06/10/2021 | Actualidad > AsiaView

Agosto cerraba, momentáneamente, un capítulo de la historia que había durado dos largas décadas de conflictos, guerras, sueños y promesas incumplidas. El último avión estadounidense salía del aeropuerto de Kabul dejando al país en manos de los talibanes, que como recordaba la periodista de El País Ángeles Espinosa, “no habían ganado la guerra, sino que la había perdido el gobierno afgano”.

Septiembre acaba de terminar con el anuncio de una nueva alianza en el Indo-Pacífico, denominada AUKUS, (AUSTRALIA, REINO UNIDO Y EE.UU.) y con el primer encuentro en persona del QUAD, donde participan (INDIA, JAPÓN, AUSTRALIA Y EE.UU.).

Paralelamente, se producía la presentación de la Estrategia de la UE para esta región del mundo que ya es el centro donde se concentran los conflictos potencialmente más peligrosos y finalmente las deliberaciones anuales de la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York.

La Estrategia común de la UE sobre el Indo-Pacífico ha llegado después de tres estrategias individuales: Alemania, los Países Bajos, y Francia con 4 de sus 12 territorios de ultramar en la zona, y sobre todo de ser eclipsada por el anuncio de la venta de 8 submarinos con propulsión nuclear por parte de EE.UU. y Gran Bretaña a Australia, rompiendo sorpresivamente el contrato de Canberra con París para la compra de sus submarinos convencionales.

Si la UE pretende con esa nueva estrategia ganar peso en la región indo-pacífica con una agenda en donde el comercio y la cooperación con los países de la zona tenga un gran peso, no se descuida la seguridad con más presencia naval, y en donde ASEAN acapara el documento.

En contraposición todo parece indicar que los Estados Unidos y Gran Bretaña han lanzado un mensaje en donde dejan claro que priorizan el mundo anglosajón al resto.

En este sentido, el anuncio del AUKUS tiene una dimensión que va más allá del puro negocio de la venta de submarinos y su posterior mantenimiento. Es un claro mensaje a China, a la que no se mencionó en el anuncio, de que, en esa parte del planeta, el mundo anglosajón tiene mucho que decir, aunque sea en perjuicio de los aliados europeos, e incluso asumiendo el enfado de Francia por la pérdida de un gran negocio y también por lo que supone la sensible transferencia de tecnología nuclear a Australia.

Ésta será una partida a largo plazo, como pone de manifiesto que los submarinos británicos y americanos llegarán más de una década después de lo que lo habrían hecho los franceses.

Por otro lado, la cita en la Casa Blanca de los mandatarios de India, Japón, Australia y EE.UU. con un comunicado común, algo que no hicieron en su anterior encuentro virtual deja claro que este Diálogo de Seguridad Cuadrilateral tiene todavía que afinar sus objetivos a parte de servir de contrapeso a China en la zona. De momento, el QUAD se ha contentado con anunciar su compromiso para comprometerse a promover juntos “el orden libre, abierto y basado en el derecho internacional, y sin dejarse intimidar por la coacción para reforzar la seguridad del Indo-Pacífico y más allá de esta zona”.

La noticia positiva es que los cinco países que conforman el AUKUS y el QUAD están entre los trece principales socios comerciales de China y la interdependencia económica está altamente valorada en estos tiempos de incertidumbre. Finalmente, los 10 miembros de ASEAN han visto estos movimientos estratégicos con cierta incomodidad, desconcierto o incluso enojo, ya que lo último que quieren aparte de ver el dominio de China en sus aguas es que El Tratado de Zona Libre de Armas Nucleares del Sudeste Asiático quede en papel mojado.

Octubre comienza con las celebraciones de la fundación de la República Popular China.

Sin duda, nadie hubiera apostado hace siete décadas con el escenario actual en donde los dos nuevos modelos de gobernanza mundial sean el estadounidense y el chino, y al contrario de lo que pasó con la Guerra Fría una gran parte de países no saben o tienen dudas sobre por qué bando apostar. Winston Churchill ya dijo durante la II Guerra Mundial que solo había una cosa peor que luchar con tus aliados y es tener que pelear sin ellos. Estados Unidos, Reino Unidos y Australia puede que hayan recuperado esta máxima del Premio Nobel de Literatura.

Rafael Bueno, director de Política, Sociedad y Educación de Casa Asia

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