30/10/2013 | Actualidad

El Diwali también se conoce popularmente como “El festival de las luces” porque se celebra encendiendo multitud de velas y luces diversas para festejar el triunfo del bien sobre el mal, aunque hay diversas historias detrás de este triunfo según la zona o las creencias, como el retorno del dios Rama después de 14 años de exilio o el asesinato de Nakasura, una deidad considerada demoníaca.

Aunque es la más conocida, el Diwali no sólo se celebra en la India, sino que muchos otros países acogen esta festividad, como Nepal, Tailandia, Sri Lanka, Malasia, Singapur o las islas Fiji. En cada uno de los lugares se conoce con un nombre distinto y tienen distintas particularidades en su celebración, aunque lo más básico está presente en cada hogar.

¿Cómo se celebra?

En la India se conoce como Diwali o Deepavali, dependiendo de si estamos en el norte o en el sur respectivamente. La diferencia principal es que el primero dura cinco días y el segundo cuatro, aunque básicamente se celebran de la misma forma.

Durante la celebración se encienden las diyas, que son pequeñas lámparas de arcilla con aceite en su interior, y se hacen explotar petardos y fuegos artificiales para espantar a los espíritus malvados. Esto representa el triunfo del bien sobre el mal, de la luz frente a la oscuridad. Estas luces se mantienen encendidas toda la noche y las casas se limpian especialmente, con tal de satisfacer a la diosa Lakshmi.

Una de las historias con las que se relaciona el Diwali explica el porqué es tradicional encender las diyas. Cuenta la leyenda que los habitantes de Aiodhia, una pequeña ciudad al norte de la India, llenaron la muralla y los tejados de diyas para que el dios Rama pudiera encontrarlos a su regreso del exilio, después de vencer a Ravana, rey de los demonios.

En el Diwali indio también es habitual hacer composiciones con velas y flores que floten sobre el agua y lanzar barcos de papel o luces a los ríos sagrados, se cree que cuanto más lejos llegue, más suerte se tendrá en el nuevo año.

En Nepal esta fiesta es conocida como Tihar y dura cinco días, cada uno dedicado a la adoración de un ser de la naturaleza.

Los tres primeros días sirven para venerar al cuervo, a los perros y a las vacas respectivamente. En el día del cuervo se colocan ofrendas con comida, velas o monedas en los tejados para tener a los animales contentos y evitar su graznido, que se cree que alude a la muerte. Durante los otros dos, se venera a los perros y las vacas ofreciéndoles collares de flores y tikas y alimentándolos de forma especial.

El tercer día también se honra a Laxmi, diosa de la salud y la fortuna. Es habitual que durante la noche las mujeres interpreten el Bhailo y los hombres el Deusi a cambio de ofrendas, como dinero o comida.

La celebración del cuarto día varía según cada creencia: unos veneran al buey, otros al estiércol de la vaca y otros dedican el día a venerar a su propio cuerpo. Es tradicional que las madres realicen un mandala por cada miembro de la familia. Este es el día que marca el año nuevo y por ello se realiza un gran banquete.

El último día de la celebración está dedicado al amor entre hermanos y hermanas. Es el más especial y durante el día las hermanas les ofrecen una tika a los hermanos, que se coloca en la frente y está compuesta de siete colores. Después, lo salpica con aceite y este le entrega a cambio regalos y un collar de flores que él también recibe.

En Tailandia esta fiesta se conoce como Lam Kriyongh y la única diferencia con la India o Nepal es que las diyas se realizan con hojas de plátano como base, colocando dentro una vela, una moneda e incienso. Después se lanzan al río, igual que en la India, con la creencia de que cuanto más lejos lleguen, más suerte tendrán en el año venidero.

En Malasia, dónde se conoce como Hari Diwali, es celebrado por todas las etnias y religiones. Aunque en este país los petardos estén prohibidos, la gente se reúne en las casas para hacer grandes banquetes y encender las diyas. Es típico que se les entregue a los niños paquetes morados o, a veces, amarillos con dinero en su interior.

¿Celebramos el Diwali?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que esta celebración coincide cada año con un día diferente, ya que se rige por el calendario lunar, aunque suele situarse entre octubre y noviembre en nuestro calendario.

Para celebrar el Diwali se suelen cocinar diferentes recetas. Dos de las más fáciles de hacer son los Sel Roti, que ofrecen las hermanas a sus hermanos en Nepal, y los Karanji, de la India. Ambos son platos fritos pero dulces, el primero en forma de rosquilla y el segundo como si fuera una empanadilla rellena de coco.

Para festejar el año nuevo hindú también tendremos que hacer diyas y conjuntos florales con velas y dibujar los rangoli en el suelo de la entrada para dar la bienvenida a los dioses.

Ya sólo nos queda hacernos con una baraja de cartas, ya que durante la celebración es muy típico jugar a naipes porque que la diosa Laxmi, la de la fortuna, ha sido venerada; y vestirnos con colores muy vivos para dar la bienvenida al año nuevo hindú.

Así que ya sólo falta por decir: ¡Feliz Diwali!

Compartir