23/09/2020 | Actualidad

La construcción del buda vairocana de Longmen, esta gran estatua en el siglo VII e.c., se debe al éxito social que alcanzó el budismo en China en etapas previas. Prueba del fervor religioso que se desata en China entorno al budismo es el desarrollo de los grandes centros religiosos rupestres. Estos santuarios llegaron a China a través de la Ruta de la Seda, procedentes de la India.

Durante la dinastía Tang, que es en el periodo en el que se construyó el Gran Buda Vairokana, el budismo gozó de una gran importancia y patrocinio a lo largo de toda la dinastía, gracias a lo que adquirió formas propiamente chinas durante este periodo.

Fervor budista

Fue durante el cogobierno de Gaozong y Wu Zetian, cuando la capital del imperio se trasladó desde Chang’an (la actual Xi’an) a Luoyang. De este modo, se retomaron las obras en Longmen ya iniciadas anteriormente durante el periodo Wei. Esta nueva fase constructiva de Longmen, se caracteriza por la proliferación de esculturas de Amitâbha y Avalokitesvara, en las que se prefirieron formas de realismo, que a veces evocan retratos y rostros femeninos.

Gracias a una inscripción que se encontraba en la base de la escultura se sabe que esta se realizó en el año 679 e.c., y que representa a Buda Vairocana. Al mismo tiempo, indicaba que este proyecto se realizó por orden expresa del propio emperador Gaozong, quien contó con el apoyo financiero de su esposa, la emperatriz Wu Zetian, quien donó el dinero de su presupuesto anual para cosméticos (veinte mil sartas de monedas, una cantidad considerable para la época). Una vez construido, el templo fue dotado por el propio emperador con 27 monjes.

La escultura de Buda es el eje central del templo Fengxian, y fue representada con un rostro de gran belleza, que muestra una expresión serena, con los ojos ligeramente entornados, en contraste con la inmovilidad de su torso. Originalmente, el trono de Buda era un loto. Buda está flanqueado de forma simétrica por los devarajas, que son: dos de sus discípulos, dos Bodisattvas, y cuatro guardianes colosales, de los que sólo se conservan los del lado izquierdo de Buda, pues los de su derecha se han destruido. Todo el conjunto es de una destacada calidad artística.

Parte de la trascendencia de esta gran escultura se debe a que, dado que Wu Zetian participó en su construcción, se ha tratado de vincularla más estrechamente a ella. Se ha llegado a pensar que fue la emperatriz el verdadero artífice del proyecto. Incluso en la década de 1970 se llegó a plantear la teoría de que la cara de Vairocana era en realidad un retrato de Wu Zetian, en un intento de dar legitimidad a su ascenso al trono. Pero esta teoría ha sido descartada definitivamente, dado que no hay pruebas de que antes del 684 tuviera intención de ocupar el trono. Hoy se cree que fue un proyecto de Gaozong, secundado activamente por su esposa Wu Zetian, tal y como indicaba la inscripción.

Más importante es el hecho de que este gran Buda sea la escultura central del templo, dado que Vairocana es identificado con el emperador, por lo que sería una muestra de la legitimidad del gobierno de la pareja imperial.

Actualmente, la trascendencia artística e histórica de este conjunto escultórico hace que sea uno de los focos turísticos más importantes de toda China.

Luoyang, provincia de Henan, China

El Buda Vairocana, en cifras

0m de altura
0 estatuas
0 cuevas

La gruta, apogeo de la escultura rupestre

  • Inscripciones en piedra

  • Estatuas en relieve

  • Templos budistas

Más información

Contenido coordinado juntamente con David Sevillano López, profesor Asociado del Área de Asia Oriental, Universidad Complutense de Madrid. Grupo de Investigación Asia. Grupo de Investigación Sinología Española Complutense.

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