Kogin-Sashi es una técnica de bordado tradicional japonés, que se caracteriza por sus patrones geométricos y repetitivos. Se originó en la Prefectura de Aomori en la era Edo (1603-1868). Las campesinas empezaron a reforzar los tejidos de cáñamo, lino, etc., bordando con hilo para aumentar la durabilidad y resistencia de los tejidos y para procurar abrigo en los fríos inviernos de la región.

Con el tiempo, los bordados evolucionaron hacia elaborados patrones geométricos intrincados y simétricos. 

Kogin-Sashi estuvo a punto de desaparecer en el siglo XX pero, tras su redescubrimiento, mucha investigación y la recuperación de piezas antiguas, ha renacido con fuerza en Japón, se ha convertido en una forma de arte popular y está traspasado fronteras debido a su belleza.

Hoy en día, además del estilo clásico elaborado con el hilo blanco, se habla de Kogin-Sashi moderno, que ha incorporado el uso de colores en hilos y telas y ya no se limita a reforzar y embellecer prendas de vestir, sino que se emplea también en accesorios, decoración del hogar, regalos hechos a mano, etc., sin olvidar el magnífico arte textil que realizan auténticos artistas del bordado.

En este taller el alumnado aprenderá la técnica de bordado de patrones geométricos y conocerá a los diferentes modoko y podrá elegir en la elaboración de 5 modelos distintos: un colgante para gafas, un colgante para el móvil, llavero, pulsera o collar. 

No se requiere experiencia previa en bordado. Se empezará desde cero y se adquirirá experiencia con la práctica. Éste es un curso de iniciación.

Material necesario (incluido en el precio)
– Aguja de Kogin-Sashi
– Patrones
– Tela
– Hilos

Material (adquirir por parte alumno/a)
– Tijeras
– Lápiz y papel

Profesora:

Silvia Chico, después de años bordando cientos de piezas Kogin-Sashi, ha adquirido una amplia experiencia en esta técnica japonesa y en el conocimiento de los patrones y su combinación, así como en sus orígenes, evolución y marco conceptual.

Actualmente imparte talleres para dar a conocer este maravilloso arte japonés y difundirlo para que otras personas disfruten y se enamoren, como lo hizo ella, de su belleza y beneficios, como la serenidad, la satisfacción y la alegría de crear obras sofisticadas, delicadas y preciosas.