16/10/2012 | Actualidad

Nombrada por los nativos como Isatubu, Guadalcanal fue rebautizada por Álvaro Rodríguez de Mendaña. Éste explorador español, siguiendo leyendas incas, buscaba ahí las Minas del Rey Salomón en 1598, nombrando la isla más grande tras la provincia andaluza. Junto con Malaita, Santa Isabel y San Cristóbal forma el archipiélago central de las Islas Salomón. En 1942, Guadalcanal fue el escenario de una de las más cruentas batallas navales de la Segunda Guerra Mundial que hizo gran mella en la historia de la isla. En 1970 pasó a formar parte de la Commonwealth británica, en la que sigue participando en la actualidad.

Las extensas playas tropicales son un imán para surfistas de todo el mundo. Pequeños pueblos en las costas de Santa Isabel o Malaita son accesibles desde Guadalcanal y sirven de campamento base para éste tipo de turismo sostenible. Ofreciendo expediciones a playas sin turismo alguno para practicar el deporte con calma absoluta.

Los excursionistas pueden salir desde Honiara múltiples escapadas a maravillas paisajísticas como las cascadas de Matanikau, Red Beach o el río Lugga, habitado por numerosos cocodrilos.

Las cristalinas aguas que rodean Guadalcanal la hacen idónea para el submarinista. El llamado Estrecho del Fondo de Hierro es una extensa área sumergida llena de restos de los naufragios resultantes de la mencionada batalla naval que se considera patrimonio nacional. El buceador podrá nadar entre restos de medio centenar de submarinos y buques japoneses y americanos hundidos mientras disfruta de la rica vida marina del archipiélago. Para los más temerarios, a una hora en avión o barco de Honiara se encuentra Munda, donde se encuentran preciosas formaciones de coral frecuentadas por tortugas e incluso tiburones.

Son sólo tres tipos de actividades que el visitante puede practicar en éste bastión de naturaleza en medio del océano Pacífico. Un destino atípico para quien busque tranquilidad tropical dónde no hay un turismo plenamente establecido ni masificado. Dónde todavía existen playas no pisadas.

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