06/07/2012 | Actualidad

Esta fiesta nacional es un acontecimiento que se celebra sin contemplaciones, ya sea en la capital o repartida en las diferentes zonas rurales. Una competición deportiva de grandes dimensiones y que genera grandes expectativas entre el pueblo mongol y los turistas. Los diferentes grupos étnicos repartidos por todo el país acuden a la capital en un desfile increíble de atletas, luchadores y jinetes haciendo muestra de la cultura propia. Demostraciones de fuerza y destreza se despliegan al ritmo de tambores como tributo a sus orígenes, que remontan a la época de Genghis Khan, pues el aristócrata utilizaba un método similar para evaluar la destreza de los soldados reclutados en su ejército.

Después de una mañana de apertura con grupos de danza, cantos y pequeñas actuaciones como en cualquier evento que se precie, tienen lugar las competiciones repartidas entre el gran estadio y la amplia y profunda estepa. En este caso, son cuatro: tiro con arco, lucha libre, carreras de caballos y lanzamiento de taba; todas mixtas excepto la lucha, donde las mujeres tienen vetada su participación.

En el tiro con arco, los participantes visten trajes tradicionales y usan arcos construidos de manera manual y con materiales naturales, igual que sus flechas, las cuales se lanzan contra unos blancos de cuero redondos situados en el suelo, a una distancia de 75 m para los hombres y 60 m para las mujeres.
Por otro lado, vestidos con zodog y shuudag, y con las pesadas botas típicas mongolas grutuls, se presentan los participantes en la competición de lucha greco-romana y sumo. No sin antes honrar a los jueces y al público con la danza del águila, la cual repite el ganador tras cada combate. Un encuentro sin límite de tiempo y sin divisiones por peso.
Aún siendo un evento de orígenes remotos, hace un par de años se incorporó una nueva modalidad llamada lanzamiento de la taba, que consiste en lanzar con los dedos un hueso e intentar dar a dos tabas precipitadas en un tablero a unos 10 metros de distancia.
Pero los nervios afloran con el anuncio de la prueba que causa mayor respeto y admiración entre el pueblo: las carreras de caballos. Están pensadas para valorar al animal y no al jinete, es por eso que estos no superan los 10 años de edad. Existen seis categorías, dependiendo de la edad del caballo, y recorren una distancia de entre 16 y 30 Km. a campo abierto y guiados por un jeep. Puede que se sigan dando competiciones a la vez en el estadio, sin embargo, la mayor parte del público asistente se desplaza campo a través, incluso en ocasiones corren detrás de los jinetes.

Durante más de 10 horas seguidas, la ciudad se convierte en un ir y venir de personas entre el estadio, la estepa y los eventos culturales que se realizan a su vez. Música, danza, bebida, comida y deporte, mucho deporte, son los factores imprescindibles durante los tres días en que el país entero festeja al unísono y con orgullo el honor de su cultura, y los factores principales para asegurar su éxito. Un éxito que poco tiene que ver con la ostentación, pero sí con la originalidad y humanidad que bien caracteriza al pueblo mongol.

El siguiente vídeo muestra un pequeño resumen de las características del festival: www.bbc.co.uk

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