cómo empezar de nuevo o qué quería hacer. Y entonces decidí que quería descansar, centrarme en mis hijas y estudiar. También empecé a hacer muchas actividades.

Casa Asia: ¿Hay algo que realmente te impactara al llegar a España?

Jelyn: Cuando llegué a España hubo muchos desafíos: el ajuste cultural, el idioma y el hecho de navegar en un nuevo ambiente. Además, adaptarme a nuevas normas culturales, tradiciones y dinámicas sociales, que puede ser tanto emocionante como complejo y aprender español y catalán al mismo tiempo puede ser un obstáculo al principio, ambos idiomas son muy diferentes y es muy difícil. Pero creo que es crucial para nosotras que lo aprendamos para una comunicación y una integración efectiva. Es muy importante para los filipinos que aprendamos primero la lengua. Otro desafío creo que es conseguir un trabajo estable, ya que hay diferencias en el mercado laboral, los requisitos son diferentes incluso si tenemos una carrera en Filipinas no tiene por qué ser reconocida aquí en España. Otro desafío más es poder entender la administración española correctamente, como conseguir permisos… Es crucial también conectar con comunidades locales, extranjeros o apuntarse a programas de lengua, puede ayudar a acabar con el sentimiento de aislamiento.

Creo que es posible superar estos desafíos con una actitud positiva, un buen sistema de apoyo, con un buen uso de los recursos al alcance, que puede ser la clave para una transición exitosa para vivir en España.

Casa Asia: Tienes dos hijas…

Jelyn: Sí, tienen 4 y 7 años.

Casa Asia: ¿Alguna vez has estado preocupada o has pensado en que es importante para ti o para ellas que también aprendan sobre la cultura filipina?

Jelyn: Sí, es importante que aprendan sobre la cultura y lengua filipina. Pero es difícil para mí enseñarles tanto inglés como tagalog para que cuando vayan a Filipinas, puedan hablar tagalog. En Filipinas también podrán hablar inglés.

Casa Asia: ¿Has vivido alguna forma de discriminación?

Jelyn: Creo que el racismo está en todas partes pero que no todo el mundo lo es. Estoy feliz de tener una familia que me apoya, pero sí que he experimentado algunas miradas extrañas, que te miran así por ser diferente. Pero no es algo muy brutal. Es sólo por la forma en que miran o cuando buscas algunos permisos, a veces en el trabajo. Curiosamente lo sentí en el trabajo no por la gente española sino por personas de otros países, que me discriminaban por mis capacidades. Cuando me ascendieron a gerente me preguntaban que cómo me había convertido en gerente con un tono despectivo, porque en ese momento mi español y catalán no eran perfectos.

Casa Asia: ¿Quieres compartir algún mensaje para las mujeres?

Jelyn: Es un mensaje para todas las mujeres, creo que deben de confiar en sí mismas incluso si están en un momento difícil, pierden su trabajo, etc. Algunas mujeres tienen miedo de salir y explorar el mundo, algunas tienen miedo de vivir solas sin apoyo de los hombres y eso debería de cambiar, deseo que las mujeres puedan sentir el poder que tienen y no crean que deben de depender de un hombre. Yo no soy dependiendo de mi marido, me gusta que me apoye, pero me gusta hacer mis propias cosas, cosas que me gustan. Debemos de creer en nuevas capacidades, en nuestras habilidades, y estar en un camino de aprendizaje continuo. Sigue educándote, adquiere experiencias y busca oportunidades de forma activa tanto para crecimiento personal y profesional. Quiero que os rodeéis de una red de apoyo. Quiero que recordéis que “independencia” no significa “aislamiento”, es sobre tener la confianza, tus propias decisiones y moldear tu propio destino.

Casa Asia: ¿Cuál es tu plato preferido y afición?

Jelyn: Mi afición es tocar la guitarra y cantar, el año pasado lo descubrieron en mi pueblo y ahora me están siempre invitando en sus actividades, en la Marató de TV3, estuve ahí cantando para que la gente donara dinero. Y me encanta comer también, es también una afición, mi comida favorita es la escudella, toda la comida aquí es deliciosa, como el jamón ibérico, en Filipinas no comemos eso, al principio pensaba ¿cómo pueden comer carne cruda? Ahora es mi comida favorita.

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Entrevista realizada por Gaëlle Patin Laloy, responsable del Programa Interculturalidad de Casa Asia, y Noelia García Sánchez el 04/03/2024. Contacto: [email protected]

Duangruethai Reokarn (Ann) Sant Quirze del Vallès

Ann nació en Chiang Mai en el norte de Tailandia. Se graduó en Literatura Francesa en la Universidad de Chiang Mai y en Marketing para Turismo en Francia. Al llegar a España en el 2004, creó una comunidad de familias tailandesas-españolas y empezaron a organizar actividades culturales. El proyecto creció rápidamente al contar con el apoyo de entidades como la embajada, Casa Asia, la asociación Udutama y algunas empresas y gracias a las redes sociales. La Tailandia que veía en los documentales no la reconocía y quería mostrar la Tailandia real al mundo a través de sus proyectos. En 2023, obtuvo el título de “Cónsul Voluntaria” del Ministerio de Asuntos Exteriores de Tailandia, siendo así era la primera persona en conseguir esta distinción honorable en España.

Casa Asia: ¿Nos puedes explicar en qué circunstancias has venido a Europa y a España?

Ann: Estudié en la facultad de Humanidades de la Universidad de Chiang Mai, con una especialización en Literatura Francesa, y Business Administration como opción extra. En el último año de universidad, una amiga tuvo que hacer unas entrevistas a turistas en Tailandia sobre lo que pensaban de Tailandia, si les gustaba la comida, si tuvieron algún culture shock, etc. La acompañé para ayudarla con las entrevistas. Entre los 20 entrevistados, conocimos a 2 catalanes, Jordi y Josep, con quienes nos hicimos amigas. Un año después, al terminar la Universidad en Chiang Mai, me fui a estudiar turismo en Grenoble y luego a la Universidad de Savoie en Chambéry en Francia. Uno de los amigos catalanes que conocí durante las entrevistas, Josep, me vino a ver en Grenoble durante 10 días y decidí seguirlo para conocer a España y a su familia.

Casa Asia: ¿Como fue tu primera impresión?

Ann: Llegué primero a la Costa Brava donde su familia tenía una casa. Hacía buen tiempo, más calor que en Francia y también más sol. La gente me pareció muy alegre y simpática. La familia de Josep era muy acogedora. Me pareció muy interesante la comida, buena y natural. El ambiente era muy similar al de mi país y me sentía como si fuera en mi casa en Tailandia. Sus amigos eran simpáticos, intentaron hablar conmigo en inglés y en francés y me llevaron a cenar y a bailar. Me enseñaron Barcelona y los edificios icónicos de Antoni Gaudi. Era impresionante. Allí empezamos a ser novios. Pero volví a Francia y entre el 2001 y el 2004, venía a España cada 2 meses para mantener la relación. Hasta la noche de Navidad del 2003, cuando Josep me pidió la mano y nos casamos en Tailandia en el 2004. Este año cumplimos 20 añitos de nuestro matrimonio en Tailandia.

Casa Asia: ¿Dónde trabajas ahora? ¿Cómo empezó tu implicación con la comunidad?

Ann: Trabajo en el restaurante familiar para poder estar cerca de mi familia y de mis hijos. Uno de los clientes de la casa era un buen amigo del ex cónsul honorario de Tailandia, Sr. Jaime Sabaté. A veces, le ayudaba a contestar a preguntas sobre temas administrativos en Tailandia. Luego cada vez conocí a más familias españolas-tailandesas y pensé que sería interesante agruparlas, para formar una comunidad y así poder hacer actividades culturales juntas. En el 2008, formé un grupo con 7 amigos tailandeses. Ofrecimos clases de tailandés y clases de cocina tailandesa de forma voluntaria. Además, celebramos fiestas culturales como Songkran (año nuevo tailandés) y Loy Krathong (festival de gratitud a la Diosa del agua). Registramos la Asociación Amigos de Tailandia Samakkhi y continuamos organizando actividades culturales. Paralelamente, ayudamos a las personas tailandesas en situación vulnerable. Mi familia catalana también ha sido un gran apoyo. Trabajar en nuestro restaurante familiar me permite tener más tiempo libre para cuidar a nuestros hijos y para dedicarme al trabajo voluntario.

Casa Asia: ¿Has encontrado algunas dificultades en tu camino? ¿Cómo has logrado superarlas?

Ann: La vida es un camino largo, a veces he encontrado dificultades, obstáculos, pero cada vez las he superado con el amor de mi familia y el apoyo de buenos amigos. En Francia y España encontré alguna situación de discriminación y mi hija también, alguna vez, en la escuela primaria.

Casa Asia: ¿Cómo se creó la asociación Samakkhi? ¿Qué planes tenéis para el futuro?

Ann: Un día fui a una reunión internacional de mujeres tailandesas quienes trabajaban voluntariamente en las asociaciones en los países donde residían. Me ayudaron para crear la asociación en España, y además, me pasaron contactos de las organizaciones que apoyaban a la comunidad tailandesa en el extranjero. Conocimos a un gestor que se casó con una mujer tailandesa, nos ayudó mucho con los papeles para registrar la asociación. Soy una de las personas fundadoras y ahora soy la presidenta de la asociación. Creé una página en Facebook para compartir información de utilidad entre los tailandeses en España, y para ayudar a los turistas tailandeses en España (robos, perdida de pasaporte, información turística, etc), y para ayudar a las familias tailandesas-españolas e incluso para ayudar a las mujeres tailandesas maltratadas (violencia de género), etc.

Con los diversos comités de la asociación, tenemos la intención de promover la cultura tailandesa, queremos dar a conocer nuestro país: las ciudades, la lengua, las tradiciones, etc. En el futuro, nuestro sueño es tener un monasterio forestal para monjes budistas en Barcelona. Luego podremos organizar actividades budistas y culturales tailandesas en el monasterio.

Casa Asia: Has impulsado proyectos con mujeres tailandesas a nivel europeo, ¿nos puedes explicar?

Ann: Colaboramos con asociaciones de mujeres tailandesas en 18 países de Europa. Queremos mostrar el potencial profesional de las mujeres tailandesas e inspirar a las demás mujeres que viven en el extranjero para que entiendan que todo es posible, que no dejen sus sueños, y que no se rindan cuando se enfrentan con obstáculos. El año pasado tuvo lugar la 7a reunión de ITWE – International Thai Women in Europe. Organizamos sesiones informativas durante el día con conferenciantes sobre varios temas muy interesantes. En esta ocasión, la Embajada Real de Tailandia me entregó un certificado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Tailandia por ser la primera “Cónsul Voluntaria” en España. En la misma noche, celebramos el encuentro con todas las mujeres con actuaciones de Flamenco y Paso doble en colaboración con la escuela de danza Rocío Gómez y con otras actuaciones realizadas por las mujeres tailandesas que vinieron varios países de Europa. Participaron 99 personas en esa reunión y fue un gran éxito gracias a la colaboración de entidades públicas y privadas. Algunas mujeres tailandesas en otros países se inspiraron y crearon después asociaciones en los países donde viven. Este año iremos a Londres para colaborar con la asociación de tailandeses en Inglaterra.

Casa Asia: ¿Qué te gustaría cambiar para mejorar la situación de las mujeres tailandesas?

Ann: La perspectiva hacia las mujeres, eso es lo que quiero cambiar. Los prejuicios injustos y el favoritismo, las condiciones de trabajo en algunas empresas. Por ejemplo, mi ex compañera de trabajo me contó que ella sufría mucho cuando estaba embarazada y no podía trabajar tan duro como antes, pero su jefe no le dejó coger días de descanso y dijo que era su culpa por estar embarazada. Mi amiga era catalana, era la más activa en nuestro departamento y muy responsable. Ella dejó la empresa más tarde pero jamás olvido lo que le pasó.

Casa Asia: ¿Cuál es tu sueño para el futuro?

Ann: Mi objetivo para el futuro es simple, es estar feliz con la familia en cualquier circunstancia. No es fácil tener familias en dos continentes con 6000 millas de distancia. Tengo a mis padres que son mayores en Tailandia y tengo a mi marido y dos hijos jóvenes en España. Mi sueño es crear aquí una cafetería junto con una pequeña biblioteca con libros en tailandés, inglés y castellano. Y quizás algún día, escribir un libro.

Casa Asia: ¿Quieres compartir un mensaje para otras mujeres jóvenes? ¿Qué les dirías?

Ann: La vida es un viaje largo, podemos tener un día maravilloso con solete, un día de lluvia, un día de tormenta, o un día nublado. Lo importante eres tú, tu alma, tu corazón. Seas valiente, ágil, positiva y amable con las personas alrededor de ti y con quien se lo merece. Un buen corazón atrae a buenas personas y a buenas cosas en tu vida. Cuando somos jóvenes, es posible cometer un error, pero no quiero que te arrepientes, sino que aprendes la lección, camines con confianza en tí misma y con consciencia. Lee libros, escucha consejos y mantenga una buena relación con la gente que realmente te quiere. Si alguien quiere bajar tu valor, no le hagas caso. Cada mujer tiene su bondad y su belleza natural, es lo que siempre creo.

Casa Asia: Siempre pedimos alguna recomendación, tu plato preferido, música, películas, ¡lo que quieras!

Ann: Quiero recomendar “A tu corazón”, es una canción tailandesa con unas frases en castellano. Pienso que tiene una buena armonía y un buen significado. También me gustan las músicas tailandesas folklóricas como “Mor Lam”.

También quiero recomendar unas películas tailandesas “Happy Old Year”, “Analog Squad” (serie en Netflix).

Y mis platos de comida tailandesa preferidos son; Yam Woon Sen (ensalada picante de fideos transparente con mariscos), Tom Kha Kai (sopa de galanga con leche de coco y pollo), Kuay Tiew Lookchin (fideos con caldo y albóndigas), por ejemplo.

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Entrevista realizada por Gaëlle Patin Laloy, responsable del Programa Interculturalidad de Casa Asia, y Noelia García Sánchez el 04/03/2024. Contacto: [email protected]

Haesung Yoon

Haesung va tejiendo puentes entre Corea y España con la gastronomía. Fundó un restaurante de comida española en Seúl “Come y Bebe” y ahora es dueña de un restaurante de comida coreana en Valencia “La Taula de Yoon”.

Casa Asia: ¿Como has llegado a estudiar gastronomía en España? Y ¿Por qué en Valencia?

Haesung: Estudié en Seúl, en la Hankuk University of Foreign Studies, en el Department of Indian Languages and Cultures. Después me fui a vivir un tiempo en Inglaterra para estudiar inglés y conocí a unos compañeros españoles en la clase. Aprendí más sobre la gastronomía y la cultura española. Me di cuenta de que la carrera que había elegido no me contentaba del todo y decidí estudiar cocina. Así busqué un sitio en España donde aprender en una ciudad que no fuera una ciudad muy masificada, como Madrid o Barcelona, ya que había vivido años en Seúl, una ciudad enorme y muy estresante. Pensé que Valencia encajaba perfectamente.

Casa Asia: ¿Fue difícil tu llegada a España?

Haesung: Cuando llegué a España en enero del 2012, no hablaba el idioma. Primero entré en una academia de lengua española y busqué una escuela de cocina para cursar un módulo de Grado medio. En septiembre del mismo año, entré en una escuela de hostelería. Al principio, fue difícil por el tema de la lengua, pero tuve compañeros que siempre me ayudaban. Ese año también conocí a Raúl que hoy en día es mi marido y me fue de gran ayuda para las tareas de la escuela para las que había que redactar porque mi nivel de lengua española era justo. Valencia enseguida me pareció una ciudad muy bonita y conocí a gente siempre dispuesta a echarme una mano cuando fuera necesario. Muchos de ellos todavía son amigos.

Casa Asia: Tu idea siempre fue la de abrir un restaurante de cocina española en Seúl, ¿Cómo fue la experiencia?

Haesung: Cuando acabé el grado medio, entré para hacer prácticas en el restaurante Riff de Bernd H. Knöller en Valencia. Fue un aprendizaje increíble y también conocí a Toshi (en ese momento, sous-chef). Durante los tres meses que estuve allí, aprendí más que en ninguna escuela, pero seguía con mi idea: estudiar cocina en Valencia y volver a Seúl para abrir un restaurante de cocina española.

En verano del 2014, volví a Seúl y en diciembre estaba abriendo ya “Come y Bebe”. Abrimos cerca de Hongdae, una zona universitaria pero donde estaba situado el restaurante era una zona de poco paso. Al principio, fue duro, pero con la ayuda de mi marido conseguimos que el negocio creciera y poco tiempo después, el restaurante cada vez se hacía más popular. Importábamos especias desde Valencia para que los platos tuvieran un sabor de lo más auténtico; pimentón, azafrán…

En 2018, el barrio se estaba desarrollando mucho y el restaurante cada vez era más conocido, pero yo estaba realmente exhausta y el estrés estaba afectando mi salud. Debido a eso, decidí volver a Valencia donde guardaba tan buenos recuerdos y además no era una ciudad tan asfixiante y competitiva como Seúl.

Casa Asia: Al final decidisteis dar la vuelta y regresar a Valencia para abrir un restaurante de cocina coreana y con un nuevo proyecto…

Haesung: En 2018, volvimos Raúl y yo a Valencia con la idea de abrir un restaurante coreano pero esta vez, buscábamos un local pequeño que pudiéramos llevar sólo dos personas. No nos gustó la experiencia de un restaurante grande con varios empleados y toda la gestión que conlleva como nos ocurrió con “Come y Bebe”. Así, elaboramos una carta donde Raúl y yo pudiéramos preparar todo y, a la hora del servicio, Raúl en sala y yo en cocina, pudiéramos hacerlo todo. En Valencia, todavía era bastante desconocida la gastronomía coreana pero la ola del k-pop ya empezaba al igual que la pasión por los dramas coreanos. En marzo del 2019, abrimos “la Taula de Yoon”, un restaurante que servía los platos más conocidos: bibimbap, bulgogi, japchae, gimbap… Situado en el barrio de Ruzafa, un barrio joven, alternativo y moderno, la recepción fue muy buena desde el principio.

Casa Asia: ¿Qué factores han sido claves para conseguir el éxito en tu proyecto emprendedor?

Haesung: Mi padre siempre fue un ejemplo para mí, trabajando duro sin rendirse nunca para hacer crecer y prosperar su propia empresa. Esos valores de trabajo duro y esfuerzo me los transmitió desde pequeña y es una de las cosas de las que estoy muy orgullosa. Fue el primero que me apoyó para que fuera a estudiar a España, para que abriera un restaurante en Seúl y después, cuando quise volver a Valencia. Tanto en Corea del Sur como en España, Raúl y yo hemos trabajado muy duro para conseguir nuestras metas con una mente positiva y sin complejos.

Casa Asia: ¿Has sentido alguna vez algún tipo de discriminación?

Haesung: Nunca he sentido ningún tipo de discriminación, ni por ser mujer, ni por ser coreana, siempre he recibido apoyo y nunca he tenido obstáculos para lograr lo que quería. Tanto en Corea como en España, si quieres hacerte valer hay que trabajar haciéndolo lo mejor que puedas, sin victimizarse y sin complejos.

Casa Asia: ¿Las costumbres gastronómicas son muy diferente en Corea y en España?

Haesung: Hay muy pocos restaurantes coreanos en Valencia, la gente puede acercarse un poco a la gastronomía coreana por los diversos restaurantes que hay en España, pero la concepción de una comida o una cena dista bastante entre las dos culturas. En España la comida se alarga con sobremesa y charla mientras que en Corea, no solemos ni tomar café donde comemos, la charla la hacemos yendo a una cafetería después de comer.

Casa Asia: ¿Cuál es tu sueño de futuro?

Haesung: Para el futuro, espero que la gastronomía coreana sea más conocida en España, hay muchas más cosas que barbacoa coreana o bibimbap. También espero seguir ofreciendo una comida con sinceridad y cariño.

Casa Asia: ¿Qué mensaje quisieras compartir con otras mujeres jóvenes?

Haesung: ¡Experimenta al máximo, sin tener miedo de fracasar, para adquirir conocimientos y darte la capacidad de poder vivir tu vida como quieras!

Casa Asia: ¿Tienes recomendaciones gastronómicas?

Haesung: El Kimchijjigae (estofado de kimchi) con tortilla de huevo, alga nori y arroz blanco. Una comida diaria o nengmyun (fideo con caldo frio). Puedo comer eso todos los días.

Casa Asia: ¿Una serie?

Haesung: Mi serie preferida es la serie coreana “When the camellia blooms”

Casa Asia: ¿Música?

Haesung: Brown eyes (dúo R&B coreano) y Pitbull (un rapero americano que ya ha dado conciertos en Corea), ¡me recuerda mis 20 años!

ENLACES:

INSTAGRAM

https://www.instagram.com/latauladeyoon/

Entrevista realizada por Gaëlle Patin Laloy, responsable del Programa Interculturalidad de Casa Asia, y Noelia García Sánchez el 04/03/2024. Contacto: [email protected]

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