Una taza de té sencilla y cálida colocada sobre un tatami (el suelo tradicional japonés) crea una sensible armonía entre los invitados allí presentes. Este humilde utensilio, el toban, ha tenido desde siempre un papel muy importante en la vida de los japoneses porque, al fin y al cabo, la cerámica es usada, apreciada y cuidada porque es única y está hecha con el alma.
Este taller consiste en tres días:
El primer día se aprenderá cómo es la cerámica japonesa, tanto tradicional como contemporánea. A continuación, se hará una bandeja o una taza con el barro.
*(Bizcochado)
El segundo día se comprenderá por qué el arte de la caligrafía japonesa/el shodo es un arte peculiar. Para acabar se pintará algún signo japonés con pigmentos sobre el barro cocido.
*(Lo coceremos)
El tercer día hay que ir a recoger la cerámica cocida al taller de la calle Tapioles, en el barrio Poble Sec, y se hará la valoración. (Si hay problemas para venir a recogerlo, se solucionará de alguna manera).
Barcelona
