En el marco del Festival de cine europeo de Sevilla, Casa Asia colabora con un ciclo de cine que, por una parte, es un claro paradigma de la influencia de la estética soviética, en blanco y negro, y por otra, del nuevo cine independiente que despunta.
Las cinematografías de Asia Central son poco conocidas en la mayor parte de ciudades europeas, no sólo debido a la falta de recursos para su producción y circulación, sino también a su aislamiento histórico.
El ciclo que se presenta aborda seis producciones que pertenecen a dos épocas significativas: la primera, entre 1963 y 1972, que se caracteriza por un desvío de los tópicos temas de la filmografía soviética, a favor de la construcción de una conciencia nacional en cada una de las cinco repúblicas; el segundo período, de 1992 a 1998, arranca con la disolución de la URSS y la independencia de las repúblicas centroasiáticas, donde el cine se convierte en un instrumento para reconstruir la identidad perdida de los pueblos de Kazajstán, Tayikistán, y Uzbekistán, tomados como ejemplos representativos.
Programación:
4 de noviembre a las 19.00 h «No eres huérfano» (Ty ne sirata) Uzbekistan. Shukhrat Abbasov. 1963, 75’.
Trata de la generosidad de una familia uzbeka, que se hace cargo de catorce niños de diferentes nacionalidades, huérfanos de guerra. La familia uzbeka reemplaza al «padre ideológico», al Estado, que contradictoriamente habría debido encargarse de su protección, tal y como se pone de manifiesto en aquellas escenas donde se marcan las normas de convivencia doméstica.
7 de noviembre a las 11.00 h «Hassan-Arbakesh» Tayikistán. Boris Kimyagarov. 1965, 92’
Es una protesta contra el poder soviético en Tayikistán, y una denuncia del conflicto entre dos mundos y dos culturas. Enseña el proceso de sovietización pacífica, que para Stalin, no obstante, era más peligroso que la violencia. Hassan es un pobre carretero que, enamorado de la bella Saodat, inicia una verdadera odisea para ganar dinero y poder casarse con ella.
8 de noviembre a las 11.00 h «La tierra de los padres» (Zemlya otsov) Kazajstán. Shaken Aymanov. 1966, 90’
De las once películas, rodadas entre 1954 y 1970, este largometraje es único por mostrar el sufrimiento real del autor por el destino de su país y el de sus compatriotas. La historia empieza un año después de finalizar la II Guerra Mundial. Un anciano y su nieto, recorren Kazajstán en tren para poder encontrar el cadáver de su hijo, que murió en Rusia, y así poder enterrarlo en su hogar.
9 de noviembre a las 11.00 h «Kosh ba Kosh» Tayikistán. Bakhtiyar Hudoinazarov. 1993, 98’
Historia de amor que se narra entre muerte y destrucción, a causa de la guerra civil que devastó Tayikistán tras asumir la independencia. Daler, tras salvar a Mira de una apuesta en la que ella era el premio, la lleva consigo a las montañas, donde él trabaja en una estación de funicular que une la ciudad con las montañas. En las alturas reina la paz, pero el funicular conecta con la tierra y con la guerra, haciendo que en ocasiones este nexo pueda ser vital para la pareja, pero también origen de la desgracia.
10 de noviembre a las 11.00 h «Aksuat» Kazajstán. Serik Aprymov. 1998, 80’
Una historia que reúne y separa a dos hermanos: Kanat, el más joven, vive en la ciudad, y Aman, sigue en el pueblo. Kanat se ha convertido en un empresario y «nuevo rico» que ya no habla kazajo, sino sólo ruso, pero tiene que volver a Aksuat con su esposa rusa embarazada huyendo de unos acreedores. La paradoja es que el triunfador acaba hundido y fracasado, mientras Aman sigue siendo un hombre respetable que cuida de su familia.
11 de noviembre a las 19.00 h «El orador» (Orator) Uzbekistán. Yusup Razykov. 1998, 84’
Iskander, es un pobre carretero que se ve envuelto en situaciones difíciles dentro de su comunidad. Al regresar un día a casa, encuentra a su hermano agonizando, y al morir éste, según la tradición, debe hacerse cargo de sus bienes, su casa y sus dos mujeres. Al ser uno de los pocos que hablan ruso en su comunidad, se ve obligado a colaborar con el órgano de propaganda del régimen. Su situación se hace insostenible, porque además tiene que ocuparse de tres esposas y un hogar, motivo por el cual las autoridades le instan a quedarse sólo con una mujer, y él decide irse con otra joven revolucionaria, experimentando el proceso de hibridación cultural existente.
Presentado por:
Menene Gras Balaguer, Directora de Cultura y Exposiciones de Casa Asia.
Sevilla