Antes de su intervención, Montserrat Riba, secretaria general de Casa Asia, y Hiroyuki Ueno, director de la Japan Foundation en España, inauguraron el acto recordando la celebración del Año dual España-Japón, que conmemora los 400 años de relaciones diplomáticas entre los dos países.
Seguidamente tomó la palabra el Sr. Hatamura, quien empezó exponiendo brevemente los episodios del tsunami que asolaron a la región de Tohoku en marzo de 2011 y que afectaron a los bloques 1, 2, 3, y 4 de la planta nuclear de Fukushima Daiichi, situada a 220 kilómetros de Tokio.
Entre las principales conclusiones a las que llegó el análisis del Comité de expertos liderado por el Sr. Hatamura cabe destacar que la compañía eléctrica TEPCO (Tokyo Electric Power Company), solamente tenía previsión de eventuales accidentes por factores internos y no supo anticipar un desastre por causas externas. La compañía tampoco había elaborado planes de reacción ante un posible accidente múltiple que afectara más de un reactor nuclear de la planta, ni planes para evitar la expansión de la radiactividad.
El Sr. Hatamura señaló que Japón empezó a desarrollar energía nuclear para aumentar la eficiencia del sector energético. Por norma general, una central nuclear produce cuatro veces la cantidad de energía que genera una central hidroeléctrica. Por eso, Hatamura, aseguró que “si en un futuro próximo Japón apostara por la desnuclearización energética, el país debería obtener la tecnología adecuada para desmantelar los equipamientos de producción y para gestionar los residuos de forma segura. Además, sería necesario seguir acumulando conocimiento científico para un ulterior retorno a la energía nuclear”.
Con el objetivo de diseñar una buena prevención del riesgo y una eficaz respuesta a una situación de emergencia colectiva, el Sr. Hatamura insistió en la necesidad de prever los escenarios probables, pero también aquellos que son improbables e incluso aquellos que están más allá de los parámetros de lo imaginable. Todo debe ser tomado en cuenta, y para ello es necesario un pensamiento creativo que se nutra de múltiples disciplinas. El Sr. Hatamura insistió igualmente en la contribución del potencial creativo de cada ciudadano al conjunto de la sociedad.