21/02/2013 | Actualidad

Éste sí que es un punto muy importante para todos aquellos que deseamos irnos al subcontinente asiático. Sobretodo si pensamos viajar en los meses de verano, ya que desde el primero de junio hasta finales de agosto, este macropaís recibe una temida pero esperada visita: el monzón.
Para los que lo desconozcan, este fenómeno meteorológico consiste en un cóctel de viento caliente y agua que se condensa masivamente y que tiene como resultado unas abundantes precipitaciones estivales.
El monzón es temido y deseado a partes iguales. Como ya sabemos, el agua es fuente de vida y las cuantiosas lluvias que provocan los monzones son el principal nutriente de las cosechas de todo el país. El arroz, el mijo, las legumbres… Todas estas plantaciones necesitan abundante agua para desarrollarse en las mejores condiciones. En un país en que la agricultura emplea a un 60% de la población y en que la gran parte de su consumo se queda en casa, este particular vendaval es vital para evitar la hambruna. Más aun, se ha estudiado que su sistema productivo, así como el tipo de semillas que se utilizan, son consecuencia directa del medio que crean los monzones.
Además, poco antes de la llegada del monzón, los depósitos de agua para el consumo están en la últimas, con lo que las lluvias alivian las reservas de todo el año. Finalmente, el monzón es agradecido por la población ya que apacigua el caluroso y seco verano de la India.
Con tantas ventajas cuesta creer que los monzones traigan cosas malas, pero es así. El fuerte viento y la lluvia constante son la razón por la que muchas familias tienen que desplazarse anualmente de sus casas, no sin antes tapiar puertas y ventanas para impedir un desastre mayor. Además, cada año las inundaciones causan víctimas mortales, traen plagas y son un caldo de cultivo de enfermedades y epidemias.
Igualmente, si tienes que viajar esas fechas no desesperes, hay zonas del país que se recomienda visitar en esta época del año. Son éstas.

 

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