El viernes 27 de junio nos reencontramos dinamizadoras y practicantes del programa “Aprendemos. Familias en Red” (AFEX) de Casa Asia en la Biblioteca Ignasi Iglèsias de Barcelona para conmemorar juntas los 10 años de éxito del programa.
Tras algunos juegos de presentación, repasamos entre todas, año a año, la evolución del proyecto, recordando anécdotas y momentos significativos.
AFEX comenzó como una prueba piloto en el INS Milà i Fontanals de Ciutat Vella en 2015, con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona. La obtención del Premio Francesc Candel permitió extender el programa a una escuela del barrio Fondo de Santa Coloma y a otra en San Roque, Badalona, consolidándolo también en Ciutat Vella y en el barrio del Besòs.
Con el apoyo del Secretariado de Sants, AFEX llegó a tres centros más de Barcelona. A partir de 2019, con la colaboración de FAPAES y de la Generalitat de Catalunya, el programa se expandió a más de 30 centros educativos de diversos lugares de Cataluña.
La incorporación de la Facultad de Educación de la UAB y su participación en el proyecto de investigación CULT supusieron una mejora cualitativa. Su contribución enriqueció tanto la formación de dinamizadoras como la creación de nuevos materiales didácticos, y facilitó el trabajo en tándem entre estudiantes universitarias y dinamizadoras del programa.
En los últimos años, la falta de financiación ha hecho que AFEX se haya reducido, y este curso se ha llevado a cabo únicamente en seis centros educativos.
AFEX es un programa de éxito que promueve la integración de familias migradas del alumnado, principalmente de contextos culturales asiáticos, en centros educativos de Barcelona y el Área Metropolitana. A la vez, contribuye a prevenir el abandono escolar prematuro de adolescentes voluntarios del programa, que adoptan un nuevo rol al enseñar a personas adultas de sus familias o vecindario utilizando sus lenguas familiares. Esto convierte a AFEX en un espacio de aprendizaje inclusivo, plurilingüe, multinivel, intercultural e intergeneracional.
El reencuentro fue un espacio de intercambio: conocimos cómo surgió y evolucionó el programa, escuchamos qué ha significado para sus participantes, y recogimos los testimonios de dinamizadoras, practicantes, estudiantes adultas y jóvenes voluntarios.
La jornada terminó con un deseo compartido de continuidad para el programa, una merienda y el intercambio de pequeños regalos.