Leopoldo II convirtió a Bélgica en una gran potencia colonial sin disparar un solo tiro pero llevando a cabo una verdadera masacre con la muerte de unos 10 millones de personas (…) y se libró de toda justicia, pese a los llamamientos de grandes novelistas de la época como Joseph Conrad o Arthur Conan Doyle. Tal vez ese aire de impunidad pasó en su día por la cabeza de Kaing Gueve Eav, conocido como Duch, pero la justicia internacional se ha movido más rápida de lo que a lo mejor nunca llegó a pensar este hombre de ahora 66 años, que fue comandante de la prisión de Tuol Sleng, por la que pasaron unas 15.000 personas para ser interrogadas, torturadas y ejecutadas. A diferencia de Leopoldo II, Duch se sentó estos dos días pasados en el banquillo como el primero de los cinco acusados de la exterminación de 1,7 millones de personas hace tres décadas en Camboya durante el brutal régimen de Pol Pot (1975-1979)
Leopoldo II convirtió a Bélgica en una gran potencia colonial sin disparar un solo tiro pero llevando a cabo una verdadera masacre con la muerte de unos 10 millones de personas (…) y se libró de toda justicia, pese a los llamamientos de grandes novelistas de la época como Joseph Conrad o Arthur Conan Doyle. Tal vez ese aire de impunidad pasó en su día por la cabeza de Kaing Gueve Eav, conocido como Duch, pero la justicia internacional se ha movido más rápida de lo que a lo mejor nunca llegó a pensar este hombre de ahora 66 años, que fue comandante de la prisión de Tuol Sleng, por la que pasaron unas 15.000 personas para ser interrogadas, torturadas y ejecutadas. A diferencia de Leopoldo II, Duch se sentó estos dos días pasados en el banquillo como el primero de los cinco acusados de la exterminación de 1,7 millones de personas hace tres décadas en Camboya durante el brutal régimen de Pol Pot (1975-1979).