El representante de los empresarios chinos en Cataluña asegura que la fábrica del mundo empezará ahora a “exportar” también su cultura
Lam Chuen Ping pisó Barcelona por primera vez en el año 1972, cuando todavía era estudiante y en España casi no había personas procedentes de China. Su tío había llegado en el año 1950 y tenía un restauranto chino, donde él aprendió el arte de la restauración. Hoy es él el empresario y preside de la Unión de Asociaciones Chinas de Cataluña.
Asegura que el perfil de los chinos que vienen a España a cambiado completamente y desmiente tópicos sobre esta comunidad. Sobre el papel de China en el mundo, está convencido que, después de convertirse en la fábrica del mundo, ahora le ha llegado la hora de “exportar” su milenaria cultura.