La victoria de Narendra Modi supone un cambio de timón en la política india que ha estado dominada desde 1947 por la dinastía Nehru-Ghandi. El Partido del Congreso, con Rahul Gandhi al frente, ha sido el gran derrotado al conseguir el peor resultado de su historia con un máximo de 44 escaños, 162 menos que en 2009.
El Congreso no ha sido capaz de invertir el desgaste de tantos años en el poder ni los casos de corrupción y clientelismo asociados, mientras que el hinduista Modi salía como favorito en todos los pronósticos, y su imagen ha estado vinculada a la de buen gestor como jefe de gobierno en Gurajat, uno de los estados más prósperos del país.
Según la gran mayoría de analistas, la economía ha jugado un papel esencial en la victoria del Partido Bharatiya Janata (BJP). La ralentización de la economía india, con un aumento del PIB del 4,5% en 2013, el más bajo en una década y muy lejos del 7,8% de sus competidores chinos, ha sido determinante. Por otra parte, el deseo de cambio impulsado tanto por la pujante clase media como por los más jóvenes, muy críticos con la falta de oportunidades laborales, ha sido otra de las claves para que el BJP se haya alzado con la victoria. Modi ha prometido crear 10 millones de puestos de trabajo cada año, y ha sabido conectar con ellos. Una vez conocidos los resultados, Modi dejó escrito desde su cuenta de Twitter la lacónica pero clarividente frase “India ha ganado”.
El próximo primer ministro, Narendra Modi, que tiene 63 años, gobernará la mayor democracia del mundo, un país con más de 1.200 millones de habitantes. Modi, nacionalista hindú y de derechas, también ha prometido colocar a India entre los primeros países del mundo dentro de diez años. La única sombra del perfil de Modi se remonta a un luctuoso suceso ocurrido en 2002. Aunque fue absuelto, se le acusó de no impedir la muerte de casi un millar de musulmanes, en un país con un 80% de la población hinduista.
Así, pues, comienza una nueva etapa en India en la que será necesario introducir reformas en el país para favorecer la inversión extranjera, reactivar las infraestructuras necesarias y recuperar el nivel de crecimiento económico de antaño. Estos son algunos de los retos que tiene en su mesa el próximo primer ministro de India.
Los comicios generales, los más largos de todo el mundo, se han llevado a cabo a lo largo de cinco semanas, entre el 7 de abril y el 12 de mayo, por los distritos electorales de un total de 28 estados y de siete territorios que componen la India.