Bajo el nombre de “Género y liderazgo en el ámbito económico y empresarial”, los pasados 5 y 6 de julio más de setenta mujeres emprendedoras, chinas y españolas, se encontraron para buscar nuevas estrategias y puntos de confluencia entre los dos países para garantizar una sociedad llena en igualdad de oportunidades.
La incorporación de la mujer al mercado laboral activo de bienes de los últimos años ha demostrado sin duda que el género femenino dispone de mecanismos alternativos, y quizás más transversales, para gestionar una empresa. Es por esto que la licenciada en Telecomunicaciones, Presidenta de la Cámara de Empresarias de Pekín y Presidenta del Consejo de Administración de la empresa Heyuan Muze S&T, Lixin Yu, no dudó en afirmar durante el encuentro que las mujeres “deberían exportar su estilo directivo”, ya que “son más perseverantes y flexibles que sus compañeros”. Los datos aportados por ella misma avalan esta confianza en la capacidad empresarial del sector femenino. En la actualidad en China al menos un 45% de las mujeres tienen trabajo, el 25% de los cargos de la administración están ocupados por representantes del género femenino y el 95% de las empresas gestionadas por mujeres ganan más dinero que el resto. Este activo económico llevó a la Secretaria General de Gobernación y Relaciones Institucionales de la Generalitat de Catalunya, M. Àngels Barberà, a apuntar que la crisis del Estado español no se superará con la creación de plazas de trabajo por parte de la administración, sino por parte de las empresas privadas”, unas declaraciones que reforzaron la idea de la necesidad de implementar y aumentar las iniciativas privadas y relevaron la necesidad de impulso del sector femenino activo empresarial como una opción viable para colaborar en la salida de la crisis económica actual.
El acceso de la mujer dentro del mercado laboral y de los grupos directivos de trabajo ha sido posible durante los últimos años gracias a las nombradas políticas de igualdad de género. En este sentido la Secretaria General de Política Social, Isabel Martínez, aseguró que este tipo de cambios sociales tienen que ir siempre acompañados de normativas y cambios legislativos “en el Estado español este paso adelante lo ha permitido este impulso legal”. Aún así, Martínez advirtió que estos avances no están exentos de cambios y que justamente por esto 2l marco legal tiene que “estar actualizado regularmente”. Para reforzar esta idea Lixin Yu, también se atrevió a asegurar que en China el liderazgo femenino “ya no puede ir marcha atrás”, ya que desde el 2005 “existe una ley de protección de los intereses de las mujeres chinas que permitió por primera vez la inclusión de la igualdad entre el hombre y la mujer dentro de la constitución”. El resultado de estas políticas es positivo. Se calcula que en China actualmente el 50% de los universitarios son mujeres y el 25% de empresarios son miembros del género femenino con una media de edad entre 41 y 50 años.
El único hombre que presidió la mesa de debate, el catedrático y subdirector de la Facultad de Finanzas de la Universidad de Mujeres de China, Lie Shujiu, advirtió que “aún con la protección de la ley, las mujeres siguen sin obtener la igualdad salarial”, y que su acceso a los cargos directivos sigue siendo difícil. Shujiu apuntó que en gran medida este freno se encuentra dentro de los conceptos tradicionales que aún se conservan dentro de la sociedad civil, que sigue identificando la mujer como la responsable de las tareas domésticas y el cuidado de los familiares. También aseguró que “siguen existiendo dudas sobre su capacidad de dirección”, aunque en China “el riesgo de quiebra de las empresas que dirigen mujeres es menor. Ellas ganan a nivel bursátil”.
Para seguir superando estas dificultades, la directora científica de Multimedia Telefónica I+D, Núria Oliver, instó a las mujeres a perseverar y “buscar nuevos mecanismos provisionales de trabajo que les permitan compaginar la familia con el trabajo”, así como también “aprender a delegar y no querer imitar el estilo directivo masculino a la hora de mandar”. Una actitud que según Oliver se puede alcanzar a través de una red de soporte bien establecida entre los compañeros de trabajo.
La moderadora de la mesa, Immaculada Riera, finalizó el encuentro declarando que “la mayor integración de la mujer en el mundo laboral, la visión distinta, su misma complementariedad, se traduce en valor para la sociedad y para la empresa”.