El desarrollo de un ecosistema emprendedor tarda mucho tiempo en consolidarse, y hay factores muy diversos que inciden en el mismo. En el caso de Asia Oriental, los tres países principales de esta zona (China, Japón y Corea del Sur) parten de escenarios diferentes, pero tienen en común su gran capacidad innovadora, una cultura del trabajo consolidada y la existencia de grandes empresas con una importante capacidad tecnológica.

Asia concentraba en 2020 el 54% de las clases medias a nivel mundial en 2020, según Brookings Institution, y se espera que en 2030 dicho porcentaje se eleve al 65%. Por tanto, existe un importante desplazamiento de la capacidad de consumo global hacia la región, y también de las oportunidades para generar nuevos negocios. Por otra parte, en los tres países analizados el uso de la tecnología está ampliamente consolidado entre la población a todos los niveles, lo que facilita el desarrollo de nuevas iniciativas emprendedoras basadas en la digitalización.

Debido a la escasa información existente sobre el ecosistema emprendedor en Asia Oriental en nuestro país, el objetivo de este informe es doble. Por un lado, se ha intentado analizar el ecosistema innovador y de emprendimiento en los tres países, teniendo en cuenta aspectos como su grado de desarrollo, los factores culturales que determinan su avance, las políticas públicas que se han llevado a cabo para incentivar la creación y desarrollo de startups, etc. Por otro, y de una forma más práctica, se describen las oportunidades que las startups extranjeras tienen para conectar con dicho ecosistema, analizando las principales ciudades, incubadoras y aceleradoras, posibilidades de financiación y otros aspectos.

La distancia es obviamente un obstáculo a la hora de desarrollar cualquier tipo de proyecto en el ámbito de las startups. Por ejemplo, menos del 5% del venture capital japonés tiene como destino a Europa, mientras que los proyectos de inversión en el Sudeste Asiático son numerosos. No obstante, para las startups que nacen globales o que disponen de un producto o servicio que es necesario en China, Japón o Corea del Sur, las perspectivas de negocio en estos países son cada vez más interesantes. En cualquier caso, conocer los ecosistemas de Asia Oriental puede resultar inspirador y sorprendente, en especial por las diferencias existentes con Europa y Estados Unidos. Es también remarcable la distancia existente entre los tres países analizados, que queda patente tras la lectura del informe.

Cada país está analizado por autores diferentes, correspondiendo China a Claudio Feijoo, Laura Millán y Cristina Armuña, Japón a Amadeo Jensana y Guillermo Martínez-Taberner y Corea del Sur a Jangmi Baek. Al final del informe se incluye una breve reseña biográfica de cada uno de los autores.