24/10/2024 | Actualidad
Desde 2015, gracias al apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, ​​año tras año, trabajamos para mejorar la participación y la relación entre los centros educativos y las familias migradas. El objetivo es que los hijos e hijas de estas familias que crecen con dos o más culturas, la de origen de sus familias, principalmente asiáticas, y la de aquí, puedan realizar una buena escolarización gracias al seguimiento y acompañamiento de sus familias. El programa AFEX- Aprenem, famílies en Xarxa, que en 2018 ganó el Premio Francesc Candel, se realiza en dos centros de la ciudad de Barcelona, ​​en dos institutos de Montcada y Santa Coloma de Gramenet con el apoyo de sus ayuntamientos y en uno último, el INS Rubió y Ors de L’Hospitalet, donde el instituto se hace cargo. Desde aquí les agradecemos su compromiso a los equipos directivos de cada centro y a otras entidades (Secretariat de Sants, etc.) y programas en los que colaboran (Pla Viu Fondo y Pla Viu la Ribera).

Este curso hemos comenzado con energías renovadas, un equipo de dinamizadoras formadas gracias a la colaboración de la Facultad de Educación de la UAB que también nos facilita estudiantes en prácticas. Estas estudiantes hacen tándem con las dinamizadoras de contexto cultural asiático para ofrecer un programa de enseñanza y aprendizaje inclusivo, plurilingüe, intercultural, multinivel e intergeneracional. La mayoría de las participantes son madres de los centros educativos donde se imparten las clases. Son grupos plurilingües y multiculturales y todas tienen muchas ganas de aprender con la ayuda de sus propias hijas o hijos y otros adolescentes alumnos de los mismos institutos con los que comparten la misma lengua familiar. En las clases familias de diversos contextos culturales se encuentran, aprenden unas de otras, comparten objetivos e inquietudes, se desmontan estereotipos y prejuicios, debaten, dialogan e interactúan en diversidad. Hacen amistades y relaciones de sororidad y se acercan a los centros educativos, tomando conciencia de que todo esto será en beneficio de sus descendientes.

Las madres se empoderan, pierden el miedo a entrar en el instituto o en la escuela, a participar en reuniones de clase o tutorías, se familiarizan con el sistema educativo catalán y superan las barreras lingüísticas y culturales, hacen red, crean vínculos y se sienten más arraigadas en el barrio o ciudad donde viven. Al mismo tiempo, el alumnado voluntario que les hacen de profesores/as (en algunos casos son sus propias hijas o hijos) también gana en autoconfianza, refuerza sus conocimientos lingüísticos de las lenguas que están aprendiendo y de las familiares, aprende los valores del voluntariado y gana competencias en comunicación intercultural.

De momento, entre los cinco centros contamos con más 60 estudiantes adultas, mayoritariamente madres, aunque en los grupos también hay adolescentes reagrupados mayores de dieciséis años a los que el sistema educativo les ha cerrado puertas y están a la espera de encontrar otro lugar donde aprender las lenguas de aquí más rápido y poder reengancharse a estudios reglados. También contamos con 20 voluntarias y 5 dinamizadoras. El curso promete, las madres están muy motivadas a aprender y las voluntarias y dinamizadoras del programa están muy dispuestas a hacerlo posible, se respira un ambiente de aprendizaje acogedor y lleno de retos.

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