22/11/2012 | Actualidad

La leyenda cuenta que un general mongol usó su magia negra mientras era perseguido por el ejército chino para crear un desierto que impidiese avanzar a sus perseguidores. Consiguió huir y dejó a los soldados chinos perdidos en un vasto y árido desierto donde perecieron. La realidad del desierto es que la cordillera del Himalaya bloquea las nubes que transportan la lluvia a ésa enorme área de 1 millón 300 mil Km. creando uno de los lugares más inhóspitos del globo.

Son pocos los habitantes en el área del Gobi, tribus de nómadas usan el camello como principal medio de transporte y se agrupan en pequeñas comunidades. Viven en tiendas redondas, una por familia, donde todos comparten el mismo espacio. Su dieta se basa en su economía ganadera, siendo la cabra su recurso alimenticio para extraer leche o carne. De dichas tribus salen las leyendas sobre “el gusano del Gobi”, un mortal invertebrado que habita debajo de sus arenas.

Uno de los lugares emblemáticos del desierto es “la mina de fósiles”, pues se trata de un gran cementerio de dinosaurios de todos los períodos. El yacimiento bautizado por los paleontólogos como Xanadú se descubrió en 1994, en plena fiebre desatada por la película Parque Jurásico. En sólo 10 días, miembros de una expedición organizada por el Museo de Historia Natural de Nueva York, encontraron esqueletos de 13 dinosaurios, 175 lagartos, 144 mamíferos (hasta ése punto solo se habían encontrado 70 de éste tipo) y los primeros huevos de dinosaurio encontrados en la historia.

Parece irónico que China desarrolle en la actualidad un plan pare frenar el avance del Gobi hacia el interior de la región de Manchuria, con la que linda. El temor chino es ahora a la desertización, no a las hordas de Gengis Khan, para ello se ha vuelto a hablar de una Gran Muralla pero ésta vez de árboles. En 2050 será completado el Muro Verde Chino, el bosque artificial más grande del mundo que tendrá 4.500 Km. de largo y, al parecer, salvará el territorio chino de las arenas del Gobi.

Compartir