La carta, a la que ha tenido acceso The Diplomat, fue enviada el pasado 13 de octubre al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo; el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y está firmada por el embajador de Kazajistán, Bakyt Duyssenbayev, en su calidad de decano del Grupo de Embajadores del ASPAC.
En la carta, los embajadores expresan su “enorme preocupación” por la “situación financiera delicada” por la que pasa Casa Asia a causa de “los sucesivos recortes en las aportaciones económicas anuales que, con motivo de la crisis, han venido siendo aplicados por las entidades que forman parte de este Consorcio Público”.
Asimismo, aseguran que “todos” ellos (los embajadores de Afganistán, Australia, Bangladesh, China, Corea del Norte, Corea del Sur, Filipinas, India, Indonesia, Irán, Japón, Kazajistán, Malasia, Nueva Zelanda, Pakistán, Tailandia, Uzbekistán y Vietnam) han sido “testigos de la gran labor que Casa Asia ha realizado y sigue realizando, a pesar de las dificultades, como instrumento de diplomacia pública muy útil y eficaz para España y para nuestros países”.
“Por todo ello, rogamos a las instituciones del Consorcio que hagan el máximo esfuerzo para dotar a Casa Asia de la estabilidad y los recursos necesarios que le permitan seguir siendo, como hasta ahora, una entidad tan útil y tan eficaz como lo es, tanto para España como para nuestros países”. Fuentes diplomáticas han asegurado a The Diplomat que el propio embajador Duyssenbayev se ha reunido con representantes de la Generalitat para expresarles la misma preocupación.
La Casa Asia depende presupuestario de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, pero el 60% de los gastos ordinarios y de realización de programas corresponde a Exteriores y el resto, a partes iguales, al Ayuntamiento y al Gobierno de Cataluña. Casa Asia cuenta con una subsede en Madrid.
La Generalitat de Cataluña redujo en 2015 de 390.000 a solo 90.000 euros su aportación económica anual a Casa Asia, a causa de lo cual la entidad ha sido amenazada de deshaucio de su actual sede, el Hospital de Sant Pau de Barcelona. El pasado mes de octubre, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ignacio Ybáñez, aseguró a The Diplomat que el Gobierno está “trabajando con la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona” para buscar una solución.