El CEART (Centro de Arte Tomás y Valiente) y Casa Asia pesentan en colaboración el último trabajo de Noni Lazaga, consistente en una instalación con carácter experimental donde la artista recupera su conocimiento de la cultura japonesa que aplica en la práctica a las formas simbólicas de un lenguaje artístico pródigo en referencias.
Noni Lazaga elabora una composición partiendo del concepto heideggeriano del ser y el habitar, en base a la interpretación que hace del existencialismo alemán la escuela filosófica de Kioto. La propuesta de la artista consiste en la reflexión sobre la espacialidad y la temporalidad del entorno, teniendo en cuenta las correspondencias entre estas dos dimensiones de lo humano y el sujeto de la experiencia. La instalación que presenta se entiende como hermenéutica del habitar en todos los sentidos y de cómo el habla habita el espacio introduciendo la temporalidad. La influencia de la cultura japonesa en la obra de Noni Lazaga se percibe en los dos libros que escribió sobre la caligrafía y sobre el papel respectivamente, a raíz de su larga estancia en Japón hace unos años. Su comprensión de esta cultura y las asociaciones que haya podido establecer con la suya propia están en el origen de este nuevo proyecto que emprende ahora, con ánimo de abordar el espacio tratando de poner límites a lo ilimitado, aunque sea provisionalmente, para superar la indeterminación de todo lo que existe.
El laberinto es un lugar donde el flujo del tiempo se representa en el deambular entre sus muros y extensiones en forma de rizoma, hasta descubrir la salida. La casa es un lugar; el lugar del habitar. La transformación del paisaje natural en paisaje cultural implica una travesía o un ir a través para llegar a otra parte. El camino ordena y distribuye, permitiendo nombrar; conduce de un lugar a otro lugar y comunica los espacios del existir. Es un instrumento de conexión entre espacios, para eliminar el no-paisaje desde la cultura del paisaje. La casa del laberinto es un ejercicio de construcción del pasaje o “entre” que separa y une la nada y el ser del mundo, identificando la mudanza y el cambio con el movimiento del tiempo empleado en efectuar un recorrido que conduce del ser al existir.
Menene Gras Balaguer, comisaria de la exposición.
Fuenlabrada