El programa e-Dialogues surge ante la necesidad de replantear la manera de llegar a nuestros públicos de forma no presencial, entendiéndose como un espacio de encuentro y debate, en el ámbito de las artes visuales, arquitectura, cine y literatura. Las correspondientes sesiones seguirán teniendo periodicidad semanal hasta finales de julio y de septiembre a diciembre de 2020, pudiendo prolongarse más allá de esta fecha. Los contenidos se relacionarán con discursos y narrativas que ponen en contacto oriente y occidente, en el marco de aquellas culturas que identifican las diferentes geografías de un mundo global.

En esta undécima sesión del programa e-Dialogues, contaremos con la participación de Nalini Malani, Premio Joan Miró 2019, que concede La Fundación Joan Miró y “La Caixa”, que dota el premio con 70.000€ y se hace cargo de la producción de la exposición monográfica correspondiente, que se puede visitar presencialmente desde el pasado viernes. La artista nació en Karachi en 1946, y durante la partición de India, su familia emigró a Calcuta y acabó por instalarse en Mumbai en 1958. Esta condición ha influenciado probablemente toda la obra de la artista, que obtuvo el pasado año este premio internacional que le fue concedido por un jurado compuesto por Iwona Blazwick, directora de la Whitechapel Gallery (Londres); Magnus af Petersens, director del Bonniers Konsthall (Estocolmo); Alfred Pacquement, exdirector del Musée National d’Art Moderne, Centre Pompidou (París); João Ribas, comisario del pabellón de Portugal en la 58.ª Bienal de Venecia 2019 (Oporto); Nimfa Bisbe, jefa de las colecciones de arte de la Fundación Bancaria “la Caixa”, y Marko Daniel, director de la Fundació Joan Miró (Barcelona).

Los miembros del jurado valoraron el discurso que atraviesa toda su trayectoria y el interés suscitado por el modo en que adapta todos los formatos a lo que ella quiere comunicar al igual que la radicalidad que caracteriza algunas de sus posturas en defensa de la justicia social que reivindica en todos los ámbitos y en particular cuando se trata del rol de la mujer o del despotismo ejercido por un poder invisible, que se practica en las relaciones humanas sin que sea fácil su denuncia, pese a ser una amenaza para la integridad de las personas.  Es la primera vez que este premio bianual se concede a una artista asiática, tras ser otorgado a Kader Attia (2017), Ignasi Aballí (2015), Roni Horn (2013), Mona Hatoum (2011), Pipilotti Rist (2009) y Olafur Eliasson (2007).