15/02/2011 | Actualidad

Disfrutar de las maravillas de la naturaleza es posible en un país como Nueva Zelanda, donde gran parte de su territorio está invadido por interminables cadenas montañosas que cambian de aspecto según su zona. En la Isla Norte del país, las montañas van del este al sur extendiéndose desde el cabo este al Estrecho de Cook. En medio, la meseta central alberga una zona de actividad sísmica con tres volcanes en activo. Los tres quedan recogidos en el parque natural de Tongariro, considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

En la Isla Sur Isla se encuentra la cadena montañosa de los Alpes Neozelandeses con una longitud aproximada de unos 500 kms. En ella se encuentra el Monte Cook, el punto más alto del país (3764 m). Los parques naturales también son numerosos en esta zona, entre los que destacan del Parque Nacional de Westland, con los glaciares Franz Joseph y Fox o el Aoraki Cook National Park.

Con ese panorama, los amantes del montañismo y el senderismo tienen en Nueva Zelanda un gran abanico de oportunidades para practicar su afición. Son muchas las rutas que se ofrecen, adaptadas a cada zona y capacidades. Se puede hacer una ruta corta, de tres días por Routeburn, en los parques nacionales Monte Aspiring y Fiordland, o en Ball Pass la zona de los picos más altos.

Para los que estén en mejor forma física, también hay excursiones de hasta 6 días como la de Milford Track, que atraviesa los Alpes del Sur, o la Gran Travesía una antigua ruta morí que las tribus de Fiordland utilizaban para encontrar los yacimientos del mineral jade del Lago Wakatipu.

Estar rodeado de naturaleza y practicar un deporte tan sano como el senderismo son una de las mil opciones que ofrece Nueva Zelanda, además de un clima templado para poder disfrutarlo a cualquier época del año. En ese caso, la única intervención del hombre es la admiración.

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