10/10/2014 | Actualidad

El presidente del comité noruego, Thomas Jagland  ha destacado la importancia que un hindú y una musulmana, un indio y una paquistaní, se unan en la lucha común en pro de la educación y en contra del extremismo».  En el caso de Kailash Satyarthi, el Comité ha señalado su gran valentía personal que, en la tradición de Gandhi, le ha llevado a liderar protestas y manifestaciones, todas pacíficas, para denunciar la explotación infantil. Jagland ha añadido que Satyarthi  “ha contribuido al desarrollo de importantes convenciones internacionales de los derechos de los niños”.

En el caso de Malala Yousafzay, el Comité ha recalcado que a pesar de su juventud, “lleva años luchando por el derecho de las niñas a la educación y ha demostrado con su ejemplo que niños y jóvenes también pueden contribuir a mejorar su propia situación”. Y todo ello, ha enfatizado, en las más peligrosas circunstancias, y a través de su lucha heroica se ha convertido en una portavoz líder en favor del derecho de las niñas a la educación”.

Con este reconocimiento el Comité ha querido defender la lucha conjunta en favor de la educación y en contra de los extremismos. Además, ha recordado la labor de todas las personas y organizaciones que trabajan contra la explotación infantil. Según sus cifras, se estima que en el mundo hay alrededor de 168 millones de niños que trabajan, 78 millones menos que en el año 2000.
Kailash Satyarthi, nacido en 1954 en Vidisha, India, país donde continúa residiendo, es presidente de la organización no gubernamental Marcha Global contra el Trabajo Infantil. En 1998 lideró una movilización civil contra la explotación infantil que reunió cerca de 7,2 millones de personas y que dio lugar al nacimiento de la ONG.

Malala Yousafzay, nacida en 1997 en Mingora, Pakistán, resultó herida de gravedad hace dos años cuando fue atacado el autobús escolar en el que viajaba. Fue trasladada al Reino Unido ante el temor por su seguridad y fue sometida a varias intervenciones.
Malala se ha convertido en estos dos últimos años en icono de la lucha por los derechos de las mujeres a recibir educación y fue elegida en 2013 por la revista Time una de las personalidades más influyentes del mundo.

 

La concesión del Premio Nobel a Malala es realmente un honor para todos los pakistaníes. Estamos muy orgullosos por el reconocimiento a la valentía y el coraje de una mujer de tan solo 17 años. Es un símbolo a la resistencia ante el terrorismo y la opresión de las mujeres asiáticas en pleno siglo XXI. Muchas de ellas no solo luchan contra la barbarie y el terror sino que, además, tienen que plantar cara a la antiguas tradiciones machistas no religiosas. Por otra parte, el compartir el premio Nobel de la Paz con un ciudadano indio también es muy simbólico, ya que es la primera vez que algo une a los indios y pakistaníes, y además bajo el paraguas de la PAZ. Comparto la felicidad con toda España y en especial con Casa Asia.

Amad Hussain
Español de origen pakistaní

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