Tras casi cuatro meses desde el inicio de la pandemia Covid-19, podemos extraer las siguientes conclusiones sobre la reacción de los países asiáticos ante la pandemia y las consecuencias que se derivan desde una perspectiva económica y empresarial.
– Las cadenas de suministro globales dependen de China. Esta primera conclusión se puso de manifiesto durante el periodo en el que el epicentro de la pandemia fue China, en especial durante el mes de Febrero. Empresas de todo el mundo estuvieron durante semanas en vilo ante la falta de componentes producidos en China, en especial en sectores como el textil, la electrónica o la automoción. La reapertura gradual de las fábricas en China ha paliado en parte el problema, pero ha quedado en evidencia que el papel de este país en la cadena de suministros globales es crucial. Teniendo en cuenta que los stocks de componentes no suelen tener una capacidad superior al mes, los efectos que el coronavirus va a tener en los sistemas de producción a nivel global son aún inciertos, pero muchas empresas están repensando su estrategia de suministros ante el peligro que supone depender tanto de un país.
– La disciplina fiscal es un recurso de enorme valor en tiempos complicados: Tras la crisis financiera de Asia que se inició en Tailandia en el año 1997 muchos países de la región, en especial en el Sudeste Asiático, tuvieron que poner en práctica una disciplina fiscal muy estricta con el objetivo de reactivar su economía, además de corregir los problemas estructurales que sufrían hasta esa fecha. Por este motivo, los efectos de la crisis de 2008 en los países asiáticos fueron mucho más reducidos que en Estados Unidos o en Europa.
Dicha disciplina fiscal se fue relajando a partir de entonces, y al ya conocido problema de endeudamiento de Japón hay que añadir el creciente endeudamiento de China, especialmente durante los últimos años. Corea del Sur, en este contexto asiático, tiene más margen para aplicar medidas de estímulo económico al tener niveles de deuda más reducidos.
De forma global, la deuda de los países asiáticos es inferior a la de los países de la OCDE, lo cual facilita que se destinen mayores presupuestos a combatir la crisis económica que se está generando por el coronavirus.
Deuda pública/PIB
Japón 238
China 60.9
Corea del Sur 43
India 68.5
Tailandia 43
Fuente: FMI
– Se debe de invertir en soluciones tecnológicas para combatir la pandemia: En Asia se están aplicando soluciones tecnológicas muy interesantes para combatir el coronavirus, como es el caso del uso de robots para la desinfección de hospitales, el uso de la inteligencia artificial para analizar cuadros clínicos, la monitorización de personas contaminadas a través de aplicaciones móviles, etc. Dicho de otra forma, la tecnología reduce el impacto económico del coronavirus.
Además de la introducción de soluciones tecnológicas para combatir el virus, una de las ventajas que en general los países asiáticos tienen con respecto al resto del mundo es la alta penetración de la innovación digital entre sus ciudadanos. Así, en países como Japón, Corea del Sur o China, el nivel de uso de aplicaciones digitales por parte de la población es muy alto, facilitando el control de la pandemia.
– La prevención y la rápida detección evita costes económicos: Corea del Sur es uno de los mejores países a nivel mundial para afrontar pandemias, como ha quedado demostrado tras estos meses en el que el número de casos y fallecidos ha sido muy inferior al de cualquier otro país. Esto se debe a una combinación de diferentes factores, entre los que se encuentran una sofisticada industria en el campo de la biotecnología, una rápida detección de los casos, una monitorización y aislamiento de los contagiados, una enorme cantidad de tests a la población y una gran capacidad en su sector sanitario.
De esta forma se ha logrado aplanar la curva de contagiados sin confinamientos masivos y sin paralizar la economía. Obviamente algunas de las soluciones no son aplicables al resto de países del mundo y por otra parte los países asiáticos parten con ventaja debido a que tuvieron que afrontar la epidemia del SARS en 2003, pero las buenas prácticas que se han puesto en marcha en el país deberían de ser tenidas en cuenta para evitar un mayor daño en la economía de otros países.
– El sector servicios y las PYMES sufren de una manera mucho más acusada la crisis económica generado por el coronavirus. Si bien esto es aplicable al resto de países del mundo, en Asia las PYMES, en especial en el sector servicios, están siendo gravemente perjudicadas debido a las medidas de confinamiento y distancia social. Teniendo en cuenta que los recursos de liquidez de las PYMES no suelen superar los 3 meses, la destrucción de empleo entre este colectivo será importante y doloroso, en especial en sectores como el turismo, hostelería y restauración y venta minorista.
– Las grandes compañías asiáticas podrían estar en una mejor posición que las norteamericanas o europeas para superar la crisis. Si bien debemos de ser cautelosos debido a que las multinacionales asiáticas tienen una gran exposición a una demanda global que en estos momentos se encuentra bajo mínimos, hay dos aspectos en los que las compañías de Asia Oriental pueden tener ventajas con respecto a sus competidores en el resto del mundo.
En primer lugar, el endeudamiento de las compañías en Asia, en general y salvo excepciones como es el caso de las empresas públicas chinas, es inferior al de las compañías europeas o norteamericanas, por lo que estarán en una mejor posición para aguantar la situación de crisis durante los próximos meses.
Por otra parte, aunque en el momento de escribir este artículo se están produciendo importantes restricciones a la libertad de movimientos en Asia (en especial en Singapur, Japón, India y otros países del Sudeste asiático) ,la economía de los principales países asiáticos funciona en general de una forma más dinámica que en el caso de Europa o de Estados Unidos. 4
Como conclusión, los efectos económicos del coronavirus serán importantes para todos los países del mundo sin excepción, pero a la luz de los datos que tenemos hasta la fecha los países asiáticos están en una mejor posición para recuperarse a medio plazo una vez que remita la situación actual.
Amadeo Jensana, Director de Economía y Empresa de Casa Asia